Debido a la pandemia, la gente culpa más a Fernández que a Macri por la crisis económica
En un mix de datos, la ultima encuesta de Giacobbe y Asociados, analiza tanto la imagen de la dirigencia política y gubernamental, como el apoyo que tendría una eventual extensión de la cuarentena. Se centra en la situación económica y las responsabilidades de la crisis imparable. Sostiene que hay un aumento de calificaciones como "regular" a los políticos.
La economía argentina viene mal aun desde antes de la pandemia. Sin embargo, de acuerdo a los datos publicados por la consultora Giacobbe y Asociados, la memoria se acorto y ya no se responsabiliza masivamente a Mauricio Macri, quien, de hecho, perdió por no saber manejar la economía, sino directamente a Alberto Fernández y esto los analistas lo vinculan con la pandemia y sus consecuencias.
Un 39,9% de los consultados en su último estudio dio cuenta de que responsabiliza al "actual gobierno" de la situación económica, contra 28,6% que culpa al "gobierno anterior". Sin embargo aparece otro dato: más gente le adjudica a "ambos por igual" la responsabilidad, que a Macri: 29,5%. Solamente 1,5% cree que ninguno de los dos presidentes tiene algo que ver con al crisis económica.
La situación de la dirigencia política
Según el análisis de Jorge Daniel Giacobbe, se nota un "triunfo de Corea del Medio" y lo dice a raíz de que aumentan las evaluaciones que dan "regular" a los dirigentes políticos.
Sostuvo que "Alberto Fernández mantuvo su imagen positiva (37.3%) pero creció cuatro puntos su negativa (48.5%) a costa de su regular.
Añadió que "Axel Kicillof creció tres de negativa, pero a costa de su desconocimiento".
En síntesis:
- Cristina también perdió apenas un punto de su regular que se disolvió entre las otras dos, de modo tal que resulta estable.
- Mauricio Macri perdió tres puntos de su regular que, al igual que Cristina,se fueron a positiva y negativa casi por igual.
- Horacio Rodríguez Larreta le está sucediendo todo eso a la vez. Cayó dos puntos de su anterior regular, y también cuatro puntos de desconocimiento. ¿Dónde fueron esos seis? Solo uno a positiva, y cinco a negativa.
- Todavía hay un tercio de la población que califica al jefe de Gobierno porteño como "regular". Es quién tiene mayor oportunidad y riesgo a medida que ese universo se vaya definiendo. Si la relación, como en esta medición, fuera negativa por 5 a 1, tendrá que repensar su estrategia.
Fernández
Giacobbe (hijo) analizó que "aquella aceptación del 85% que el instrumento implementado por el presidente lograra hacia fines de marzo, tuvo una curva descendente sostenida. Hace quince días 'las líneas se cruzaron' resultando 1% más la desaprobación (44%) que la adhesión (43%)".
Explicó que "esa curva descendente encontró un abismo en esta medición, y la brecha se profundizó notablemente: 16.7% de distancia, siendo 36.7% la aprobación y 53.4% la desaprobación".
Al respecto sostuvo que "contra las cuerdas, la cuarentena está esperando el sopapo final de la opinión pública. El Presidente podría parar la controversia, pero no puede creer que su pollo, campeón de los primeros rounds, se haya transformado un flan con crema".
La evaluación de la cuarentena
Jorge Giacobbe (padre), en cambio, enfocó su análisis acerca de cómo sigue el aislamiento social, que tiene un componente ideológico importante, tal como quedó reflejado en las movilizaciones contra la 'cuarentena.
Escribió sobre los resultados de su encuesta que "si analizamos conforme a su ideología a quienes aún tienen mucho temor al coronavirus (21,6%), veremos que el excesivo temor ataca de manera especial a ciertas comunidades ideológicas, pero no a otras. Por ejemplo, entre kirchneristas el miedo total afecta al 57,3%, entre peronistas al 30,9%, mientras que entre independientes y/o apolíticos solo afecta al 12,4% y entre adherentes a fuerzas políticas de menor cuantía solo afecta al 7,2%. En medio de estos extremos los autodefinidos como pertenecientes al Pro solo tienen super atemorizados al 15.7% de sus miembros".
"¿Será posible que algunas comunidades ideológicas sufran de manera particularísima el miedo a ciertas enfermedades al punto de multiplicar por ocho el temor promedio de otras comunidades? ¿Pasará lo mismo frente a otras amenazas globales a la salud pública?, se preguntó.
