Aseguran que la región multiplicará los pobres, pero también las fortunas

De acuerdo a la organización humanitaria Oxfam hay un grupo de menos de 100 multimillonarios, principalmente brasileños, que están incrementando sus fortunas en miles de millones de dólares.

Aunque se pone énfasis en el impacto que tendrán las medidas restrictivas para controlar la pandemia de covid-19, la organización humanitaria Oxfam asegura que junto al aumento de pobres y desempleados también crecieron las fortunas más grandes de Latinoamérica.

Según la organización al menos 73 de los multimillonarios que existen en América Latina y el Caribe han incrementado sus fortunas en un total de US$48.200 millones entre marzo y junio pasado.

De acuerdo al informe que reproduce Emol, "los multimillonarios de esta parte del mundo permanecen inmunes a la crisis económica" y el fenómeno es particularmente vertiginoso en Brasil.

Según Oxfam, en conjunto, existen 42 multimillonarios brasileños que aumentaron desde el pasado marzo sus ya gruesas fortunas en un total de US$34.000 millones, al tiempo que sus patrimonios líquidos sumados pasaban de US$123.000 millones a US$157.100 millones para inicios de julio.

Oxfam explicó que para hacer sus afirmaciones se basó en los datos en tiempo real de Forbes.

"Mientras la mayoría de la población se arriesga a ser contaminada para no perder el empleo o comprar alimentos, los multimillonarios no tienen que preocuparse", dijo citada en una nota la directora de Oxfam Brasil, Katia Maia.

La otra cara de esa moneda que muestra también que ocho nuevos millonarios surgieron en América Latina y el Caribe desde el pasado marzo, y son 52 millones de personas que diversas organizaciones calculan que volverán a la pobreza en la región, junto con otros 40 millones para pasarán a engrosar las filas de desempleados.

Según cálculos hechos por Oxfam sobre la base de datos oficiales, la caída de ingresos tributarios en los países de América Latina y el Caribe en 2020 será equivalente al 2 % del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa una merma de US$113.000 millones y supone el 59% de toda la inversión pública regional en salud.

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