Edu Gajardo

No hay más margen: ¡Basta de vueltas, diversificación productiva ya!

La incertidumbre que sembró sobre el proyecto de Portezuelo del Viento el presidente Alberto Fernández despertó los fantasmas de esos proyectos que eran la salvación y se cayeron en el camino.

Hay cuestiones que indignan y que te hacen recordar que estamos en la Argentina y que más allá de la poesía de las redes sociales y las publicidades, hay cosas que no van a cambiar después del impacto de la pandemia y la cuarentena. Sorprende, por el momento en que se da, pero no extraña que pongan un manto de dudas sobre Portezuelo del Viento, el proyecto emblemático de Mendoza.

Es necesario decir y recalcar que se los dijimos, les avisamos que en algún momento se nos iba a complicar el panorama si no diversificábamos la matriz productiva. Sin embargo, no esperábamos que iba a ser tan rápido y tan duro.

Como escribí en su momento y como muchos recordamos, ya ocurrió con el túnel de baja altura, Potasio Río Colorado o con el desarrollo de Vaca Muerta. Esa insistencia de nuestras autoridades a enfocarse en una única alternativa para salvar nuestras vidas y mejorar nuestra economía, no sólo mantiene inalterable la matriz productiva, sino que también nos deja extremandamente expuestos antes imprevistos como el coronavirus y como las maniobras políticas en contra de un proyecto.

Estimo que esta vez, esperando que después de las negociaciones propias del caso no se detenga el proceso de Portezuelo, los encargados de la economía y de la industria apunten con seriedad a la diversificación de la matriz productiva de una vez por todas, porque ya no tenemos margen ni chances a la hora de reactivar la economía en la pospandemia.

Si van a hablar de minería que hablen en serio y no distraigan con las luces de colores de Hierro Indio o la reactivación de Potasio Río Colorado, dos cuestiones que están a años luz de ser una posibilidad real. Y si no van a pensar en la minería, que se pongan seriamente a analizar de qué va a vivir Mendoza en los próximos años, porque lo que se viene no va a ser fácil y -a diferencia de otros países- la crisis se extenderá más tiempo y será más profunda porque nos cayó encima en las peores condiciones posibles.

Basta de vueltas y de discursos poco productivos, no se necesitan más historias de capacitaciones o de potenciales mercados para los productos de Mendoza, se necesita comenzar a concretar y generar los recursos que se van a necesitar en una provincia que hoy tiene un 40% de pobres y que a final de este año, si tenemos suerte, sentirá el impacto en el Producto Bruto Geográfico al mismo nivel que en el 2001.

No es tiempo para juegos políticos, es tiempo de activar la maquinita de la producción, porque la única forma de superar las crisis es produciendo. No somos Alemania que puede inyectar US$174 mil millones y tampoco somos Perú o Chile que ya se aseguraron liquidez con las líneas de crédito del FMI. Nosotros, como siempre, la vamos a tener que remar y bien pesado. Basta de vuelta, la diversificación tiene que llegar ya.

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