Minería

Falta uranio para concretar el Plan Nuclear de Milei y Mendoza podría ser la solución

Tras el anuncio que se hizo el viernes pasado, desde Casa Rosada han comenzado a conversar con gobernadores y empresarios para impulsar su explotación. Mendoza tiene reservas y podría ser uno de los proveedores del mineral.

Luego del lanzamiento del Plan Nuclear realizado por el presidente Javier Milei, tanto empresarios como gobernadores pusieron el foco en la explotación de uranio, un insumo estratégico para el desarrollo que impulsa el Gobierno nacional. Sin embargo, el problema que enfrenta Milei para lograrlo es serio y podría frenar el abastecimiento de una creciente demanda energética debido al uso de inteligencia artificial en diversos procesos y la transición hacia energías limpias. 

 El uranio no se produce en el país: solo hay 12 proyectos de minería de uranio en la Argentina: tres en Chubut, tres en Río Negro y uno en Neuquén. Los estados varían desde evaluación preliminar, prospección y exploración.  

El mineral es fundamental para los reactores nucleares y su precio se triplicó en los últimos cinco años. Sin embargo, aunque la Argentina tiene gran cantidad de reservas, en la actualidad no cuenta con minería de uranio, y se destinan más de USD 30 millones por año en importaciones para abastecer a las tres centrales nucleares que hay en el país.

Por este motivo, desde el Gobierno empezaron a convocar a gobernadores e intendentes para que avancen en la minería de uranio y realizar un mapa de dónde está el recurso. Además, de conocer el detalle sobre dónde es más resistido este tipo de explotación.

Durante el anuncio realizado el viernes pasado en Casa Rosada, se estableció que se avanzará en la construcción de un reactor modular pequeño en el predio donde están las centrales Atucha I y II, en Zárate. Y, en una segunda etapa, se desarrollarán reservas de uranio, "que servirán para cubrir la demanda doméstica, y posicionará al país como exportador de elementos combustibles de alto valor agregado".

El problema es que es complicado el acceso al uranio, el insumo clave para la energía nuclear. El renacimiento de la energía nuclear aumentó la demanda y su precio trepó 200% desde 2019 para acá. Pero hay otro importante factor: la geopolítica. El mayor productor de uranio es Kazajistán, país aliado de Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó en los últimos meses la posibilidad de limitar las exportaciones de minerales estratégicos como el uranio en represalia a las sanciones que recibió de Occidente. Del otro lado, el principal demandante de uranio en el mundo es Estados Unidos.

Por eso es que desde Casa Rosada convocaron a gobernadores e intendentes a avanzar en la minería de uranio. En Mendoza empezaron a moverse en la exploración. El gobernador radical, Alfredo Cornejo, de buena sintonía con Casa Rosada, tiene intención de avanzar. La provincia tiene yacimientos probados y una planta de procesamiento.

En concreto, en el sur mendocino existen reservas de uranio, alguna de las cuales quedaron dentro del Distrito Minero Malargüe, lo que despierta el interés de empresarios mineros. El potencial de la explotación de uranio es real para muchos inversores que están poniendo el foco en esto. El proyecto Huemul, la Cuesta de los Terneros, Los Reyunos, Dr. Baulies, Cerro Butalo, Cerro Mirano y URYCO, son alguno de ellos. 

El tema se sigue de cerca en el sector privado. Días antes del anuncio del plan nacional nuclear, a principios de enero, Corporación América, del empresario Eduardo Eurnekian, anunció una inversión de USD 160 millones para ingresar a la minería de uranio. Es un proyecto llamado "Ivana", en la provincia de Río Negro. Avanzarán con los estudios de factibilidad.

"La Argentina tiene mucho potencial en uranio", afirmó Matías Baglietto, vicepresidente de la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (Capmin). "Las mayores oportunidades están en Río Negro y Chubut, el problema es que, en Chubut, donde está el yacimiento más grande de uranio argentino. La minería está prohibida", agregó.

"Para la Argentina, el escenario en las materias primas es favorable, desde la agroindustria, los hidrocarburos, hasta los minerales críticos, sería bueno que lo pudiéramos capitalizar", contó Michael Meding, presidente del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de Argentina (Gemera).

"Hay otros proyectos con potencial, pero también existen preocupaciones sociales. En minería tiene que haber una comunicación clara a la sociedad sobre cómo se realizará la explotación, cuál será el impacto ambiental y cómo se cerrarán finalmente esos proyectos", explicó Meding.

Demanda exponencial

El uranio es para algunos el mineral esencial para la energía nuclear y así contribuir en la lucha contra el cambio climático. Pero entre sus detractores se destaca la contaminación si no se tratan adecuadamente los residuos, por lo que genera conflictos con comunidades locales.

Según Meding, las estimaciones globales proyectan que el consumo de uranio podría llegar en el mediano plazo a 100 mil toneladas, un aumento mayor al 50%.

Meding, quien también está a cargo del megaproyecto de cobre Los Azules, consideró que la clave para avanzar en la licencia social está en generar confianza: "Es una tarea conjunta entre el sector privado y el público", afirmó.

Ante la consulta de si hay interés empresario internacional, respondió: "El interés es generalizado en minería en la Argentina. Cuando hago presentaciones en el mundo financiero en años anteriores me decían ‘qué buen proyecto, lástima que es en la Argentina. Ahora el discurso cambió y Argentina volvió al mapa internacional".

De todos modos, remarcó que hace falta un factor clave: "Es absolutamente necesario el levantamiento del cepo y tener un mercado de cambios de acceso libre".

tn

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