Pobreza absoluta, pobreza relativa y pobreza educativa: un problema a resolver a través del "Club de Cultura General"
Desde la Fundación Bologna Mendoza proponen los "Puntos de Luz". Lo cuenta José Jorge Chade.
Es uno de los problemas más graves del mundo. Afecta a millones y millones de personas. Resolverlo es una de las grandes prioridades de nuestro tiempo. Por ello, es bueno conocerlo en profundidad. Y es bueno conocer la diferencia entre pobreza absoluta y pobreza relativa.
La pobreza en el mundo
Antes de entrar en detalles, es necesario hacerse una idea de cuál es la situación. La pobreza en el mundo no perdona a nadie, de norte a sur. Se calcula que casi el 11% de la población mundial vive con un máximo de 1,90 dólares al día. Casi el 11%, en valores absolutos, significa más de ochocientos millones de personas. que no pueden procurarse ni siquiera el mínimo necesario para sobrevivir.
Burundi, Ruanda y las Islas Salomón son algunos de los países más pobres del mundo. No es casualidad que dos de ellos estén en el continente africano. Pero no debemos cometer el error de «localizar» el problema: como ya hemos dicho (y vale la pena repetirlo), la pobreza afecta a todos, indiscriminadamente.
La pobreza absoluta
Este concepto también recibe otro nombre: pobreza extrema. Ya hemos aludido a ella antes y es la condición de quienes se ven obligados a vivir con un máximo de 1,90 dólares al día. En esta condición, no se dispone de recursos esenciales como alimentos, agua, vivienda, ropa, medicinas.
Pobreza relativa
La pobreza relativa, en cambio, es un concepto diferente. Es la incapacidad de beneficiarse de bienes o servicios en relación con la renta per cápita media de un país determinado. Por lo tanto, una persona en situación de pobreza relativa puede tener lo mínimo necesario para sobrevivir, pero no puede beneficiarse de todas las posibilidades y servicios disponibles en un país.
Ya sea absoluta o relativa...
...un hecho permanece: debemos resolver el problema de la pobreza. Debemos garantizar que todas las personas puedan tener una vida digna de ese nombre. Podemos hacerlo. Pero necesitamos hacerlo mancomunadamente.
Pobreza educativa
Pero hay algo mucho más fuerte e importante, la pobreza educativa que es la incapacidad de los niños para aprender, experimentar, desarrollar y permitir que sus capacidades, talentos y aspiraciones florezcan libremente. En nuestro país, la pobreza educativa priva a millones de niños del derecho a crecer y perseguir sus sueños.
La pobreza educativa también está fuertemente condicionada por la falta de oportunidades, tanto escolares como extraescolares, presentes en el territorio. En las zonas donde la pobreza infantil es más acusada y las familias se enfrentan a mayores dificultades económicas, las escuelas y los servicios educativos también son limitados, sin guarderías, escuelas de jornada completa, comedores y gimnasios, por lo que la escasa oferta educativa no consigue reducir el impacto de las desigualdades socioeconómicas familiares sino que, por el contrario, las acentúa. Disminuir la pobreza educativa facilitaría disminuir los otros rangos de pobreza.
La pobreza educativa es una pobreza que nadie ve, que nadie denuncia, pero que afecta a la capacidad de cada niño para descubrir y cultivar sus propias inclinaciones y talentos.
Las cifras de la pobreza infantil
Más de 1 de cada 4 niños que viven en condiciones de privación material severa piensa que no podrá terminar la escuela y se verá obligado a ponerse a trabajar, frente al 8,9% de sus compañeros. El 58,4% de los niños en condiciones de fragilidad no pueden permitirse actividades de ocio remuneradas fuera de casa. Los niños y adolescentes de todo el país se ven privados de oportunidades educativas y de lugares para realizar actividades artísticas, culturales y recreativas que, en realidad, podrían duplicar sus posibilidades de mejorar sus aptitudes y labrarse un futuro mejor.
Los Puntos de Luz de la Fundación Bologna Mendoza son proyectos de lucha contra la pobreza educativa que a su vez haría disminuir los otros tipos de pobreza. Ofrecer a niñas, niños y jóvenes un lugar donde aprender y participar en numerosas actividades educativas, formativas, deportivas y recreativas gratuitas, algo que queremos llamar "Club de Cultura General" y que exista en diversas partes del territorio, no en un solo lugar.