Lucio Cicchitti, en el Día del Médico: "La vocación es el 100%"
La eminencia en medicina Lucio Chiccitti habló sobre la actualidad de la salud y recordó las épocas en donde ejercía. Los cambios, la vocación y la importancia de mantenerse actualizado siempre.
El 3 de diciembre se festeja el Día del Médico en honor a Carlos Finlay, por sus innovaciones permanentes en este campo. El reconocido médico mendocino Lucio Cicchitti habló con Gabriel Conte, el Profesor Ácaro, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1 y realizó un repaso sobre la formación, la vocación y la importancia de la formación constante.
"La Facultad de Ciencias Médicas de la UNCUYO estaba catalogada como una de las dos mejores de Latinoamérica y estaba entre las mejores del mundo. Recibíamos becarios de Alemania, de Inglaterra, de Estados Unidos que venían a terminar de formarse acá. Creo que ha sido pionera en el mundo", señaló Cicchitti.
El médico nombró algunos colegas que fueron pioneros a nivel internacional y que son reconocidos por su destacada labor: "El doctor Héctor Perinetti, creador de una cirugía para problemas y cáncer de tiroides, todos los libros llevan la operación Perinetti; el doctor Eduardo Cassone, que desarrolló la cirugía laparoscópica en el laboratorio de cirugías experimentales de la UNCUYO y a partir de él, hoy en día la cirugía laparoscópica es común; el doctor Claudio Burgos, precursor de la cirugía cardiovascular en Latinoamérica, formado en Suecia, fue alumno mío y después se especializó allá. Tengo tantos ejemplos a nivel no solo nacional, sino también mundial".
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El especialista señaló que la formación ha cambiado tremendamente y que cuando él estudió tuvo maestros, que servían como ejemplo y que ayudaba a sus discípulos a ser más que ellos: "Yo empecé mi presencia universitaria, en aquella época era todo por concurso, y yo tuve en mi primer concurso de ayudante alumno en 1958. A partir de ahí la trayectoria por concurso, jefe de prácticos apenas me recibí gané el concurso, después profesor adjunto, después titular. Llevo apenas 59 años y algo de docente universitario".
En referencia a la formación, Cicchitti marcó que algo que ha cambiado y que ha sido perjudicial fue la disminución de años de la carrera: "Todos los primeros años de la Facultad de Medicina, cuando éramos de excelencia en Latinoamérica y el mundo, la carrera duraba 7 años. Por distintos motivos, que tuvo mucho que ver la política, se redujo a 6; y desde este año la de Buenos Aires y la de la UNCUYO, se ha reducido a 5. Yo con 59 años de profesión, los conocimientos han crecido sideralmente, el avance de la medicina y demás, y nuestras autoridades han reducido de 7 a 5 años. Ahí tiene los resultados también".
Además, el médico señaló la importancia de la vocación: "La vocación es el 100%. Los médicos de verdad, algo fundamental primero es el conocimiento, los médicos hoy no tienen tiempo de estudiar, de hacer cursos, ni dinero. Pero lo más importante de un médico lo primero es la honestidad; después sentido común, que no existe, el conocimiento sin sentido común no sirve. Medicina es una vocación de servicio y de amor al prójimo".
Además, Cicchitti señaló que la OMS recomienda que haya aproximadamente un médico cada 1000 habitantes, y que actualmente en Mendoza hay cerca de uno cada 160 habitantes: "No solo están mal distribuidos, sino sin los conocimientos básicos. Yo para evaluar un médico, le tomaría un examen con lo que él sabía cuando se recibió, creo que no aprobaría ni el 10%. Volvemos a caer en lo mismo: el problema, aparte de la distribución, es que cuando tenés sobresaturación de médicos, en Buenos Aires está peor que en Mendoza ¿para qué queremos un médico para 150 habitantes sino tiene los conocimientos, sentido común y criterio? Volvemos a caer en lo mismo: los médicos cuando empezamos, iban a los hospitales de atención gratuita, prácticamente toda la mañana por sueldos tan miserables como los de ahora. Y a la tarde tenían el ejercicio privado y con eso tenían una vida clase media. Hoy tenemos una élite multimillonaria y el resto de los médicos, quemados, agotados porque tienen que hacer 1000 cosas porque los salarios son miserables".
Además, el médico rechazó la idea de la medicina como un negocio y lo comparó con el rol de un sacerdote haciendo de empresario en una iglesia: "Toda mi vida de ejercicio profesional, la atención y las ausencias yo personalmente las atendía en mi teléfono 24 horas al día, 7 días a la semana. Cuando digo yo, lo digo por todos los de mi camada. He tenido urgencias tremendas la noche de navidad, año nuevo, a las 3 de la mañana, y llamaba que necesitaban a un cirujano y a las 3 de la mañana venía. Fue nuestra generación la que hacía medicina por vocación".
Por otro lado, destacó la importancia de las visitas médicas y el tiempo realmente necesario para que esta sea correcta: "Un paciente de primera vez, el acto médico tiene interrogatorio, examen físico minucioso y luego pedir estudios para confirmar o descartar el diagnóstico. Y si se confirma el diagnóstico, para medirlo y establecer la terapia, ese es el acto médico. Cuando hablo de médicos, hay una élite de Mendoza que sigue igual que nosotros o quizás superior, pero una consulta de primera vez, nunca puede durar menos de una hora y media; un control no puede durar menos de una hora; una urgencia no puede durar menos de 40 minutos. Tengo muchos discípulos que no son como yo y mi generación, sino mejores. La consulta de ellos dura una hora y media mínimo. Un paciente que llega con un catarro febril, yo hago fondo de ojos, le tomo reflejos, examen de piel, cardiovascular. La gente está acostumbrada a los médicos y dice "vengo porque me duele la garganta nomás, no el corazón"".
En esa línea, Cicchitti recordó las palabras del Premio Nobel español en medicina, Santiago Ramón y Cajal: "El periodismo le preguntó "¿cuál es el avance más útil para establecer diagnósticos?" Había aparecido la radiología, los laboratorios. Y don Santiago, que era un maestro, dijo "la silla, la herramienta más útil es la silla porque me siento al lado de la cama del enfermo y lo escucho, lo miro, le escucho el tono de voz, como pone las manos, las piernas. Y después de escucharlo, lo reviso"".
El médico destacó que a él le tocó aprender con maestros y señaló la importancia de los estudios de fondo de ojo y de piel: "A mí me formó el maestro de oftalmología de Latinoamérica y me enseñó que venga por lo que venga el paciente hay que hacer fondo de ojos. He diagnosticado tantas cosas con eso. También fui discípulo de un maestro y escritor de un libro que se estudia en todo el mundo de la piel: el estudio de piel es fundamental. Si usted no hace eso, es un ignorante".
Finalmente, señaló que actualmente se dedica a la investigación y que hay discípulos de él de gran nivel: "Yo actualmente me dedico exclusivamente a investigación, docencia fuera del país. Están mis discípulos, uno tiene que tener la sabiduría para dar un paso al costado. Desde el día que me jubilé, di un paso al costado y los jóvenes me superaron. Hay que dar lugar, no hay que competir con los jóvenes, yo tengo 83 y en plena actividad, estudio más que nunca y escribo más que nunca", concluyó.