Ingreso a los colegios de la UNCUYO: un baño de realidad y una buena oportunidad
Más del 50% de los casi 3.000 alumnos sacaron notas inferiores a 5. Los alumnos mostraron más dificultades en Lengua que en Matemática.
Este noviembre no ha sido uno más para el universo que conforma nuestra querida y prestigiosa Universidad Nacional de Cuyo. Luego de casi dos décadas volvió el sistema de evaluación -en este caso en lengua y matemáticas- como forma de acceso a las vacantes de las distintas instituciones secundarias que dependen de la UNCUYO. Dejar atrás el sistema de ingreso por los promedios obtenidos en los últimos años de la escuela primaria, en mi opinión, constituye un gran avance y espero que se consolide en el tiempo.
Los chicos y chicas que aspiraban a ingresar tuvieron un curso de nivelación gratuito durante los meses de agosto, septiembre y octubre, tomando en cuenta competencias de egreso de Lengua y Matemática establecidas por los diseños curriculares universitario y de la provincia. Finalmente, miles de estudiantes rindieron ambos exámenes, cuyos resultados fueron recientemente dados a conocer. Seguramente en las próximas semanas conoceremos el diagnóstico de la propia institución sobre esta nueva experiencia, sin embargo, es oportuno hacer algunas reflexiones a la vista de los resultados de las evaluaciones.
Lo primero y muy evidente: los resultados obtenidos por alumnos de séptimo grado que aspiraban a ingresar no se condicen con los promedios que los últimos años veíamos en los ingresantes. Al parecer, atrás quedaron los múltiples promedios 10, que incluso el año pasado causaron inconvenientes ante la necesidad de ubicarlos en los colegios. Recordemos que en esa oportunidad se anotaron 3.100 alumnos y 1.047 chicos tenían un promedio de 10, superando las 887 vacantes disponibles.
Es fuerte el impacto y el contraste entre los miles de promedios diez absoluto del año 2023 y las calificaciones obtenidas en el examen de ingreso porque fueron infinitamente inferiores, con un promedio general por debajo de 6. La calificación más alta en Lengua fue 9.73 -un solo aspirante lo consiguió- y menos de cinco consiguieron el 10 en matemática. Esto es una verdad incómoda, pero ¿qué pasó?, ¿debería sorprendernos?, ¿fallamos en el nivel de exigencia mínima en la escuela primaria? Seguramente hay mucha tela para cortar y las respuestas no son lineales, pero es un llamado de atención que nos invita a reflexionar y dar pistas sobre cómo recalibrar el sistema educativo a futuro.
A todas luces los resultados no fueron los esperados y quizás la realidad esté alejada de esos promedios que reflejan una excelencia académica que puede no ser tal, pero veamos lo sucedido como un punto de inflexión, como una herramienta para mejorar. Esta es una oportunidad y tenemos que aprovecharla para mejorar el sistema.
Podemos replantearnos si enseñamos o evaluamos en forma correcta, si los chicos no aprenden bien, si las metodologías de enseñanza y los contenidos son adecuados, si los estímulos y también el compromiso de los padres es satisfactorio. En fin, son una suma de cosas que podemos poner sobre la mesa y discutir entre todos con un fin loable y constructivo: mejorar la calidad educativa de Mendoza. Bienvenido el desafío y felicitaciones a la Universidad Nacional de Cuyo por retomar esta metodología de ingreso y a todos los chicos y chicas que participaron en los exámenes.