Perfiles

Ana Paula Bartolucci, la mujer detrás de lo nuevo de Chandon

Recientemente Chandon anunció su Delice Rosé, pero desde hace tiempo vienen trabajando en nuevas opciones, de acuerdo a las nuevas tendencias. La única enóloga mujer de Chandon Argentina es mendocina y aquí cuenta su rol.

Ignacio Borrás

Domingo 20 de octubre, Día de la Madre en Argentina. Volvemos con las entrevistas a enólogos y enólogas que tanto se extrañaban.

Para esta ocasión, y teniendo en cuenta el día en que se publica la entrevista, quería volver a lo grande. La elección no fue difícil: hoy le toca a Ana Paula Bartolucci, quien ha cosechado hitos y logros en sus cortos 33 años de edad.

Ana fue la primera enóloga en ingresar a trabajar en Chandon Argentina, y hace un año, después de seis años en el equipo enológico, fue nombrada "Chef de Cave" de la prestigiosa marca argentina. Ese puesto lo tiene más que merecido, ya que ha sido la responsable del desarrollo de productos que han revolucionado el mundo de las burbujas.

Para el encuentro, tuve el placer de ser invitado a descubrir el menú que ofrece Chandon en su restaurante, el cual está increíblemente pensado y maridado con sus burbujas. De eso también hablaremos a lo largo de la nota. Pero qué mejor que empezar conociendo un poco más de Ana Paula.

- Ana, ¿cómo decidiste estudiar Enología?

- Yo soy de San Martín y mi familia tiene una empresa vinculada al mundo del vino, aunque no enológicamente. Cuando terminé el secundario, no estaba muy segura de lo que quería estudiar, pero sí tenía claro que no quería pasarme la vida detrás de un escritorio o encerrada en una oficina. Después de investigar sobre Enología, mi papá me consiguió la oportunidad de ver cómo era el trabajo dentro de una bodega, y ahí fue cuando me di cuenta de que era un universo de posibilidades y que nunca terminaría siendo un trabajo de oficina. Así que decidí empezar a estudiar.

- ¿Cómo fue tu camino antes de llegar a Chandon?

- Antes de llegar a la bodega, trabajé con vinos tranquilos en algunas bodegas de Mendoza. ¡También estuve en España y Sudáfrica!

- ¿Cuándo decidiste incursionar en el mundo de las burbujas?

- Después de mis vendimias por el mundo, volví a Mendoza y me enteré de que en Chandon se había abierto una búsqueda de enólogos. Aunque no tenía experiencia en el mundo de los espumantes, decidí postularme.

- ¿Cómo fue esa postulación?

- Fue un proceso muy difícil y largo. Recuerdo que éramos alrededor de 400 postulantes y, después de varias pruebas y entrevistas, solo quedamos 12. La entrevista final fue con Onofre Arcos, catando vinos base. Nunca olvidaré esos meses.

- ¿Te acuerdas de cuándo te dijeron que el puesto era tuyo?

- Sí, recuerdo que venía manejando, frené al costado de la ruta y me comunicaron la noticia. Recuerdo que tuve que mantener la compostura durante la llamada, pero por dentro me moría de la emoción y la alegría.

- ¿Quién fue la primera persona que se enteró de que habías quedado en Chandon?

Fue mi abuela. Apenas corté la llamada, la llamé a ella, que me había acompañado todos esos meses de entrevistas y siempre me decía que me quedara tranquila, que todo iba a salir bien y que yo iba a ser la elegida.

- Y si hablamos de tu carrera dentro de la bodega, tienes varios logros, y hasta has creado los últimos productos disruptivos de la empresa. ¿Cómo fue esto?

- Sí, gracias a Dios en la empresa tenemos la posibilidad de crear cosas nuevas y realizar investigaciones para mejorar día a día. También buscamos nuevos lugares para el espumante. Así fue como nació Chandon Aperitif y nuestro lanzamiento más reciente, que es Chandon Delice Rosé.

- ¿Cómo fue la creación de estos productos?

- Aperitif nació en un momento en el que buscábamos un nuevo lugar para el espumante. Observé que en los bares se habían puesto de moda tragos como el Aperol y el Cynar. Entonces comenzamos a desarrollar un producto que no necesitara de tantos pasos para lograr ese trago tan popular. No fue fácil, porque tuve que aprender sobre licores y naranjas, encontrar productores locales que pudieran satisfacer nuestras necesidades y estándares de calidad, y luego obtener el visto bueno desde Francia.

- ¿Y Chandon Delice Rosé?

- El Rosé creo que era un producto que nos debíamos desde hace tiempo dentro de la línea Delice, que busca que el espumante sea más desestructurado y que acerque a la gente a beberlo en otros momentos, como puede ser en una pileta o en una tarde con amigos.

- ¿Cómo es la oferta gastronómica actual de la bodega?

- Desde hace un tiempo, en nuestro restaurante tenemos a la chef Miranda Watson, quien trabaja día a día para ofrecernos una increíble oferta gastronómica pensada para maridar con los espumantes de la bodega. Lo mejor es que Miranda utiliza muchos productos de la bodega y logra darles su propia identidad a los platos. Ella tiene una mirada muy enfocada en que todo lo que preparamos sea apto para celíacos y que tengamos una buena oferta para vegetarianos y veganos también. Actualmente estamos ofreciendo un menú de cuatro pasos que varía con las estaciones del año.

- Volviendo un poco a vis, ¿cuáles son tus objetivos a futuro?

- Hoy en día estoy muy contenta en el puesto que tengo dentro de la bodega. Ha sido un crecimiento personal y profesional increíble. Estamos trabajando en nuevos desarrollos y continuamos con investigaciones que nos ayudarán en el futuro para ser cada vez más eficientes en temas ambientales, además de tener una visión enfocada en el mercado interno muy importante.

- Hablando de eso, ¿por qué crees que es tan importante el mercado interno?

- Para nosotros, siempre fue importante el mercado interno. Desde que se creó Chandon, la visión era lograr productos increíbles para los argentinos. El 85% de nuestra producción está pensada para esto, por eso seguimos manteniendo precios competitivos y apostando a que este mercado siga creciendo.

- ¿Cómo harías para acercar al consumidor a los espumantes?

Creo que lo estamos logrando con los productos que mencionamos antes. Si bien tienen gran aceptación entre los jóvenes, los adultos también los consumen. Tenemos productos como los Delice, pensados para ser consumidos con hielo, en algunos casos con pepino o como lo desee la gente. Eso es lo más importante: que se animen y dejen atrás la idea de que los vinos o espumantes son solo para unos pocos.

- Ana, también sabemos que tienes un pequeño de dos años. ¿Cómo has manejado todo esto, teniendo en cuenta los cambios de puestos que has tenido en la bodega?

-Sí, hace dos años fui mamá de Milo, que es mi bombón, mi debilidad. Afortunadamente, en la bodega siempre lo entendieron y fueron muy flexibles conmigo, tanto durante el embarazo como hoy en día. De hecho, tengo la anécdota de que a principio de año tenía una gira por Europa para comunicar lo que se estaba haciendo en Chandon Argentina. Como eran varias semanas lejos de Milo, al principio me daba un poco de pena. Al final, hablé con ellos y pude llevarlo conmigo, así que sumó sus primeras millas. ¡Jajaja!

- ¿Cómo manejas tus tiempos?

- La verdad es que muy bien. Gracias a Dios, tengo la capacidad de separar las cosas al 100%. Cuando estoy en casa, lo aprovecho para estar con Milo y poder estar siempre presente. Cuando llego a la bodega, me enfoco completamente en el trabajo, resuelvo lo necesario y cumplo de la mejor manera, lo que me permite tener más tiempo para todo.

- ¿Tienes algún pasatiempo?

- Sí, soy bastante fan del trail running. Como mendocina, amo la montaña y me gusta correr por los senderos. Tener la posibilidad de acceder a ellos es una gran ventaja.

- Si tuvieras que elegir a una persona de difícil acceso, puede ser un famoso, un personaje de la historia o alguien que ya no esté con nosotros, para tomar un espumante, ¿a quién elegirías y qué espumante tomarías?

- Elegiría a mi abuela. Siempre fue alguien importante en mi vida. Como te mencioné antes, fue la primera persona a la que llamé cuando supe que tenía el puesto en la bodega. Siempre estuvo para mí desde un lugar único. Elegiría, seguramente, nuestro nuevo Chandon Delice Rosé o el Cuvee Reserve Blanc de Noir, que es mi espumante favorito.

En resumen

Como mencioné anteriormente, cuando hice la entrevista tuve la suerte de probar el menú de la bodega. Las entradas eran del menú de primavera y los platos principales, del menú de invierno. 

La semana que viene será presentado oficialmente el nuevo menú de primavera, así que no se habló mucho de la comida en la entrevista. Sin embargo, me gustaría resaltar el increíble trabajo de Miranda y la creación de unos platos excepcionales que, maridados con los espumantes de la bodega, logran una experiencia increíble.

No puedo dejar de escribir sobre el nuevo producto de la bodega: Chandon Delice Rosé. Es un espumante increíble. Cuando lo probé, noté la excelentísima calidad del mismo y cómo se ha logrado, a través del saber hacer y de las innovaciones, un producto que dará mucho de qué hablar. Está elaborado con un corte de Pinot Noir, Malbec, Chardonnay, Licor de expedición Sauvignon Blanc y Semillón Tardío. Si bien es dulce, con los componentes del corte se logró que este dulzor esté en su punto justo. Cuando lo tomamos, tiene una entrada dulce, pero se corta elegantemente con una acidez que refresca la boca. Encontramos sabores que recuerdan a la frutilla, la frambuesa, grosellas y otras frutas rojas, las burbujas elegantes y finas nos realzan estos sabores y nos invitan a seguir bebiendo, por lo cual es ideal para las épocas del año que se vienen y si se quiere disfrutarlo aún más recomiendo agregarle a la copa unas hojas de menta y hielo, lo que hará que se potencien todos sus sabores.

Espero que hayan disfrutado tanto como yo esta entrevista, la verdad no conocía a Ana y me llevo una gran sorpresa, se nota su amor por la bodega y por sus productos, de los cuales habla como si fuesen sus hijos. Creo que su nombramiento como Chef de Cave es lo más acertado que ha hecho la bodega desde la salida de Onofre Arco, ya que con esto la bodega ha podido lograr seguir refrescando su imagen y apuntando a nuevos horizontes claramente sin perder la visión que ha tenido la empresa a lo largo de su historia y que la hizo tan conocida. Y estoy seguro de que con el pasar de los años seguiremos alegrándonos por los logros y futuros lanzamientos que Ana y Chandon nos tengan preparados.

No quiero dejar de mandarle un feliz día a todas las madres que tanto hacen por nosotros y espero que todos puedan mimar y brindar con sus madres como ellas lo merecen, no dejen de tener presente el nuevo producto de la bodega que, si de por sí está increíble, cuando vean su precio de $12.000 la botella les será aún más tentador.


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