Entrevista

¿Desaparecen las cucharitas del cajón de los cubiertos? Las drogas que invaden hogares en Mendoza

El magíster en Toxicología y especialista en el tema Sergio Saracco advirtió sobre el riesgo de consumir opiáceos y también de la influencia de las sustancias en edades tempranas para el desarrollo de los niños.

Uno de los principales problemas al cual no se le está prestando la atención suficiente desde el Estado ni de la sociedad es el consumo de sustancias ilegales en edades cada vez más tempranas. El magíster en Toxicología y especialista Sergio Saracco habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, 100.1 de San Martín y FM del Condado 96.9 de Luján, y señaló los riesgos que existen por el consumo de estas sustancias.

"Las cuestiones psicosociales tienen un impacto directo en lo que hace al consumo de estas sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central, psicoactivas, sean legales o ilegales. Dentro de las legales vemos como aumenta sustancialmente el uso de distintos psicofármacos por indicación desde el área de la salud mental, por los serios trastornos que se producen a nivel ansiedad, angustia, depresión. Y son suplidas, o también se tiene acceso porque encuentran que ayudan a paliar o a contener estos síntomas, otras sustancias psicoactivas de tipo ilegal", señaló Saracco.

El especialista marcó que las sustancias ilegales como la marihuana y la cocaína tienen características de reacción rápida y que son detectadas por controles policiales efectivos, algo que no sucede con las drogas de diseño: "Vienen creciendo importante a nivel de distintos países como Colombia, Ecuador, Argentina, Mendoza no escapa, que son más difíciles de detectar por los tests rápidos y que no son detectados por los canes. Esto es lo que hoy vamos viendo, algunas conocidas como tusi, o cocaína rosada. Se viene estudiando a través de algo que formamos parte que es el sistema de alerta temprana. Los distintos organismos están atentos a saber qué está sucediendo en la calle, no desde el punto de vista jurídico, judicial o policial, sino para poder alertar a los sistemas asistenciales para ver con qué nos encontramos y poder brindar apoyo médico a aquellos que ingresan con cuadros de intoxicación grave".

En referencia al fentanilo, la droga que mantuvo en vilo a varios países durante meses, el doctor Saracco señaló que se han detectado algunos casos con sintomatologías compatibles a la derivada de estos opiáceos: "Lo que busca en sí el narcotráfico es que afianza más rápidamente la dependencia a las sustancias y así poder generar más rápido "clientes". El hecho es que estos opiáceos como el fentanilo o el carfentanilo, que es el que contaminó esta droga en Buenos Aires y generó tantas muertes, genera una preocupación porque si no hay una buena racionalización de la dosis que trae cada porción que se distribuye, puede producir la muerte rápidamente porque deprime la función cardiorrespiratoria y estas son las complicaciones tan frecuentes en Estados Unidos. Esto hizo que se generara una alerta para que en los hospitales empiece a haber el antídoto que se usa para este tipo de sustancias, como la naloxona que es un antídoto específico para poder revertir estos casos tan graves".

En referencia al consumo de marihuana, el exministro de Salud de Mendoza señaló que existe una "banalización" y que sigue el camino que siguió en su momento el tabaco para presentarse como algo inocuo: "Esto ha hecho, ante la ausencia de políticas que alerten sobre el riesgo que hace al fumar una sustancia, que actúa directamente sobre el sistema nervioso central, a lo que se suma que hay receptores específicos que tenemos en nuestro organismo conocidos como cannabinoides 1 y 2 que modifican comportamientos y aspectos metabólicos. Esto se ha ido banalizando, con el autocultivo y haciendo creer falsamente que es menos peligroso que el tabaco".

Comparándolo con el tabaco, el especialista señaló que la nicotina es un estimulante que aumenta la frecuencia cardíaca y el riesgo de arritmias, mientras que la marihuana tiene efectos ansiolíticos depresores y modifican conductas: "A veces creemos que solo el alcohol puede impactar en lo que hace a accidentes viales, pero no estamos haciendo controles de cannabis que es como un alcohol que se fuma si lo queremos llegar a lo que altera los reflejos y los tiempos de respuesta y lo hace altamente peligroso conducir vehículos bajo el efecto de la marihuana. Por otro lado, esto que hace al autocultivo, porque antes lo que se consumía eran las sustancias que tenían un desarrollo más natural, selvático, con concentraciones erráticas del principio activo principal de la planta, de los más de 500 químicos, el que más impacta en el cerebro es el THC. Estos autocultivos, con semillas que son compradas y que tienen características de modificaciones que han ido haciendo que aumenten los niveles de concentración de esta sustancia, el THC, de valores de un 3 o 4% que tenían hace unos 20 años atrás, hoy superan ampliamente más del 25 o 28%. Es decir, fumarse un faso de estos que se obtienen con este desarrollo y esta industria de hacerlo ver como algo mágico pega en el cerebro gravemente".

Saracco señaló que se han visto pacientes que presentan alteraciones cardíacas y que el consumo de esta sustancia aumenta hasta 5 veces el riesgo de una muerte súbita, además de poder disparar trastornos psicóticos o paranoides: "Antes veíamos estos operativos donde se traía de países vecinos este producto químico y hoy lo que existe es esta venta y distribución entre vecinos y se ha generado un mercado que hace más difícil tener un control desde las autoridades y que lo hace más peligroso porque son sustancias que tienen mayor concentración".

Frente a esta problemática, el especialista también señaló que cada vez se comienza a consumir a menor edad, produciendo un riesgo grande al desarrollo cerebral: "El impacto que tiene es que produce alteraciones en áreas tan críticas como la memoria, la asociación de ideas. Aspectos que modifica a nivel metabólico, porque aumentan el riesgo de hígado graso, también a nivel insulina: hay múltiples trabajos que demuestran que aumenta el riesgo de tener una diabetes, que aumenta el riesgo de tener trastornos a nivel hepático y aumenta muchísimo el riesgo de tener fracasos a nivel educativo, que es cuando se da en estas áreas críticas del neurodesarrollo por debajo de los 18 o 20 años, que es donde más hay que trabajar para proteger esos cerebros porque son los adultos que después tendrán funciones ejecutivas o a nivel social".

Saracco señaló que el crecimiento de las drogas de diseño es una tendencia en todo el mundo y que al ser producidas en laboratorio se pueden realizar grandes cantidades sin ser detectadas: "Afortunadamente acá en Argentina está muy restringido lo que hace el uso de opiáceos, que es lo que generó esta gran epidemia en Estados Unidos. Pero si vemos acá, más del 80% de la publicidad son analgésicos, que no son psicoactivos pero actúan sobre el dolor. Te venden el mismo analgésico con distintos nombres buscando la solución mágica, rápida y efectiva para tus dolencias. Esto hace que cuando vas a un boliche o en algún lugar alguien te vende una de estas pepas para ser "la droga de la felicidad" tienen impactos negativos sobre la salud de las personas, por los efectos a nivel cardíaco y neurológico, pero también afectan en los comportamientos porque modulan químicos cerebrales como la serotonina, que me mejora el ánimo, y la dopamina, que es la clave de esto porque actúa en un área cerebral que es el sitio recompensa, que es lo que me engancha, por una cuestión fisiológica de la necesidad de que el cerebro exige más estímulos para obtener esa dopamina que busca a cualquier costo".

El exministro de Salud también señaló que no existen campañas para generar conciencia y es algo que debería realizarse desde la escuela primaria: "Hacer ver cuáles son los riesgos y las consecuencias que tiene por más que el nene plante la plantita en la casa, la riegue y la cuide, está cultivando un veneno que daña el cerebro, estamos afectando sus aspectos cerebrales, de comportamiento, de funcionalidad y lo más crítico, que nos diferencia del resto del reino animal, que es nuestro cerebro prefrontal y es donde tenemos que trabajar fuertemente".

Además,también señaló la importancia de no consumir ningún tipo de sustancias durante el embarazo: "Debería haber campañas por todos lados explicando que durante el embarazo, ni una gota de alcohol ni drogas, porque acá ya estamos decidiendo el futuro de los niños. Es más fácil echarle la culpa a las maestras, que las matemáticas son difíciles. Lo que tenemos que resolver es la calidad cerebral de esos niños antes de entrar a la escuela. un poco como decía el doctor Albino, protegerlo en lo nutricional, y protegerlo de sustancias dañinas a nivel neurológico. Entendemos el riesgo del plomo o el mercurio, pero no veo a nadie que se vuelva loco porque encuentre a un nene tomando alcohol, o el daño que genera el último primer día porque el alcohol es muy dañino para el cerebro en desarrollo. Por eso las bebidas dicen "prohibido el consumo a menores de 18", no la venta. Son sustancias neurotóxicas por debajo de esas edades".

Finalmente, el especialista señaló la importancia de tener muy presente este factor en el crecimiento de los niños: "Si no comprendemos que si no protegemos el cerebro de nuestros niños, vamos a estar complicados porque estos daños se hacen difíciles de recuperar y tampoco hay políticas que estimulen a este cerebro plástico y le permita una mejora sustantiva. Hay que trabajar fuertemente desde la secundaria, con actividades que permitan recuperar ese cerebro que está dañado. Por un lado, prevención; por otro acciones que nos permitan recuperar a esta realidad que hoy estamos teniendo en nuestra juventud". 

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