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Inkillay, dedicada al cultivo de cannabis, invertirá en Mendoza

Representantes de la empresa Inkillay le presentaron su interés al gobernador, Alfredo Cornejo. Los detalles sobre qué productos desarrollarán y donde se instalarán.

Durante la tarde del martes, el gobernador Alfredo Cornejo reveló detalles de su reunión con la empresa Inkillay, dedicada al cultivo especializado de Cannabis Medicinal de Altura en Tafí del Valle, Tucumán. Esta compañía manifestó su deseo de establecerse en la provincia con el objetivo de producir harina de cáñamo destinada a la alimentación, lo cual implicará una inversión significativa.

La compañía planea invertir más de un millón de dólares para iniciar sus operaciones, comenzando por importar la materia prima. No obstante, consideran la posibilidad de cultivar cannabis en el futuro, siguiendo el ejemplo de lo que se hace en el norte del país.

Inkillay es una de las empresas autorizadas por la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), responsable de aplicar la Ley 27.669 que regula esta actividad en Argentina. Según José María Videla, subsecretario de Relaciones Institucionales de la provincia, quien asistió a la reunión, la firma tiene la intención de establecerse en la provincia con una planta que producirá 15 derivados de la harina de cáñamo.

A pesar de que la empresa aún no ha determinado la ubicación específica para su establecimiento en la provincia (están considerando dos opciones en el Gran Mendoza), esta primera inversión generaría empleo para aproximadamente diez personas en el sitio que empezará a operar como un establecimiento alimenticio.

El cáñamo y la marihuana son derivados de la misma especie de planta, Cannabis Sativa, pero no son idénticos. Según la Ley 27.669, el "Cáñamo" o "Cáñamo industrial y/u hortícola" incluye las semillas, partes de la planta y sus derivados con un contenido de THC hasta el máximo establecido por la regulación.

Después de estar prohibido desde los años '70, en Argentina el cáñamo es considerado un superalimento y se puede consumir en forma de semillas o aceite, entre otros. La primera cosecha experimental de cáñamo industrial se realizó en 2023, tras 50 años, y fue añadido al Código Alimentario Argentino tras la aprobación de la Comisión Nacional de Alimentos (Conal).

Las semillas de cannabis son beneficiosas para la salud, contienen aminoácidos y ácidos grasos esenciales. Ofrecen proteínas de fácil digestión y una proporción balanceada de aceites esenciales que fortalecen el sistema inmunológico y afectan positivamente el crecimiento, la vitalidad y el estado de ánimo.

El aceite de cáñamo posee una relación ideal de ácidos grasos omega 6 y omega 3 y solo un 8% de grasas saturadas, entre otras cualidades.

La harina de cáñamo procesada tiene un 40% de fibra, con un 15% digerible, además de vitaminas y minerales. No contiene gluten, por lo que es adecuada para personas con celiaquía o intolerancia y es excelente para combinar con otras harinas, mejorando su valor nutricional hasta en un 20%.

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