Cuánta agua habrá en verano: de "normal a húmedo"
Pero, el Departamento General de Irrigación (DGI) ha señalado que siguen existiendo desafíos significativos en la administración del agua, en lo que respecta al uso agrícola y doméstico.
El pronóstico hidrológico para Mendoza indica que la temporada 2024/25 podría ser un año de caudales "normales" a "húmedos" en los ríos, lo cual es un cambio positivo en comparación con las recientes décadas de sequía.
No obstante, el Departamento General de Irrigación (DGI) ha señalado que siguen existiendo desafíos significativos en la administración del agua, particularmente en lo que respecta al uso agrícola y doméstico. La temporada inició el 1 de octubre de 2024 y concluirá en septiembre de 2025.
Durante la presentación del Pronóstico de Derrames este martes en la DGI, el superintendente Sergio Marinelli informó que los ríos Tunuyán y Grande tendrán un caudal superior al promedio, con pronósticos de un 105% respecto a un año normal.
Esto implica que la cantidad de agua en estos ríos excederá lo usual. Sin embargo, para otros ríos de la provincia, como el Diamante y el Atuel, se anticipa un caudal acorde a un año promedio.
Para el río Mendoza, que soporta una gran demanda de uso poblacional en la zona metropolitana, la situación presenta mayor complejidad.
Qué sectores consumen más agua en Mendoza
El río Mendoza, fuente de abastecimiento para una de las áreas con mayor densidad de población de la provincia, se encuentra en una situación de escasez relativa. Marinelli señaló que, tras deducir los 250 hectómetros cúbicos reservados para el consumo de agua potable, restan 980 hectómetros cúbicos para la agricultura y la industria.
A pesar de que este volumen es superior al de 2022, uno de los años más áridos registrados, no es suficiente para satisfacer todas las demandas, particularmente las del sector agrícola, principal usuario del agua en la región.
Si bien este año será mejor que el pasado en términos de caudal no alcanza para cubrir todos los usos. "Es un año medio, pero en un contexto donde la normalidad se ha convertido en la escasez", señaló Marinelli. Para comparar, se señaló que en 2022 el caudal del río Mendoza fue de solo 800 hectómetros cúbicos, pero en 2023 experimentó un incremento, alcanzando más de 1.000 hectómetros cúbicos.
Cómo influyen las condiciones climáticas en la gestión del agua
Las recientes nevadas y las cambiantes condiciones climáticas han tenido un impacto en las previsiones de caudales. A pesar de que las nevadas han sido moderadas, el superintendente señaló que el clima impredecible podría modificar las proyecciones. También recordó que el año anterior, un inesperado episodio de calor causó un derretimiento rápido de los glaciares, lo cual trastocó la gestión de los embalses y resultó en la liberación de más agua de la anticipada.
"Estamos viendo fenómenos climáticos extremos, como el viento Zonda y las temperaturas elevadas, que complican la gestión del agua. Aunque este año tenemos un mejor pronóstico, es fundamental seguir planificando a largo plazo", afirmó Marinelli.