Producción

El gobierno de Mendoza puso fin a la lucha antigranizo

Luego de años de controversias sobre su efectividad, el ministro Vargas Arizu explicó que serán ofrecidos créditos para colocar malla o cualquier otro sistema que haga más eficiente la producción.

Tras décadas de debatir sobre su efectividad o no, el Gobierno de Mendoza decidió terminar con el programa de la lucha antigranizo debido a los altos costos y el escaso impacto del método para combatir las tormentas. En su reemplazo, el gobernador Alfredo Cornejo lanzará un nuevo seguro agrícola y créditos a tasa cero, como una nueva estrategia para mitigar las tormentas graniceras.

Con esta medida, también se dará fin a la contratación de 4 aviones,  27 pilotos, 12 mecánicos y 38 operadores de radares.

Actualmente, el programa se ejecuta a través de Aemsa, una de las sociedades anónimas creadas por el Estado provincial en un 90% y un 10% por los municipios, pero principalmente, General Alvear. Aemsa cuenta con cerca de 80 empleados. Esta empresa dejaría de funcionar porque se termina el contrato.

Entre los argumentos que ha dado el ministro de Producción Rodolfo Vargas Arizu en declaracione radiales es que la efectividad "fue siempre incierta porque depende de muchas condiciones, depende que funcionen bien, de la pericia del piloto, de quién informa el radar dónde tiene que descargar las bengalas, de que los vientos no se lleven a otro lado  cuando las tormentas son de determinadas dimensiones, etc" 

 En su reemplazo, adelantó que habrá un nuevo seguro de riesgo agrícola para el sector agrario de la provincia: "con el dinero del programa se van a dar créditos dirigidos a colocación de mallas, para el uso eficiente de la energía, a uso eficiente del agua que tal vez es muchísimo más importante para el productor para que aumente su productividad; la única forma de que un país crezca, de que una provincia crezca, de que un productor crezca es que aumente su productividad"

 Para esto, el Gobierno cerró acuerdos con diferentes entidades bancarias.

Se trata de una decisión histórica, puesto que el programa comenzó a aplicarse de manera incipiente desde 1958, hasta que se consolidó en las últimas décadas con financiamiento propio. El años pasado, el gobierno invirtió más de 1.600 millones para reforzar el presupuesto del área. 

Sin embargo, la eficacia del programa siempre generó controversia. Sobre todo, por el presupuesto destinado cada temporada y la ferocidad de las tormentas, que provocaron en los últimos años grandes pérdidas en la producción local.


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