¿Qué se discute cuando debaten la privatización del Banco Nación?
Juan Di Paolo da cuenta en este artículo su opinión en torno a la importancia del Banco Nación y su posible destino.
¿Que representa el Banco Nación en términos financieros?
El Banco Nación, es la principal institución financiera del estado argentino. El BNA, representa 13 mil billones de pesos en depósitos en plazos fijos traducidos en la capacidad de ahorro de los argentinos. Estos billones implican, además el otorgamiento de créditos para la producción nacional. Desde las P.A.S.O en adelante, el stock de plazos fijos pasó de 18 billones de pesos a 13 billones al día de la fecha, disminuyendo significativamente la capacidad de ahorro y de poder adquisitivo de los argentinos. La privatización de los billones acumulados en el BNA y la falta de garantía de parte del Estado en el sector financiero, implica la incertidumbre de los ahorristas frente al escenario actual y la agudización de una política de endeudamiento individual de los sujetos.
El Banco Nación logra llegar al último rincón de la Argentina, con créditos y cuentas sueldo. La importancia del Banco Nación es el poder de direccionamiento del crédito en términos productivos e industriales. Dicha institución cuenta, también, con más de 700 sucursales en el interior del país, completando así la mayor ocupación territorial de una institución financiera.
Con la privatización de ese fondo, se pretende una subdivisión en la masa crediticia que sirva para paliar la crisis del consumo, causada por la desregulación de la economía mediante la liberación de los precios , la internacionalización de los precios de los alimentos, y la suba de las tarifas de los servicios públicos a partir de la privatización de la matriz energética. Algunos de los efectos negativos de la privatización y la subdivisión crediticia, son la disminución del déficit fiscal, el retiro del estado como garante de los depósitos bancarios de los ahorristas, la disminución del gasto publico y el achicamiento del estado. En términos territoriales, la privatización del BNA es comparable con la privatización de instituciones como la escuela o la policía.
¿Qué representa la deuda? La deuda se constituye como el nuevo modo de ejercicio del poder. La idea de deuda excede el campo especifico de lo económico. Para pensarlo, debemos ir al campo de la política y los cambios que opera la deuda en los modos de vida de las personas.
La universalización de la deuda se produce mediante distintos mecanismos económicos financieros. Los 3 mecanismos se refieren: 1-a los estados nacionales, 2- a los pequeños y privados, y 3- a los consumidores.
El primer mecanismo está sujeto a la deuda contraída por los Estados nacionales, los cuales necesitan obligatoriamente, endeudarse en el mercado financiero internacional.
El segundo mecanismo da cuenta de los procesos de endeudamiento de los pequeños Estados (municipales, provinciales, etc.), las empresas y las instituciones privadas, que también son susceptibles de contraer deuda.
Y, por último, se menciona a los consumidores, que a través de la disponibilidad de las tarjetas de crédito y billeteras virtuales, se insertan el dispositivo de la deuda permanente. Este mecanismo opera de dos formas: en primer lugar, a través de una apertura automática a la posibilidad del crédito, cada vez mas accesible. En segundo lugar, mediante la posibilidad de que la deuda sea permanente, apareciendo formas de consumo ligadas netamente a las formas crediticias (crédito automotor, obsolescencia programada, leasing, etc.), micro deudas que tienden a normalizar el estado de endeudamiento de los ciudadanos.
Los mecanismos previamente descriptos sustentan la construcción de la expansión de la deuda, la cual está atada a la expansión del capital financiero por sobre el capital productivo, y este proceso está conectado a la posibilidad de estructurar el futuro a través de una serie de dispositivos que permiten, ya no disciplinar al cuerpo humano, sino capturar el tiempo hacia adelante. Un ejemplo de esto son los planes de 84 cuotas, los créditos de billeteras virtuales, etc.
Esta expansión de la relación acreedor-deudor crea nuevas relaciones sociales transversales, por ejemplo, los trabajadores (capital- trabajo) se endeudan con su rendimiento en la producción, los consumidores (empresa-consumidor) con los créditos para sus compras, y los ciudadanos (Estado- ciudadano) con los servicios estatales. En conclusión, éstas están atravesadas por la posibilidad de endeudarse.
De esta forma, se hace responsable a cada deudor de su propia deuda y surge una moral que está implicada en la promesa de poder cumplir con el pago de esa deuda. Esto se completa con la idea del esfuerzo, de la recompensa y, no menos importante, del trabajo sobre sí mismo, para poder devolver el crédito y así asegurarse seguir siendo sujeto apto de crédito. Para esto, el deudor debe suponer que es libre de elegir contraer deuda. De esta forma, el control sobre los cuerpos y su docilidad se construye a través de la posibilidad de que éstos puedan vivir para pagar sus deudas.
Si se tiene presente que lo que se desregula y privatiza es todo el dinero de plazo fijo, y teniendo en claro que, en el esquema de crisis, la masa crediticia estará volcada al consumo de bienes suntuarios, afectando negativamente la economía siendo la deuda , una forma de disciplinamiento y control de la mayoría de los argentinos.
¿Cómo afecta la deuda a la vida cotidiana?
Este proceso concluye en la radicalización del endeudamiento de las familias y los individuos, siendo volcado al consumo de alimentos y servicios básicos, mediante el uso de billeteras virtuales que facilitan el crédito individual hasta casi convertirlo en un modo normalizado que no requiere de mayores requisitos.
Por otro lado, la liberación de las tasas de interés de las tarjetas representa otro frente de amenaza y descontrol en la contracción crediticia. En un contexto de pérdida del poder adquisitivo, el incumplimiento de pago de las tarjetas de crédito puede significar una profundización del endeudamiento. Si aumenta el cobro de intereses punitorios, sin regulación, con los altos niveles de endeudamiento de las familias argentinas, estos se transformarán en impagables, generando la quiebra económica de los ciudadanos. Si lo que se desregula es el costo financiero de los comercios que usen débito o crédito, y se retira el tope al uso de éstos, se producirá un aumento en el precio final o un "sobre cobro" en el caso de las tarjetas, trasladado a los consumidores. También puede producirse que las grandes cadenas concentradoras del consumo en Argentina puedan generar sus propias entidades crediticias, profundizando la concentración de consumo en sus establecimientos, en detrimento de los pequeños comerciantes.
Por último, la deuda como forma de control subjetivo también produce la radicalización del sentimiento de angustia, culpa, agotamiento, depresión, ansiedad, etc. Este panorama, atado a la modificación que la Ley Ómnibus propone sobre la ley de salud mental, podría generar que todos los argentinos que estén en una situación de agobio constante y permanente por el endeudamiento individual puedan entrar bajo el régimen psiquiátrico de la nueva ley.
La actual Ley 26.657 de Derecho a la protección de la salud mental, se modifica a través de la "Ley Ómnibus" habilitando a los jueces a facilitar la internación, incluso involuntaria, de personas con afecciones psiquiátricas y sin mediación previa de la junta interdisciplinaria, y la desregulación del régimen farmacéutico que posibilitará el libre acceso a medicación para soslayar las afecciones producidas por el esquema de endeudamiento. También establece la apertura de nuevos manicomios, bajo una lógica de la salud mental como método de control.
A modo de conclusión, se sostiene que la privatización del fondo financiero más grande que tiene el país, traducidos en los 13.000 billones de pesos, provocaría la subdivisión de la masa crediticia, afectando directamente a las economías familiares, a las pequeñas y medianas empresas, entre otros. En vez de volcar estos activos, con el direccionamiento del Estado a la producción, a la industria y a las Pymes, se vuelcan al consumo individual privado de la familia, lo que va a generar es un esquema de deudas o micro deudas gigantescas y permanentes, lo que van a producir a partir del encarecimiento de la vida en general, problemas que tienen que ver con la ansiedad y el agotamiento.
La universalización de la deuda y su afectación en la vida cotidiana, tiene implicancias en la afectación psíquica de los sujetos. Muchos de los problemas que afectan a la salud mental, ahora pueden ser medicalizados libremente o tratados psiquiátricamente a partir de la modificación de la ley, sin mayor control de las juntas interdisciplinarias.
EL AUTOR. Juan Di Paolo. Docente. Profesor en Historia.