Cárceles

Se activó a pleno el protocolo que surgió tras el motín vendimial

El sistema penitenciario de Mendoza puso en vigencia un protocolo especial para evitar cualquier posibilidad de inconvenientes durante la Fiesta Nacional de la Vendimia.

Está activo el "Protocolo Vendimia" en todas las cárceles de Mendoza. Esto no significa que vayan a coronar a nadie ni que se realicen actividades alegóricas, sino todo lo contrario. Es producto de las lecciones aprendidas que dejó el motín que afectó a la penitenciaría de Boulogne sur Mer, en plena Ciudad de Mendoza, justamente hace 20 años, en plena realización de la Fiesta Nacional de la Vendimia y que se originó durante un festival folklórico alusivo a la festividad.

En aquel momento todo fue un descontrol que llegó a ser controlado luego de casi tres días de trabajo por parte del entonces Ministerio de Justicia y Seguridad, que integraba a ambas carteras y a un comité especial que comandó la situación. Se logró el objetivo de que no muriera nadie durante el lapso que duró la rebelión, pero las secuelas se ven todavía en el edificio, a pesar de las numerosas refacciones. Y, además, dejó enseñanzas como el mencionado protocolo.

Se trata de una serie de medidas de cumplimiento obligatorio y que abarcan irremediablemente a todo el sistema penitenciario. Implica prácticamente declarar hermética a cada unidad penal. Durante los días de la Fiesta de la Vendimia se excluyen todas las actividades especiales, permisos y se cierra a cualquier actividad extra, visita de familiares e inclusive, los diversos cultos que ejercen su misión pastoral no pueden hacerlo.

Involucra además operativos de control intensivos en todas las instalaciones y la suspensión precautoria de licencias especiales para el personal. Las guardias pasivas deben permanecer activas.

El "Protocolo Vendimia" quiere impedir cualquier posibilidad de que un motín empañe la festividad, como ocurriera en el año 2000 con la presencia del entonces presidente de la República, Fernando de la Rúa, en Mendoza. En aquella oportunidad, tal como lo contó a Memo uno de los funcionarios que trabajó en la resolución en aquel año, Alejandro Salomón, "probablemente la gente ni se enteró, pero no hubo seguridad en la Vía Blanca ni en toda la Vendimia, porque había que conseguir que 1.500 presos no se fugaran".

Hoy, desde los penales se habla de una "situación normal", pero el protocolo es aplicable sin apelaciones desde el año 2001 en adelante, como medida precautoria. Y ahora está en plena vigencia.

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