El Opus Dei ni se apaga ni se acaba
Escribe Antonio Aradillas: "¿El "Opus Dei" se acaba o se apaga? El tiempo tiene -tendrá- la penúltima palabra. Por fin, gracias sean dadas a Dios, - y al 'hermano lobo Francisco', el papa ha dejado todo bien claro".
Y este es precisamente el propósito del papa Francisco al redactar y hacer público su "Motu Proprio" sobre el "Opus" - y que pasará a la historia eclesiástica moderna como uno de los capítulos más importantes; con el bárbaro título del latín medievalizado de "Ad charisma tuendum".
En la mente del papa, y siempre al servicio de la Iglesia, está por encima de todo la renovación-reforma, que no el "réquiem eternam", y el acabamiento, a no ser en casos extremos, y de por sí, condenados al apagavelas, después de haber apurado las soluciones humanas y divinas, de quienes jerárquicamente representan a Dios ante la colectividad, asamblea o Iglesia.
Y además, y esta es otra razón decisiva para muchos, ni podrá apagarse ni acabarse la "Obra de Dios" por excelencia y autonomía, así reconocida y condecorada por papas recientes, cuyo fundador está coronado y es conocido y reconocido nada menos que EL PADRE, que es como reza el epígrafe de la tumba en la que se venera su cuerpo en la iglesia prelaticia romana de santa María de la Paz, aun cuando algunos supongan que su cuerpo fuera trasladado al santuario aragonés de Torreciudad.
Y es que "ya vendrán otros tiempos. Y otros papas, que no se llamen Francisco, a secas, sino que a su nombre les sean añadidos los números imperiales que, de por vida, elección y consagración acompañaron a reyes y emperadores. Los papas no son eternos. Ya vendrán otros papas que no sean jesuitas y que además hayan sido personas ciudadanamente normales -soldados-, creadores y ejercientes de "Ejercicios Espirituales", y cuya capacidad de discernimiento tenga que ser pauta de conducta -formación- divina y humana".
Es sano y santo para la Iglesia y para la sociedad en general, llegar cuanto antes a la conclusión de que libros como "Camino", firmado por don José María Escrivá de Balaguer, editado y reeditado en variedad de formatos por todo el mundo, no solo hay uno más o menos "copiado". Hay muchos. Y todos ellos necesitados de que algunos de sus artículos o puntos de reflexión, aseveraciones, sugerencias y "cánones", demandan urgente revisión, replanteamiento y reforma. El Camino, con su "Nihil Obstat"- no el del "Opus", lo es el del Evangelio, que es senda, autopista, AVE, autobús -"colectivo"- o "tren de cercanías", desde el que por cierto el mismo Jesús se autoproclamó VERDAD y VIDA, además de CAMINO.
Tal y como testifica el papa Francisco, el del Opus deberá ser y será camino a recorrer y vivir con los pies en el suelo, en peregrinación y con zapatones similares a los suyos, y no con las cáligas semi litúrgicas que lo hicieron antecesores suyos, con devota mención para las diseñadas por Armani. Será camino que no precise de guías especiales episcopalmente consagrados, sino "Sucesores de los Apóstoles", diocesanamente establecidos por los cánones y sin privilegios discordantes.
El "Opus" - ex Obra de Dios con exclusión de tantas otras-, es posible que no se resigne a su terminación-RIP- en la Iglesia, acorazada de tantos privilegios religiosos, políticos y económicos, sobre todo en órbitas vaticanistas. Sus santos -los de su Obra-, estarán prestos a echarles una mano en circunstancias extremas.
¿El "Opus Dei" se acaba o se apaga? El tiempo tiene - tendrá- la penúltima palabra. El papa Francisco ya la ha adelantado con rigor canónico, honestidad, honradez, santo Evangelio y fiel interpretación del "sensus fidelium", de cuyos ecos la Curia Romana se siente indispuesta siempre a escuchar, hacer suya y hasta avecindarla en el registro oficial del Estado Vaticano.
Por fin, gracias sean dadas a Dios, - y al "hermano lobo Francisco", el papa ha dejado todo bien claro y, de momento -¡aviso a navegantes¡-, el Vaticano se está tomando ya en serio efectuar un análisis acerca de 15 Fundadores /as y 80 establecimientos religiosos, la mayoría de ellos "inspirados" por Juan Pablo II", con el fin de revisar sus Estatutos o Reglas , a ver si coinciden con el Evangelio, o solo o fundamentalmente con aviesos, o no "santos", intereses personales o de grupos.
EL AUTOR. Antonio Aradillas escribe en Religión Digital, fuente de esta columna, habitual medio de consulta sobre información religiosa. Sacerdote y periodista, autor de decenas de libros de pensamiento religioso y de rutas turísticas.