De la "falta de conducción" y otras coartadas

Estamos asistiendo en Mendoza, en estos últimos y vertiginosos tiempos, ha hechos políticos y sociales que debieran hacernos reflexionar en relación a sus razones profundas, sus contextos, y sus consecuencias.

Para ello es imprescindible superar las miradas sólo sectoriales, -aunque sopesar sus intereses-, partidarias y de corto plazo.

Señalemos, por ejemplo, mirando la epidermis de la rabiosa actualidad, el debate sobre el Presupuesto Provincial 2020, y el endeudamiento.

Sabemos que la sanción del Presupuesto, además de ser ley para cada ejercicio, es una dimensión de orden público, en primer lugar para la información ciudadana, que también es norma, y una herramienta necesaria para la decisión sobre políticas públicas, estrategias de mediano y largo plazo, es decir de políticas de Estado. El endeudamiento es también un instrumento para diseñar la Mendoza del futuro, seguramente en sus servicios que son derechos de la población, pero también en infraestructura: caminos, energía, tecnología, medio ambiente, generación de riqueza, etc.

Sabemos también, y vale la pena recordarlo, que los legisladores de ambas Cámaras no representan a los intendentes de los departamentos, ni a los sectores internos de sus partidos; representan en todo caso a los ciudadanos de los distritos por los cuales fueron elegidos.

Allí hay un primer e ineludible mandato. Con lo cual, tanto para proponentes u opositores, de cualquier iniciativa, la "falta de conducción" es una coartada para esconder mezquindades, incapacidades y cortoplacismo.

Se podrá argumentar que la legitimidad de los legisladores está fuera de discusión. Es verdad; pero en todo caso discutamos la forma de representación legislativa, la bicameralidad, las reelecciones, la duración de los mandatos, etc.. Es decir, la necesidad y urgencia de la reforma de la Constitución, que contiene muchos otros temas que exceden las pretensiones de este artículo En este sentido, el planteo de "no es la oportunidad", también es una coartada.

Mientras tanto, y quizás ajenos a los temas profundos, sumergidos en la cotidianeidad, los mendocinos seguimos sin horizonte.

Lic. Alfredo Bisquert Quinteros