Así dijo "adiós" Boris Johnson al "mejor trabajo del mundo"
El hasta hoy líder conservador no ha sobrevivido a sus excesos en pandemia, en particular a sus sonadas fiestas en Downing Street, al conocido como partygate, ni al más reciente escándalo del caso Pincher.
Boris Johnson habló en Downing Street para anunciar su renuncia al país y despedirse del pueblo británico. "Es la voluntad del partido tener un nuevo líder y un nuevo primer ministro". Jonhson hnombró a un nuevo gabinete que se mantendrá en funciones hasta que el nuevo primer ministro sea elegido. "El proceso de elección de un nuevo primer ministro deberá empezar ahora y el calendario se anunciará en la próxima semana", explicó.
Quién podría gobernar el Reino Unido tras la renuncia de Johnson
Boris Johnson empezó recordando que fue elegido con la mayoría más destacada conseguida por el Partido Conservador desde 1987 y el mayor número de votos desde 1979. "Quiero darle las gracias al pueblo británico por esta mayoría y este mandato. La razón por la que he intentado seguir con ese mandato en persona es porque pensaba que era mi deber y obligación con el pueblo británico. Es un inmenso honor haber dirigido los logros de este Gobierno", empezó por decir, justificando su resistencia a presentar la dimisión pese al abandono de su Gobierno.
Johnson lamentó la pérdida de confianza de sus compañeros de partido y ha asegurado que el nuevo líder contará con su apoyo. "Lamento no haber convencido a mis compañeros, pero nadie es indispensable en política así que el partido encontrará otro líder que pueda dirigir el país en estos momentos complicados. A ese nuevo líder le voy a apoyar y al pueblo británico quiero decirle que sé que hay muchas personas aliviadas y otras decepcionadas. Yo estoy triste por dejar el mejor trabajo del mundo", declaró.
Boris Johnson quiso destacar sus logros, entre los que incluye "el 'brexit' y la recuperación de la soberanía de este país", el haber "sacado el país adelante durante la pandemia" y haber "distribuido la vacuna más rápida contra la Covid" y también haber "liderado el apoyo a Ucrania" tras la invasión de Rusia.
Destacando que ser primer ministro "ha sido un honor", Jonhson terminó su declaración dando las gracias a su familia y sus colaboradores cercanos. "Quiero dar las gracias a mi familia y a los funcionaros de la administración, a todos los trabajadores por hacer una labor excepcional. Le deseo al nuevo ocupante de Downing Street lo mejor y quiero agradecer de nuevo al pueblo británico el privilegio que me ha otorgado. Vuestro interés será la prioridad", ha asegurado.
El hasta hoy líder conservador no ha sobrevivido a sus excesos en pandemia, en particular a sus sonadas fiestas en Downing Street, al conocido como partygate, ni al más reciente escándalo del caso Pincher.
Boris Johnson ya se despidió de la Reina Isabel II y empieza su sucesión
La situación de Johnson fue haciéndose insostenible a medida que la prensa británica publicaba fotografías e informaciones detalladas de 'reuniones' muy numerosas con comida y alcohol de por medio cuando la población estaba confinada y los contactos sociales estaban limitados al extremo para evitar la propagación de la Covid-19. La presión primero vino de fuera, pero no tardó en ser señalado por los suyos.
Sin embargo, el caso que ha terminado por dictar su fin fue el que ha involucrado a Chris Pincher. El alto funcionario del Gobierno está acusado de acosos sexual a dos hombres y de conducta inapropiada. La honestidad de Boris Jonhson se puso en entredicho después de que se desvelara que el primer ministro sabía de estas acusaciones cuando nombró a Pincher, pese a haberlo negado en múltiples ocasiones.
El líder de la oposición en el Reino Unido, el laborista Keir Starmer, ha considerado la dimisión de Johnson como "una buena noticia" para el país, aunque "debería haber ocurrido hace mucho tiempo". En un comunicado, Starmer consideró que el Reino Unido "no necesita cambiar al 'tory' en el poder", sino un "cambio de gobierno completo".
Hace apenas un mes, el primer ministro superó una moción de confianza entre sus diputados, pero salió herido. Obtuvo el respaldo de un 59% de ellos, menos que Theresa May en 2018 o mucho antes John Major y Margaret Thatcher.