Cepo de Trump al vino europeo: oportunidad aquí, lamentos allá y el ojo en Latinoamérica
Si se cierra el mercado estadounidense, en España esperan meterse con mayor fuerza en el mercado latinoamericano. Qué se dice en Europa al respecto.
El Comité Européen des Entreprises Vins (CEEV) dio a conocer un comunicado a mediados de enero junto a otras entidades vitivinícolas de Europa, con España, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido a la cabeza, en el que una de sus demandas era que se "eliminen todos los aranceles sobre el vino". Las transacciones entre la Unión Europea y Estados Unidos en esta industria superan los 5.300 millones de dólares. Es más, según una encuesta realizada por la Federación Española del Vino, "casi el 90% de las bodegas españolas considera que los aranceles adicionales de EEUU les afectarán gravemente (...), de mantenerse esta medida durante seis meses (hasta abril de 2020), sufrirían una pérdida en las ventas que podría oscilar entre un 35% y un 50%.
Si EEUU consolida su decisión, eso representaría una oportunidad en ese mercado para los vinos de otras latitudes, entre ellas, Argentina y Chile. Pero Europa no se rinde y exige cambios.
El gravamen del 25% anunciado en octubre pasado, podría subir hasta el 100% para todo tipos de vino. Teniendo en cuenta que el país norteamericano es el principal consumidor de este producto del mundo, y que Italia, Francia y España están entre los mayores exportadores, el temor a las consecuencias que estas medidas puedan tener sobre la industria a nivel global a crecido considerablemente, según lo analizó el diario español El Economista.
Es que eso se sumaría a la crisis del consumo. En los últimos doce años, el consumo de vino a nivel mundial nunca ha estado por debajo de los 24.000 millones de litros. En 2018, último dato disponible, el vino que se consumió en todo el globo alcanzó los 24.600 millones de litros, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), unas cuatro botellas por cada habitante. Para 2019, este organismo espera que se hayan producido entre 25.800 millones y 26.700 millones.
El presidente de Bodegas Emilio Moro de España habló con El Economista para conocer qué alternativas hay a EEUU. Es autor de "Si lo sabes escuchar, el vino te habla" (Gestión 2000), el libro que acaba de publicar, donde reflexiona sobre el mundo del vino, la bodega familiar que dirige y la forma en la que lo hace.
"Prefiero esperar y pensar que eso no va a suceder, y que va a entrar la cordura en este asunto", dijo sobre el arancel estadounidense. Y especuló: "Si tuviéramos que subir el precio de nuestros vinos, nos saldríamos del mercado, pero no solo nosotros, sino la mayoría de las bodegas españolas".
El plan parece ser buscar nuevos mercados. Moro desconfía del asiático, al que no ve preparado para ser atraído por el vino y centralmente, no ve a los vinos españoles incidiendo en el consumo de China. Por ello, sostuvo que, como alternativa al consumo en América del Norte, está Latinoamérica. "Es un área -dijo- en la que, si hay estabilidad, tenemos muchas posibilidades de afianzar nuestros vinos".