Informe

Con las ganancias que generaría Portezuelo se podrían construir 30 escuelas por año

Sigue sin definirse el futuro del proyecto hidroeléctrico, aunque son pocas las probabilidades de que finalmente se realice. ¿Por qué Portezuelo es la gallina de los huevos de oro?

En medio de la indefinición por el futuro del proyecto multipropósito Portezuelo del Viento y el incierto destino de los U$S 1.023 millones que terminará de recibir Mendoza en octubre de 2024, muchas propuestas se mencionan como alternativas a financiar con ese dinero; desde un plan general de obra pública, hasta la construcción del trasvase del río Grande al Atuel. Sin embargo, se deja de lado un factor clave: el flujo de dinero constante que implicaría la construcción de la represa en Malargüe gracias a la generación de energía, y no así otras propuestas mencionadas.

En primer lugar, si bien es una ecuación que se modifica con el paso del tiempo debido a las fluctuaciones del precio por mega que se inyecta al sistema interconectado, la generación y venta de energía con Portezuelo del Viento funcionando implicaría ganancias para Mendoza cercanas a los 66 millones de dólares al año. Así se desprende del Estudio Integrado de Impacto Ambiental, elaborado por la UNCuyo en 2019, basándose en los informes previos de las universidades de La Plata y del Litoral.

"Los ingresos anuales por generación eléctrica de la central aproximarían los U$S 66 millones hacia el año 2025", se remarcó en el apartado de Impactos Esperados sobre las Finanzas Provinciales y Municipales, incluido en el estudio de la UNCuyo. Hoy, ese dinero representaría unos 7.177 millones de pesos, al tipo de cambio minorista del Banco Nación, de $108,75 (si se pudiese contemplar el dólar blue, rozaría los 15.000 millones de pesos), y estaría disponible para múltiples usos, incluso para obras que se reclaman como alternativa a la construcción de Portezuelo.

Con 7.177 millones de pesos, Mendoza podría construir unas 30 escuelas al año, a un costo de $250 millones cada una, valor promedio que reconstruyó este diario consultando a empresas constructoras que recientemente han levantado edificios escolares. De la misma manera, se podrían realizar múltiples conclusiones sobre qué podría hacerse año tras año con el flujo permanente de dinero que generaría Portezuelo del Viento a partir de la venta de energía.

Por ejemplo, recientemente se anunció con bombos y platillos la licitación de una obra hídrica en Malargüe: la cuarta etapa de impermeabilización del canal Cañada Colorada, que costaría $38 millones. Ese proyecto podría financiarse con la energía que genera Portezuelo del Viento en apenas 46 horas. Incluso, alcanzarían tan solo 15 días "turbineando" para cubrir todas las obras hídricas que licitó Irrigación el último año ($304,6 millones). 

Dicho de otra forma, con la venta anual de energía producida en Portezuelo del Viento, se podría multiplicar por 24 la inversión en obras hídricas que realiza Irrigación anualmente: revestimiento de canales, entubados, planes de cegado, impermeabilizaciones, construcción de reservorios, entre otros proyectos licitados en 2021, cuya información es pública y de fácil acceso en el sitio web del organismo.

Por otra parte, el flujo de caja permanente que generaría una represa hidroeléctrica como Portezuelo del Viento también podría utilizarse para proyectos que son clave para Mendoza, pero que por diferencias políticas no se han podido materializar. Un caso es el GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) proyectado en Las Heras, para el que se frustró un crédito de U$S 20 millones del BID. De hecho, con 66 millones de dólares de venta de energía anual de Portezuelo, podrían hacerse tres GIRSUs por año y sobraría dinero.

Otro posible destino del dinero de venta de energía anual de Portezuelo del Viento podría ser el que propuso en su momento la gestión de Alfredo Cornejo: un plan integral de construcción de diques. En aquel entonces, se mencionó que Mendoza contaría con el dinero necesario para construir una represa cada cinco años. Al respecto, en ese lapso se podrían recaudar 330 millones de pesos, dinero suficiente para levantar la presa La Estrechura, aguas arriba del río Grande, entre otros proyectos similares previstos en ese cauce.

Un punto a destacar es que Mendoza podría comenzar a gastar el dinero de la venta de energía de Portezuelo del Viento incluso antes de que la represa esté funcionando: emitiendo un bono con los futuros flujos de caja de la represa como garantía.

Por todo lo anterior, ante las altas probabilidades de que Portezuelo del Viento no se concrete, al menos habrá que contemplar el flujo de dinero que generaría una obra de este calibre al momento de definir otro posible nuevo destino de los fondos; no será lo mismo gastar ese dinero en construcción de viviendas o revestimiento de canales, que en una obra que garantice una monetización permanente: otro dique -que probablemente tenga la misma resistencia de La Pampa-, parques de generación de energías alternativas, etc.

Pero no es solo eso lo que valoriza a Portezuelo del Viento. Más allá de la futura venta de energía, en el informe mencionado de la UNCuyo, también se cuantificó los beneficios que generaría una obra como Portezuelo del Viento en la economía en general: el impacto que tendría en el sector de la construcción, en el turismo y en las finanzas de Malargüe y Mendoza en general. "Aumentaría la capacidad instalada de plazas turísticas en 150 en cinco años y podría alcanzar las 1.200 hacia el año 2035", concluyó aquel estudio.

"En el año que inicie su construcción, Portezuelo del Viento permitiría incrementar el PBG del sector Construcciones de Mendoza un 8%; un 24% a los dos años y hasta finalizar con 6,5%", agregó.

Asimismo, en relación al mercado laboral, se especificó: "Considerando el empleo directo e indirecto, la fase de construcción de la presa creará un promedio de 1.138 puestos por año. Considerando todos los efectos ocupacionales mencionados, se podría generar un promedio de 1.200 puestos de trabajo por año entre el año de inicio y 2035; con picos de casi 1.700 puestos, y mínimos de 525 puestos".   

Mendoza ya dilapidó un resarcimiento millonario de Nación en la década de 1990, al no haber previsto un plan serio de desarrollo que contemple a múltiples actores y no solo a la vitivinicultura, cuyos referentes hoy en día insisten para ser los principales beneficiados con los fondos que siguen depositando desde Nación. 

Aunque no existe en Mendoza ningún otro dique o proyecto similar que pueda generar la misma energía y el impacto en la actividad económica que provocaría Portezuelo del Viento, al menos este tipo de obras debería contemplarse por encima del resto, ya que permiten monetizar los beneficios, generando un flujo de dinero permanente que seguirá ingresando a Mendoza una vez que Nación haya saldado su deuda.

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