Entrevista

El "padre" de la RTO en Mendoza: "El espíritu de la ley sufrió una deformación total"

Daniel Cassia, exdiputado del PJ Federal, fue el primero en proponer que en Mendoza la revisión técnica de vehículos fuera, por ley, obligatoria. Su proyecto se aprobó hace varios años en ambas cámaras de la Legislatura.

La Revisión Técnica Obligatoria, más conocida por sus iniciales RTO, parece una iniciativa nueva en Mendoza. Sin embargo, hubo un exlegislador local que fue el primero en proponerla y que se podría considerar, sin miedo a equivocarse, el "padre de la RTO". Se trata de Daniel Cassia, que en dos períodos (2003-2007 y 2007-2011) fue legislador.

Como diputado provincial que conformaba el monobloque del Partido Justicialista Federal (de Rodríguez Saá y Reutemann), Cassia presentó en 2011 el primer proyecto para que la revisión técnica de vehículos fuera obligatoria. Si bien tuvo gran consenso e incluso la aprobación de ambas cámaras de la Legislatura, por distintos motivos no prosperó.

Ahora, con una mirada retrospectiva, algo nostálgica pero principalmente crítica, quien es abogado de formación y volvió a su actividad privada en ese rubro luego de su paso por la política, asegura que la RTO actual está "absolutamente deformada" y perdió por completo su "espíritu".

-Se puede decir que usted, Daniel Cassia, es el "padre" de la RTO en Mendoza.

-Tengo tanto "hijos". Soy el padre de las modificaciones más duras del Código Procesal Penal, que primero me las negaron todas Cobos, y Cornejo cuando era ministro de Seguridad y después la propuso Cornejo. Soy el padre del juicio por jurado que primero me lo negó Cornejo con Cobos y después lo aprobó con Anabel Fernández Sagasti. De la ley de víctimas del delito también, aunque (Alejandro) Cazabán se negaba a aplicarla y por eso me enojé con el Celso (Jaque, exgobernador PJ).

-Ha tenido muchas discusiones en su paso por la Legislatura...

-Es que no es cortar pegar, no es así. Hay que generar un plan. En ese momento (2011), Mendoza estaba descolgada del mundo en tema Revisión Técnica Obligatoria, entre otras cosas. Porque acá tenemos una ley de tránsito diferente a la nacional, por ejemplo. Y en muchas cosas es así. En aquel entonces se creó el Sistema de Seguridad Vial Nacional que fue una iniciativa de Florencio Randazzo (cuando era ministro de Transporte de la Nación). Se implementó y había beneficios para todo el país menos para Mendoza que no quería adherir.

Yo el tema RTO lo estudié a fondo, me fui al sur del país, en Comodoro Rivadavia se venía aplicando muy bien porque es una zona minera y petrolera. Propusimos una ley parecida a la que habían trabajado las distintas provincias. En función de eso, tomamos ejemplos de lugares en el mundo porque hay empresas líderes que lo trabajan y desarrollan hace mucho. En Europa y en Ecuador, que fueron los primeros de América Latina, hay sistemas internacionales que se fabrican con el mismo lineamento.

Porque justamente, lo que se busca es unificar criterios en función del control. Esa era mi idea y había pensado en cómo implementarla. Se lo dije a todos los ministros de Seguridad de esa época, que era Gobernador el "Paco" Pérez.

La ley es de mi último período como legislador. Ahí también eran diputados Petri, Aguinaga, Majul, Kerchner. No había ningún improvisado, es toda gente que sigue trabajando en temas de Seguridad.

-¿Cómo le fue a su ley?

-En Diputados se aprobó por unanimidad. En Senadores también finalmente se aprobó por mayoría absoluta, incluso con votos radicales y demócratas. Pero no llegó a implementarse.

-¿Cómo ve la que rige actualmente?

-Nada que ver, hubo una deformación absoluta. Me parece que la intervención de Natalio Mema (por el actual secretario de Servicios Públicos) introdujo modificaciones muy negativas. Lo que él hizo fue convencer a Cornejo de que había que distribuir a la mayor cantidad de talleres posibles la realización de la RTO. Ahí rompió el espíritu de la ley. Porque mirando más allá de Mendoza, vemos que en Ecuador (país pionero) hay máximo dos proveedores.

Esto es porque el criterio es que el proveedor que realice la RTO, por las exigencias y los requisitos que se precisan, deber tener una tecnología absolutamente autorizada por todas las normas internacionales. Porque inclusive la distribución geográfica que yo había propuesto era que si había 2 o 3 talleres a lo largo de la provincia, obviamente la recaudación sería mucho mayor a que si se prestaba sólo en Valle de Uco -por poner un ejemplo- y por eso justamente debía haber talleres en los distintos puntos de Mendoza.

Así, el vehículo que vas a chequear tiene una línea unificada (en cuanto a la tecnología que se utiliza) que es exactamente igual en toda la provincia. Entonces, de esa manera, hay un criterio único. También, yo había propuesto un fuerte control por parte del Estado para que sea riguroso e igualitario en todo el territorio. Inclusive, habría que unificar los valores.

-Hay voces que manifiestan que podría haber un negociado detrás de la RTO. ¿Considera que puede ser cierto?

-El espíritu de la ley era unificar criterios en todos los aspectos. Después, les llenaron la cabeza a los gobernadores de que esto podía terminar en un negocio. Yo ya me había adelantado en ese momento y determiné que la empresa adjudicataria tenía la obligación todos los años de incorporar tecnología a la Policía Vial de la Provincia, por ejemplo. También, renovar vehículos, hacer controles aleatorios, etc. Todo para que eso no sucediera.

-Aliados al gobernador, como De Marchi o Scanio, también han criticado fuertemente la RTO.

-Sí, me sorprende porque el Partido Demócrata apoyó la ley en aquel entonces (2011). Pero obviamente que a mí tampoco me gusta cómo está ahora. Yo, que soy el padre de la RTO, bajaría a la actual. Está absolutamente deformada. Claro que hay que circunscribirse a la época. Si yo estuviera sentado en una banca, quizá propondría lo mismo que De Marchi pero por otros motivos.

-Más allá de la discusión política, hay mucha gente que argumenta que antes que la RTO debería estar el arreglo de las calles de Mendoza. ¿Qué lectura hace?

-Es que tienen razón, están hechas un desastre las calles. Vuelvo a contextualizar porque en ese momento había obras viales permanentes y no había tachas, por ejemplo, que le hacen mucho daño a los vehículos y además no hay cubiertas (por la escasez de venta) para reemplazarlas. Me parece importante recordar también que en la ley de mi autoría habíamos incorporado la obligatoriedad de incluir todo el sistema de control de alcoholemia. Pero como está actualmente es una deformación, perdió su espíritu y no es viable. 

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