Faltazo de dos perdedores y dos ganadores a la fiesta peronista de Santa Rosa

Las máximas figuras que exhibió el peronismo en la celebración del Día de la Militancia Peronista en Santa Rosa, tres días después de la derrota electoral, fueron Adolfo Bermejo, Flor Destéfanis, Fernando Ubieta y la diputada nacional Marisa Uceda. Y punto. Anabel Fernández Sagasti fue convocada por la poderosa agrupación La Cámpora a marcha con ellos rumbo a Plaza de Mayo y hubo tres ausencias que se notaron: los otros intendentes peronistas.

Entre los ausentes en Santa Rosa se anotaron:

- Matías Stevanato, que estaba recogiendo renuncias en su gabinete tras haberlas pedido luego del fracaso electoral en el que se impuso Cambia Mendoza en su comuna. Allí hay un pase de facturas mutuas a los dos Bermejo, Adolfo y Alejandro, que fueron candidatos. Y viceversa: intentan determinar si se castigó a la gestión local o fue un arrastre nacional.

Fotogalería del festejo militante del peronismo en Santa Rosa, en donde ganó

- Emir Félix, el sanrafaelino cuyo hermano, Omar, iba en las listas a la Legislatura y perdieron en la comuna que dominan. Lograron colar en el Congreso a Liliana Poponet, una contadora de su grupo local que no acompaña a La Cámpora, sino todo lo contrario.

- Roberto Righi, el lavallino que volvió a ganar y que fue el primero en atinar a formular una convocatoria sin falsear un festejo, cuando convocó a un gran frente que se vincule a la producción y que sume al Partido Federal, a los "verdes" y a Compromiso Federal, en un abrir de brazos para el retorno de peronistas que no se sintieron contenidos por el Frente de Todos.

- Martín Aveiro, nada menos que el jefe de campaña de esta elección, intendente de Tunuyán que secundó a Fernández Sagasti como candidato a senador nacional. Aveiro falló y formalmente es el responsable de que la campaña no haya dado sus frutos. De hecho, algunos ya dicen que le fue peor que al desplazado de la jefatura proselitista en las Primarias (PASO) Lucas Ilardo.

Fernández Sagasti ocupó la primera plana junto a Máximo Kirchner en la marcha de La Cámpora

Lo sucedido en Santa Rosa podría ser visto como una sobreactuación, en un mal momento anímico y cuando todavía no se hace la catarsis, de allí que se viera más dirigencia que militancia, y se podría decir que ningún vecino asistiendo espontáneamente, fuera de los que tenían "sí o sí" que hacer la puesta en escena.

La dimensión de la crisis del Partido Justicialista (que algunos ven como una oportunidad para reorganizarse) quedó graficada con el "derrotapalooza" de Santa Rosa.

"Más que nunca, es tiempo de gestionar y no de estas cosas", dijo un dirigente peronista a Memo al ser consultado sobre su ostensible ausencia en el acto.