Tribunal de Cuentas

Exfuncionario se fue a Cuba sin pedir licencia y fue imputado por fraude al Estado

Se trata de Mario Granado, ex subsecretario de Hacienda de Celso Jaque y actual auditor del Tribunal de Cuentas. Una denuncia anónima generó una investigación judicial. Fue imputado por fraude a la administración pública.

A raíz de una denuncia anónima que ingresó a la Oficina de Ética Pública, la Justicia inició una investigación y terminó imputando por fraude a la administración pública a un auditor del Tribunal de Cuenta que, además, ocupó importantes cargos en el Gobierno y Luján de Cuyo: Mario Granado, ex subsecretario de Hacienda de Celso Jaque y también a cargo de las finanzas durante la intendencia de Carlos López Puelles.

En aquella denuncia anónima inicial, se afirmó que entre octubre y noviembre de 2018 Granado se habría ido de vacaciones afuera del país, sin pedir licencia correspondiente: cobró por esos días. Esa información fue corroborada por la Oficina de Ética Pública y, ante la posibilidad de que existiese un fraude al Estado, recomendó al Tribunal de Cuentas que realice una denuncia penal e inicie un sumario.

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A partir de allí, a comienzos de 2021 se hizo la denuncia penal y se inició una investigación judicial, a cargo del fiscal de Delitos Económicos Flavio D'Amore, quien ya imputó al exfuncionario bajo la figura de fraude a la administración pública. Mientras tanto, el Tribunal de Cuentas (Granado es personal de planta permanente) ordenó que se inicie una investigación interna a cargo de la Oficina General de Sumarios de Casa de Gobierno.

Según consta en los registros de Migraciones, Granado estuvo afuera del país entre el 26 de octubre y 6 de noviembre de 2018; si bien en los papeles aparece Panamá como aeropuerto de destino, el punto final del viaje fue Cuba. Más allá de no pedir licencia, sí solicitó algunos días por "razones particulares": por estatuto, los empleados públicos pueden faltar a trabajar 2 días al mes y cobrar por esas jornadas. Entonces, acumuló esos "francos" de octubre y noviembre, pudiendo faltar 4 días sin ningún descuento de sueldo.

Contemplando estas 4 "faltas justificadas", de acuerdo con la investigación que realizó la Oficina de Ética Pública, habrían quedado otros cuatro días en los que no existe argumento para haberse ausentado. Sin embargo, distinta es la versión que da el exfuncionario de Jaque y López Puelles, que asegura que en el peor de los casos, fueron dos los días que faltó. De todos modos, esto será difícil de dirimir.

Por ejemplo, bajo el argumento de Granado, el 6 de noviembre, día que reingresó a Argentina durante la madrugada, él se habría presentado a trabajar. Sin embargo, al tener cierta jerarquía en el Tribunal de Cuentas, no debía marcar tarjeta en el reloj: Granado es Clase 13. "Eran otros tiempos. Yo tenía la autorización de palabra de mi director, que era Julio Braconi. Vos ibas, le avisabas al director que ibas a faltar un día y listo", comentó el auditor del Tribunal de Cuenta, en diálogo con Memo.

En ese sentido, ante la imputación del fiscal D'Amore, Granado apunta a que sea el exdirector del Tribunal de Cuentas -Braconi, su superior- quien declare ante el fiscal y ratifique su defensa. "En todo caso, serían dos días los que falté, pero el año y medio anterior yo trabajé una hora más por día, y uno también se lleva trabajo a la casa", continuó. Aquí, el hecho de que sean dos días y no cuatro sería sustancial, ya que podría "zafar" con apenas una suspensión.

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Sin embargo, de acuerdo con fuentes judiciales, incluso con dos días de ausencia podría avanzar la causa contra Granado. "Acá el problema va más allá de cuántos días faltó. Lo grave es que se aprovechó de una posición de privilegio, al no tener que marcar tarjeta en el Tribunal de Cuentas. Y, sabiendo que no regresaría a tiempo, no pidió licencia, lo que supone una actitud dolosa", manifestaron a este diario.

Granado es personal de planta permanente del Tribunal de Cuentas incluso desde antes de ser funcionario de Jaque, pero ocurrió algo curioso mientras ocupaba la Subsecretaría de Hacienda de Mendoza: en julio de 2011, a través del Acuerdo 5.433, firmado por el entonces presidente del organismo Carlos Farruggia, a Granado lo recategorizaron: pasó de ser Clase 11 a Clase 13, lo que implicaba un salto en el salario que lo esperaba mientras terminaba su gestión en la Provincia.

Lo mismo pasó oportunamente con quien era ministro de Hacienda de Jaque, Adrián Cerroni, y otro exfuncionario peronista: el exsubsecretario de Trabajo Sebastián Godoy Lemos.

Tras diciembre de 2011, Granado fue secretario de Hacienda de la Municipalidad de Luján de Cuyo y recién concluida la intendencia de López Puelles, regresó a su empleo original en el Tribunal de Cuentas. Pero meses después, en 2016, fue apartado temporalmente a raíz de la revisión que realizaba el organismo de las cuentas de Luján durante el periodo en el que Granado estaba a cargo de las finanzas del departamento. 

Sobre esto, vale aclarar que ni el Tribunal de Cuentas ni la Justicia llegaron a sancionar o imputar a López Puelles y Granado por la gestión en Luján entre 2011 y 2015, más allá de las denuncias que realizó en su momento el exintendente Omar De Marchi. Pero la situación del contador terminó complicándose por su rol como auditor del Tribunal de Cuentas, al no calcular el daño colateral que generaría irse a Cuba sin pedir licencia.

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