Sin asumir, Guzmán tendrá su primer test ante los mercados

Aunque todavía no estará en funciones, se espera que el comportamiento de los mercados este lunes sea una reacción al nombramiento del joven economista por encima de la opción de Guillermo Nielsen.

Todo lo que suceda este lunes puede ser una reacción al nombramiento del nuevo ministro de Economía, Martín Guzmán. Es que después de lo ocurrido tras las PASO y en la semana previa a la elección general, en Argentina los mercados son particularmente sensibles a las decisiones políticas, especialmente el cambiario.

La decisión de anunciar oficialmente los nombres del gabinete un viernes en la tarde parece una buena idea considerando los antecedentes mencionados, porque no se ve un efecto inmediato a los nombres elegidos ni un reacción complicada de los mercados, sino que se esperan 48 horas que permiten analizar mejor y ver con otro espejo lo que se puede venir.

Ahora, con el primer día de operaciones en todos los niveles desde la confirmación de Guzmán al frente de la negociación de la deuda, la atención será mayor y uno de los comportamientos que estará en la mira es el del dólar paralelo.

El viernes el blue cerró el $71, marcando aún mayor distancia del oficial y registrando una brecha del 14%. De por sí, por el cepo y la mayor cantidad de pesos circulantes por la fecha del año, se estima que habrá presión sobre el precio de la divisa paralela.

También podría haber mayor presión por las versiones que señalan que la administración de Fernández endurecerá el cepo y aplicará impuestos a las transacciones realizadas con tarjetas en el exterior, lo que motivaría a muchos a comprar ahora una divisa un 14% más cara para evitar impuestos que podrían estar entre el 25% y 35% por cada operación.

Además, habrá que ver qué sucede en Wall Street, donde los bonistas esperaban ansiosos definiciones y mayor conocimiento del plan económico. Así las cosas, será un lunes intenso y en el que hay que estar muy atento a la "palabra" de los mercados.

El acuerdo con el FMI

El futuro ministro de Economía, Martín Guzmán, espera tener cerrado un acuerdo con los bonistas y el FMI en marzo próximo, y postergar los pagos de capital e intereses hasta 2022, para dar tiempo a implementar un plan de crecimiento en la Argentina. Esas ideas forman parte del plan para la "sustentabilidad de la deuda" elaborado por el economista y que el presidente Alberto Fernández decidió adoptar, aunque los matices empezarán a develarse en las próximas semanas, estiman banqueros locales y fondos de inversión de Nueva York. La propuesta incluye un punto que puede causar algo de ruido entre esos fondos de inversión: "Reperfilar los intereses" de la deuda contraída por Mauricio Macri.Esto puede incluir bajarlos -Guzmán considera que se tomó deuda a tasas altas y corto vencimiento- o estirarlos para que la carga de vencimientos se alivie. La Argentina utilizaría esos dos años para converger hacia los superávits fiscal y comercial, que Guzmán considera "consistente con un reperfilamiento sostenible de la deuda, a una velocidad que no cree efectos macroeconómicos desestabilizadores", de acuerdo con una presentación sobre la deuda que realizó ante la ONU semanas atrás. En tanto, las negociaciones ya encaradas por Guzmán con el FMI buscarían convertir el crédito stand by de corto plazo ya concedido por US$ 45.000 millones, en otro de facilidades extendidas a una década.La Argentina debe afrontar en 2020 vencimientos con acreedores privados por casi US$ 36.000 millones. Más de la mitad de los compromisos son en el primer semestre, aunque casi el 60% de esos pagos son obligaciones en pesos. Para Guzmán, uno de los errores más serios que cometió el gobierno de Macri en materia de deuda fue subestimar el cierre de los mercados de deuda en 2018 y emitir demasiados títulos en dólares, que se triplicaron tras las fuertes devaluaciones. El futuro ministro sostiene que sólo cuando se cerró el acuerdo con los fondos buitre para salir del default en el arranque del gobierno de Macri, el Tesoro emitió deuda por unos US$ 30.000 millones. El PBI acumuló dos años de caída, el tipo de cambio pasó de $20 a $60 en 18 meses y la tasa de desempleo subió al 10%, sostiene un reporte elaborado por el propio Guzmán días antes de que Alberto Fernández lo convoque a su gobierno. El futuro jefe del Palacio de Hacienda considera inconveniente, además, cualquier intento de emisión de deuda cuando el riesgo país ronda los 2.500 puntos.

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