Modelos decisionales complejos

El economista, exdiputado nacional y exembajador en Chile, actualmente referente del Foro Diplomático en Mendoza, Carlos Abihaggle, aporta una "hoja de ruta" para reencauzar la toma de decisiones en la pandemia.

Carlos Abihaggle

La actual problemática que vivimos como sociedad fruto de las restricciones impuestas como consecuencia de la pandemia del covid-19 exige afrontarla sobre la base del diálogo social y el conocimiento científico de los aspectos sanitarios, económicos, sociales, geográficos y psicológicos.

Tanto a nivel nacional como de Mendoza tenemos un ámbito donde confluyen gobierno, empresarios, trabajadores y representantes del sector científico y tecnológico.

A nivel nacional tenemos el Consejo Económico y Social y a nivel provincial el Consejo Económico, Social y Ambiental.

Una hoja de ruta posible para alcanzar un modelo que plantee alternativas de decisión a los poderes ejecutivos sería el siguiente:

- Definición de una función objetivo que puede ser único o multiobjetivo. Único focalizado en un solo aspecto sanitario. O multipropósito con una función polinómica de diversas metas en lo sanitario, social, educacional, económico y de salud mental con ponderaciones variables de cada uno de ellos. Que luego pueden ser sometidos a una simulación de sensibilidad.
- Definición de las restricciones del caso. Tiene que ver, depende de si la función objetivo es uni o multi, con lo deseable en referencia a índice de pobreza, empleo, nivel de actividad económica, intensidad educativa, etc y lo real en relación a la capacidad de internación, ritmo de vacunación, intensidad de los testeos, recursos presupuestarios, etc
- Regionalización del país o de la provincia en su caso. Establecer la unidad geográfica mínima de análisis que puede ser aglomerados urbanos, departamentos, municipios, distritos o localidades dependiendo de la disponibilidad de información y de la focalización que quiera alcanzarse.
- Definición de las variables cuyo resultado se espera que el modelo contribuya a su definición: circulación de las personas, intensidad de los modos de transporte, gestión y administración de los establecimientos asistenciales públicos y privados, modos de desarrollo del sistema educativo en sus niveles y jurisdicciones, actividades comerciales, industria del turismo, reuniones sociales y familiares, transporte y conexiones nacionales e internacionales.
- Establecer los términos de referencia para el desarrollo del modelo en función de todos los puntos anteriores.
- Hacer una convocatoria pública a universidades, CONICET y centros de investigación privados nacionales para que presenten metodologías y alternativas para la formulación del modelo decisional.

En ese sentido, se conocen importantes aportes de investigadores argentinos en otros ámbitos en referencia a modelos de programación lineal así como el desarrollo de algoritmos aplicados a problemas complejos como el que vivimos actualmente.

- Seleccionar y apoyar al que brinde mejores soluciones.
- Ponerlo en ejecución y monitorear sus resultados a la luz de los indicadores que se obtengan de su realización.
- Evaluar si corresponde dictar una ley al respecto.

Por último, pero no por ello menos importante. Un proceso de esta naturaleza, aunque no sea perfecto, ayudaría sin duda a los poderes ejecutivos nacionales y provinciales a tomar decisiones más transparentes y con mayor conocimiento de las consecuencias de las mismas. Y a la ciudadanía a tener mayor confianza en los tiempos actuales de incertidumbre.

Carlos E. Abihaggle

Economista

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