Historia

Luis Lacalle Pou, familia de presidentes con pasado porteño

Un artículo escrito por Roberto L. Elissalde deja al descubierto el árbol genealógico del nuevo presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou.

Lacalle Pou, un presidente uruguayo con fuerte arraigo en Buenos Aires

Por Roberto L. Elissalde * 

En esta nota el autor asciende seis generaciones para contar la genealogía rioplatense del nuevo mandatario uruguayo. Un hallazgo imponente.

En el reciente comicio en la República Oriental del Uruguay fue electo presidente el doctor Luis Alberto Alejandro Aparicio Lacalle Pou, primer hijo varón del ex presidente Luis Alberto Lacalle Herrera, de ahí sus dos primeros nombres, Alejandro por su abuelo paterno Alejandro Pou y Aparicio sin duda por el héroe nacional Aparicio Saravia.

Hace casi una década, en ocasión del encuentro anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), eran los días del bicentenario de la Revolución de 1810 y Lacalle Herrera comentó que descendía por rama materna de una antigua familia rioplatense, por lo que algo tenía de porteño y usaba la palabra "colectivo" para referirse al autobús.

Dicho esto, el presidente electo del Uruguay tiene como ancestro al gaditano Antonio José de Herrera, hijo de Luis Herrera Falcón y de Francisca Caballero Grande, que tenía 17 años (había nacido el 4 de mayo de 1731) cuando embarcó rumbo a Buenos Aires en el navío "El Gran Poder de Dios" (alias)"El Amsterdam", propiedad de Fernando Sánchez de Madrid y Moreno de Mendoza, marqués de Casa Madrid. Sostiene el historiador José María Mariluz Urquijo que la nave era de construcción holandesa y que tenía "henchimientos de madera", atajadizos, mamparas y entarimados que estaban puestos "con artificioso disimulo y natural imitación", al decir del perito Pedro Cedillo. Sin duda, el negocio del contrabando había hecho, según se pudo constatar, que el propietario hiciera esas modificaciones.

Sabemos que el navío llegó a Buenos Aires en marzo de 1749 y que en él viajaba Cornelio Matías de Roo acompañado por su criado Carlos de Hereña; que el 12 de junio habría de casar con Petrona Javiera Cabezas, de una antigua familia porteña. Otro pasajero de la nave era Juan Eusebio Pérez de Arce. Digamos de paso, siguiendo a Mariluz Urquijo y Nelly Porro, que el marqués de Casa Madrid se quedó en nuestra ciudad unos años ya que motivos no sólo económicos lo retuvieron por estas tierras sino una amante a la que puso casa y dotó con buen confort ya que la lista de objetos que trajo no fue breve.

Vicente Osvaldo Cutolo sostiene que Herrera venía acompañando a este personaje, quien seguramente lo presentó al gobernador don José Andonaegui, quien lo nombró en la administración de los Reales Derechos de Alcabala, que consistían en un tributo que el vendedor pagaba al fisco en una compraventa, y ambos contratantes en una permuta. Permaneció allí dos años para pasar a la Escribanía de la Real Hacienda.

Algún trabajo afirma erróneamente que vino como "secretario del Cabildo de la Catedral del Notario Eclesiástico de Buenos Aires don Gervasio Antonio de Posadas". Es imposible sostener esto ya que Posadas nació en 1757 y recién ocupó el cargo de notario desde 1789. En la partida de bautismo de su hijo José Marcos, realizada en la parroquia de la Catedral el 26 de abril de 1766, se anota después del nombre del padre el empleo de Notario Mayor.

El 8 de abril de 1758, Antonio de Herrera casó en la iglesia de la Merced con doña María Isabel Izaguirre, porteña de 20 años, hija legítima de don Roque de Izaguirre y de doña Josefa Xibaja, actuando como testigos el vizcaíno don José de Lezica y su mujer doña Elena de Alquiza. Doña Josefa Xibaja descendía pero además se hallaba emparentada a antiguas familias porteñas, de Córdoba y de Tucumán que se remontaban a las fundadores siglo XVI. El testigo da una prueba acabada del prestigio social de los contrayentes. Alcalde ordinario, alférez real, llegó a ser uno de los vecinos más acaudalados de la ciudad desde mediados del siglo XVIII, reconocido como benefactor del convento de Santo Domingo y también es conocido por haber elevado a Luján al rango de villa y por ser benefactor del primer templo, hoy demolido, donde se levanta la actual Basílica.

El matrimonio procreó nueve hijos: María de los Dolores, Josefa Cayetana que casó con el limeño Félix Francisco Sánchez de Celia con descendencia; Teresa del Corazón de Jesús, María Vicenta Inés Josefa que casó en primeras nupcias con Alejandro Posadas Bernabeu y en segundas con Pedro Castellanos Izaguirre, con descendencia de su primer matrimonio; Francisca Petrona; Luis Fabián, a quien nos referiremos más adelante; Antonio Gregorio, José Marcos y Diego.

Luis Fabián Sebastián José de Herrera nació el 20 de enero de 1763 y no de febrero, como se consigna en alguna página. Fue bautizado el 24 de enero en la iglesia de la Merced por el canónigo Francisco Antonio de Goicoechea, siendo su padrino don Pedro Moreno Dávila. Recibió una educación conforme a la posición social de la familia. El virrey Nicolás de Arredondo lo nombró oficial de la superintendencia del Virreinato.

El 4 de setiembre de 1793, con autorización del provisor del obispado y de don Vicente Arroto, párroco de la iglesia de la Merced, el clérigo don Antonio de Herrera presidió el matrimonio de Luis Fabián de Herrera con Gervasia Josefa de Basavilbaso y Ross, de 24 años, hija legítima de don Francisco Antonio de Basavilbaso y de doña María Aurelia Ross, quienes fueron testigos de la boda. Si este clérigo es el padre del novio, que había adquirido el estado clerical después de enviudar, es una incógnita.

Con experiencia administrativa, Luis fue trasladado como contador a la Real Aduana de Montevideo y adhirió a la Revolución de Mayo, por lo que fue expulsado en 1811 de esa ciudad. Pasó al Ejército sitiador, donde sirvió en la comisaría del mismo y luego a Buenos Aires, donde finalmente fue Contador Mayor del Tribunal de Cuentas, en cuyo empleo falleció en 1813.

El matrimonio de don Luis y doña Gervasia procreó ocho hijos: la mayor, Cipriana Justina Mercedes Josefa María de los Dolores Herrera, que casó con el oriental Francisco Joaquín Muñoz, de quien descienden al presente entre otros el embajador José María Cantilo, Magdalena Ruiz Guiñazú y Juan Luis Gallardo, entre otros; Concepción, María Ignacia, Rosa María, que casó con el general Carlos Federico Lecor, barón de Laguna y gobernador de Montevideo; Pastora María Josefa; Josefa Justa, que casó con Laureano Anaya; Luis Rufino, que sigue en el párrafo siguiente; y Mercedes Herrera Basavilbaso.

Luis Rufino nació en Montevideo el 25 de noviembre de 1806, cuando la ciudad se encontraba en espera de un ataque a raíz del desembarco de las tropas británicas en Maldonado y San Carlos, donde había sido muerto el marino Agustín de Abreu, uno de los defensores de la última ciudad. De joven fue militar y actuó en Ituzaingó, pasó en Europa la Guerra Grande y fue ministro de Guerra del presidente Bernardo Berro en 1863. Falleció en Buenos Aires seis años más tarde. Se había casado en Montevideo el 8 de julio de 1829 con Inés Pérez Muñoz, con la cual tuvo cuatro hijos.

El mayor de ellos, Juan José de Herrera, fue el fundador del Partido Nacional, y de su matrimonio con Manuela Quevedo y Antuñana nació Luis Alberto de Herrera, periodista, político e historiador, líder por más de 50 años de ese partido, que a su vez casó con Margarita Uruarte Olascoaga. De ese matrimonio nació María Hortensia Herrera, a quien pudimos conocer cuando se inauguró el monumento a su padre en Buenos Aires, quien llegó a los 98 años. Ella casó con Carlos Pedro Lacalle y fueron los padres de Luis Alberto de Lacalle Herrera, abogado, político y presidente del Uruguay entre 1990 y 1995. De su matrimonio con Julia Pou nacieron tres hijos, entre ellos Luis Alberto, un nombre que se ha repetido en muchas generaciones familiares y que la Corte Electoral ha confirmado como presidente electo de la República Oriental del Uruguay, cuyo mandato comenzará el 1º de marzo del año próximo.

Así recorrimos las seis generaciones desde aquella que fundara en Buenos Aires don Antonio de Herrera para llegar al presente. Mucho más nos queda por comentar de esta familia y sus vinculaciones y parentescos, como nos dijo el historiador uruguayo Bolívar Baliñas, que son "parte indisoluble de la gran historia rioplatense", lo que dejamos para otro momento.

* Historiador. Miembro correspondiente del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y de la Academia de Historia Marítima y Fluvial. Un artículo publicado por Gaceta Mercantil.

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