Claves para entender el nuevo escenario de tensión y posible estallido social en Chile
Durante cuatro noches consecutivas se registraron protestas contra la administración de Sebastián Piñera, a pesar de los toques de queda decretados en medio de la cuarentena. El peor escenario aún está por venir y de qué forma se podría evitar.
Después del estallido social que arrancó en octubre de 2019 y que se logró atenuar debido a la llegada de la pandemia de coronavirus y la votación en la que se decidió hacer una nueva constitución, la administración de Sebastián Piñera está frente a un potencial "estallido 2.0".
Durante las últimas cinco noches las calles de Santiago y otras regiones del vecino país fueron escenario de protestas y violencia, a pesar de que existe un toque de queda para todo el territorio durante las noches. La razón es la decisión del Gobierno de recurrir al Tribunal Constitucional para evitar un tercer retiro de fondos de pensiones desde las AFP para que los ciudadanos enfrenten la crisis económica.
Para entender lo que sucede, lo primero es saber que en medio de la aplicación de las medidas restrictivas, que tal como en la Argentina significaron la imposibilidad de desarrollar muchas actividades económicas, surgió la idea de permitir a la población recurrir a un retiro del 10% de sus fondos previsionales para tener dinero fresco para enfrentar la crisis.
Primer retiro
En Chile funcionan las Administradoras de Fondos de Pensiones, AFP, lo que acá fueron las AFJP. Son 11 millones de personas con cuentas individuales con fondos para su etapa de jubilación y de la cual conocen el saldo en todo momento. Eran 11 millones de cuentas con dinero que está, pero que no podían tocar.
Por eso, y ante la imposibilidad de que el Estado pudiera llegar de manera efectiva con asistencia a todos los sectores de la sociedad, se presentó un proyecto en el Congreso para permitir una reforma constitucional provisoria que diera luz verde para que esos 11 millones de chilenos pudieran retirar el 10% de sus cuentas de las AFP.
Aunque arrancó con un apoyo tibio de la oposición, cuando inició su tramitación la idea tomó forma y hasta consiguió el apoyo de algunos legisladores oficialistas. El proyecto se aprobó y en julio las AFP comenzaron a pagar el 10% a los afiliados lo solicitaban. El dinero circulante permitió reactivar muchos sectores de la economía, principalmente el comercio, pero también bajó el nivel de endeudamiento de los chilenos.
Segundo retiro
Ante la prolongación de la pandemia, a fines del año pasado se presentó un nuevo proyecto para un segundo retiro de 10%. Tal como el primero generó mucho debate, pero volvió a contar con el apoyo de parlamentarios oficialistas (en mayor medida que el primero) y comenzó su tratamiento en ambas cámaras legislativas.
El Gobierno de Piñera se opuso y anticipó que recurriría al Tribunal Constitucional (TC) -entidad que debe resguardar el cumplimiento de la carta magna trasandina- asegurando que el Congreso excedía sus atribuciones. Ante el malestar social que generó esa posición que tomó el Ejecutivo, Piñera decidió presentar un proyecto propio para el retiro del 10% y a la vez ir al TC para frenar el texto de la oposición.
Finalmente se aprobó el retiro que envió el Gobierno y el TC -tiempo más tarde- le dio la razón al Ejecutivo en el caso y consideró inconstitucional el proyecto legislativo. De igual manera, se concretó un segundo retiro de fondos previsionales que comenzó a ser pagado en diciembre.
Tercer retiro
Tras el avance en el número de casos y la aplicación de una nueva cuarentena estricta en Chile, se volvió a la misma receta y un grupo de diputados volvió a presentar un proyecto para un tercer retiro desde las AFP.
En cuanto surgió la posibilidad de comenzar a discutir el proyecto, la administración de Piñera advirtió que recurriría nuevamente al TC. A pesar de eso, se avanzó con la tramitación y la semana pasada se aprobó en Diputados con un amplio apoyo de legisladores oficialistas que le pedían al presidente que no vaya al TC.
Desde La Moneda advirtieron que era inminente la presentación de un recurso para frenar un tercer retiro y, a cambio, señalaron que se intensificaría la ayuda para las personas que lo necesitaran a través del denominado bono de clase media y del IFE, algo parecido a lo que se hizo en Argentina, pero con un monto mayor.
Con el proyecto aprobado en Diputados, el Senado lo tramitó en comisiones y lo despachó a la sala el lunes. El martes el Ejecutivo anunció que hizo el pedido al TC para declarar inconstitucional la medida. Coincidió con el lanzamiento de la ayuda social y los mensajes de millones de personas en las redes sociales mostrando los mensajes que les indicaban que no cumplían los requisitos para tecibir un bono. Eso calentó los ánimos y ese mismo día comenzaron las manifestaciones y los cacerolazos nocturnos.
A pesar del pedido del Gobierno al TC, el Senado votó el jueves y aprobó en la sala el tercer retiro con muchos votos oficialistas, despachando el proyecto de nuevo a Diputados porque se le hicieron algunas modificaciones. En paralelo, el Ejecutivo anunció que ampliará la ayuda social, pero sin conseguir bajar el nivel de molestia de la población.
Finalmente el viernes, Diputados volvió a aprobar el retiro de las AFP y con un amplio apoyo de los representantes de partidos de gobierno. Ahora, con la ley lista para ser promulgada, se espera para el martes la decisión del TC, la cual definirá si es posible o no avanzar con la medida.
Posibles salidas
En el oficialismo legislativo le pidieron y siguen solicitando a Piñera que retire antes del martes el pedido que hizo al TC y permita el retiro de fondos previsionales. Argumentan un posible efecto en las calles y también temen el impacto que puede tener en los procesos electorales que se avecinan. Hay especial preocupación por la elección de los constituyentes que se encargarán de redactar la nueva constitución chilena.
Ante ese panorama, en La Moneda analizan qué medidas tomar, pero el presidente estaría inflexible con el pedido al tribunal. Sin embargo, algunos especialistas señalan que el TC podría fallar distinto al pedido anterior y sorprender dándole luz ver al proyecto. Eso por las modificaciones que se le hicieron al texto respecto al segundo retiro que ya consideró inconstitucional.
Ante el malestar social en aumento, tampoco se descarta que se presente un proyecto del Gobierno para un tercer retiro, tal como ocurrió a fines del 2020.
Lo cierto es que el clima social en Chile se caliente en medio del proceso de vacunación que casi llega a las 8 millones de personas inoculadas, pero que mantiene cuarentenas estrictas hace más de un mes en muchas zonas del vecino país.