Editorial

Mucho covid, pocas vacunas, demasiado Ginés

Una serie de omisiones dolosas ponen al ministro de Salud frente a un escenario que no resistiría ningún otro ministro.

Memo

Dos omisiones del ministro de Salud Ginés González García dejaron al gobierno, y especialmente a Alberto Fernández, en offside durante un partido en el que se define la vida o la muerte de millones de personas: la posibilidad, o no, de inmunizar a los más expuestos a la pandemia de covid-19.

Hoy, meses después del primer acuerdo con Rusia, se supo que la vacuna Sputnik V no puede ser aplicada a mayores de 60 años, ni más ni menos que la población de mayor riesgo ante el nuevo coronavirus. Y lo dijo el propio presidente ruso, Vladimir Putin, ante el silencio de meses de Ginés.

Dos días atrás, González García "se dio cuenta" que Argentina no tiene la infraestructura ni la logística necesaria para el mantenimiento y distribución de la vacuna más exitosa hasta el momento, la de Pfizer, cuyas dosis requieren una temperatura de almacenamiento de 70 grados bajo cero.

Otro problema: la vacuna rusa no puede aplicarse a mayores de 60 años

Ante eso, la farmacéutica exigió al Gobierno argentino que la deslindara de responsabilidad ante el eventual daño que originase en una persona la aplicación de una vacuna Pfizer que no se conservó adecuadamente, lo que el ministro de Salud se negó a aceptar.

Ginés no contó ni una ni otra cosa en tiempo y forma; y lo más grave es que en lo privado habría actuado de la misma forma, especialmente durante las negociaciones con Pfizer, ocultándose información el presidente Alberto Fernández, quien carga con una mochila de promesas incumplibles.

Ni la vacuna de Pfizer, que sí se puede aplicar a los mayores de 60, llegará tan pronto como lo había anunciado Fernández, ni la vacuna rusa Sputnik V servirá para inmunizar a la población argentina que más necesita las dosis (mayores de 60 años).

Por ello, Argentina se encuentra en un punto de no retorno: ya inició las negociaciones con Rusia por una vacuna que, hoy en día, no sirve. Y el plan B más inmediato, el acuerdo con Pfizer, sufrió un traspié inesperado que no encontrará solución en el mediano plazo.

Por qué no se acordó con Pfizer: así lo explicó Ginés González García

Por mucho menos, por muchísimo menos, en 2009 Cristina Kirchner echó a Graciela Ocaña, la ministra de Salud de su gobierno durante la pandemia de Gripo A. Once años después, Argentina podría entrar a la segunda ola de contagios con pocas vacunas y demasiado Ginés.

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