Mostrando la hilacha: ¿papelones políticos cotidianos?
"La imagen de la clase política se nos cae a pedazos como en un paradójico revival del retrato de Dorian Gray. Y es tan difícil creer que estas personas que hoy miramos azorados en situaciones inverosímiles e inexplicables, sin excusa suficiente puedan obrar en nuestro nombre y por nuestro bien...".
Ya corrió la voz, está en todas las redes... en las sesiones de Diputados puede suceder cualquier cosa, incluso una escena erótica.
Qué triste y vulgar manera de pasar a la historia....
No nos enteramos de la existencia de algunas personas hasta que cometen furcios mayúsculos, nunca por un argumento digno de ser escuchado incluso por las generaciones venideras, ni por un aporte decisivo, ni por una discusión honorable como debería ser en la Cámara...
¿A quienes representan? ¿Se han preguntado eso?
Nos está faltando inteligencia, prudencia (en tanto orientación al bien común), contenido ético...casi como adolescentes aletargados y perezosos, algunos legisladores esperan su turno para levantar la mano acordada de antemano...nada de prestar atención a un debate que ya se extravió porque se negoció previamente y a veces, sin ni siquiera tomándose la molestia de tener algo para decir...algunos congresistas se pueden distraer con otras cosas que no son precisamente el bienestar de la gente que los eligió, razón de principio por la que ocupa su sitio. El sistema concebido es bueno...solo que lo fuimos corrompiendo.
¿Qué nos pasa?
La imagen de la clase política se nos cae a pedazos como en un paradójico revival del retrato de Dorian Gray. Y es tan difícil creer que estas personas que hoy miramos azorados en situaciones inverosímiles e inexplicables, sin excusa suficiente puedan obrar en nuestro nombre y por nuestro bien...
Cada día se nos vuelve más lánguida la mirada...y se rompe a jirones la credibilidad de tantos personajes que sería mejor que se dedicaran a otra cosa.
Derrumbe anímico por tanto trapo sucio y tanta estupidez cometida, tanta palabra desafortunada, tanta saraseada que nos hiere profundo...porque de todas maneras la boleta de la luz me llegó hoy y deberé pagarla igualmente, ya tengo que cambiar las cubiertas traseras del auto y si pudiera ahorrar ya no entiendo bien de qué modo seria eso posible.
El cansancio se nos hace sentir en los huesos, tenemos ansias de decencia y de coherencia.
Basta de contradicciones y de inconsistencias.
No me asusta un hombre estimulado sensualmente por un seno, me estremece que ese hombre sea parte de una discusión legislativa en ese mismo momento y que sigamos cubriendo en nuestro sistema democrático y representativo a personas que estén tan desprovistas de talentos como para que no tengan nada más que hilachas para ofrecernos.
Hay quienes ya deberían renunciar a sus cargos aunque más no sea porque de la imprudencia y de las insolventes contradicciones no se vuelve; quienes no deberían intentar retornar ni asumir las banderas de un Pueblo que espera honestidad y que no tiene dueño político...ya no, ya no, ya no...y quienes, finalmente, deberían asumir sus errores, fracasos y delitos.
Qué fabuloso invento el internet, las redes, etc. etc., hay registros que no necesitan palabras ni explicaciones.
La plataforma web usada para sesionar, hoy le dio la chance a toda nuestra sociedad de tener una clase de ética, una vez más.
Aprendamos.
El mundo vive una tormenta que nos necesita cobijados en una convicción más profunda e indispensable que lo político.
Lo político se queda corto y estrecho. Parece incluso mezquino y chato.
La supervivencia, la salud, el bienestar, el desarrollo, la paz y la justicia, el planeta todo, la vida toda, cuidar de ella, son tareas humanas trascendentales. Son nuestras tareas. Mis tareas. Tus tareas.
Lo político es sólo una herramienta eficaz o un estorbo.
Aprendamos.