El verdadero modelo universitario de Milei y por qué no puede revelarlo

El Gobierno se prepara para la primera manifestación callejera con una marcha que excede el nombre de los convocantes, y aún de los que asistirán. Es el primer tema que se le impone en la agenda a la Casa Rosada. La universidad pública es un activo nacional.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

De lo que no quiere hablar Javier Milei es de su modelo universitario. Sus voceros aseguran que no va a cerrar la universidad ni aunque quisiera, pero sus asesores más cercanos aseguran que el proyecto es que las universidades y los hospitales públicos se autofinancien, "a largo plazo". "Hoy la población no tiene los ingresos como para hacerse cargo de ese gasto también", dicen al lado del Presidente. Pero, claro, no es tiempo de reconocerlo en público, mucho menos en este momento dramático en términos de ingresos en relación al fenomenal aumento de servicios, prepagas, escuelas, expensas, transporte público, combustible.

Por eso es que el Gobierno se apura a cerrar el debate y sentenciar que "la discusión presupuestaria con las universidades nacionales y hospitales públicos está saldada". Convencido, lo afirmó el vocero presidencial en conferencia de prensa. "Presupuesto acordado y transferido", aseguró. Pero cuando se le cuestiona que el Consejo Interuniversitario Nacional que integran 57 universidades nacionales no acordó nada con el Gobierno, porque jamás fue convocado, y que el problema presupuestario subsiste, porque solo se resolvió el 5.5% del 72.4% de caída presupuestaria en relación al año anterior, contesta con información errónea. El Gobierno dice que se trata de un aumento del 70%, pero este porcentaje es solo de un ítem del presupuesto, como bien saben en Casa Rosada.

Adorni negó que el Gobierno busque cerrar las universidades

Es por eso que Manuel Adorni solo apela a repetir los nombres de algunos de los asistentes a la Marcha Universitaria de hoy, o los que llamó el "tren fantasma", la presencia de Sergio Massa, Axel Kicillof, Juan Grabois, Máximo Kirchner, la CGT, la CTA, Emiliano Yacobitti, organizaciones de izquierda, movimientos piqueteros. "Si alguien cree que le pueden quitar legitimidad a un gobierno sea éste o cualquier otro, es trágico", agregó Adorni.

La otra argumentación del Gobierno es sobre las auditorías. Aquí es más eficiente la comunicación oficial. Por la Constitución Nacional, las universidades nacionales son autónomas, lo que significa que es autogobernada y sus autoridades deben ser elegidas sin injerencia del poder político, decidiendo sus propios estatutos y programas de estudio. Por otro lado, la lucha universitaria tiene una tradición de lucha que viene desde 1918 cuando se proclamó la reforma universitaria. En términos políticos, fue siempre un bastión radical con el que no pudo ni siquiera el gobierno de Carlos Menem, aunque por la creación de universidades en el conurbano bonaerense, el peronismo tiene alta incidencia también.

La hegemonía de estas dos grandes fuerzas políticas que pueden realizar acuerdos espurios a espaldas de cualquier control provoca sospechas de parte de la opinión pública, y seguramente se requiere una inversión en auditorías independientes y responsables, también un análisis de la viabilidad de muchas universidades creadas, aunque lo cierto es que nadie del Gobierno creó un ámbito propicio para discutir eso, ni nada. Lo dijo por ejemplo ayer por la mañana, en X, un profesor de economía llamado Juan Carlos Hallak se lamentó en un largo hilo de posteos porque "el gobierno no propone un marco adecuado para discutir, argumentar, buscar soluciones. Tampoco muestra idoneidad para la tarea. Principalmente, propone el ataque y desprestigio generalizados. En mi opinión, la receta para que lo que tenga cambiar, no cambie".

Por último, es verdad que no se auditan a las universidades nacionales en su totalidad. La Auditoría General de la Nación, que es un organismo del Congreso, solo lo hace por muestreo en forma anual. El año pasado auditó el presupuesto 2018 de la Facultad de Psicología de la UBA. "Y años previos auditó los presupuestos de otras universidades como Formosa, Litoral, Rosario, Chaco, Austral", según declaró para Memo el expresidente de la AGN, Jesús Rodríguez. Especificó que es la SIGEN, perteneciente al Poder Ejecutivo, la que tiene el mandato de auditar a todas las universidades.

Como sea, es un talón de Aquiles de los líderes universitarios.

Al igual que la negativa de Milei a revelar su verdadera vocación. El Presidente no cree en la educación pública, la considera "nefassssssta" y fuente de adoctrinamiento. Por supuesto que tampoco crea un espacio para discutir adoctrinamiento de qué, en dónde. No es lo que le interesa. Si fuera por él, la eliminaría con su motosierra. Pero como dicen en Casa Rosada: "No puede hacerlo, ni aunque quiera".

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