Los amantes de la F1 deberán jugar a este juego
La imprevisibilidad de lo que sucede en este videojuego de gestión y estrategia de Frontier ha atrapado sin piedad a todos.
Gran Premio de Australia de F1. Oriol Racing Team, la nueva escudería en el campeonato, ha invertido más de 3 millones de dólares en el último mes en diseño y fabricación para mejorar su monoplaza y optar a conseguir algún punto. En las dos primeras sesiones de Entrenamientos Libres, la mejora en el rendimiento del coche ya es visible. Son mejoras. Los pilotos están contentos con las nuevas piezas y todo parece marchar bien. ¿Se conseguirán los primeros puntos de la temporada?
En los Libres 3, con sólo 10 minutos para terminar, Pepe Martí, piloto de la escudería, se sale en una curva, rebotando contra las protecciones y dejando su coche parado en medio de la pista. El golpe ha sido fuerte y es probable que varias de las piezas nuevas se hayan roto. Pero las desgracias no terminan ahí: Piastri, el otro corredor del equipo, viene en vuelta rápida unos segundos por detrás, con la mala suerte de impactar con el vehículo de su compañero, que está parado en pista.
¿El resultado? Un drama enorme. Muchas de las piezas nuevas, de las que sólo había una o dos fabricadas, se han roto. Es más, el coche de Martí ha dañado el fondo plano y al equipo no le queda otro, por lo que tiene que gastar 900.000 dólares más de emergencia para que el coche pueda participar en la clasificación y en la carrera. El monoplaza de Piastri tiene que montar algunas piezas con especificación antigua porque la escudería no pudo fabricar más. La moral en Oriol Racing Team está por los suelos.
Esto que acabas de leer me pasó en F1 Manager 24 hace unos días, cuando creé el equipo y comencé mi andadura por la Fórmula 1. Imagina mi cara, imagina mi rabia. Por un lado, sentía un enfadó tremendo. Es muy difícil tener tan mala suerte para que tus dos coches se choquen, y más después de una fuerte inversión. Pero, por otro lado, se me escapó una sonrisa. Es una situación rocambolesca, sí, pero perfectamente plausible. En ese instante supe que el videojuego me iba a atrapar sin piedad. Y sí, podría haber cargado partida, ¿pero qué gracia tiene eso?
Lo bonito de lo imprevisible
Más allá de las diferentes novedades que trae F1 Manager 24 (con más o menos acierto, porque el sistema de mentalidad mola como concepto, pero necesita ajustes), lo que me ha hecho disfrutar tanto de mi experiencia controlando una escudería de F1 es la inmersión, el realismo y la imprevisibilidad. Sí, aquí no importa que tú lo hagas todo lo mejor posible, porque siempre puede haber algo que eche por tierra todo tu labor y tus cálculos. La Fórmula 1 es así. La vida es así. El juego es así.
En la F1 puede pasar lo más inesperado. No son matemáticas y 1+1 no tiene por qué dar 2 siempre. Esa puerta a la magia o al más absoluto caos es lo que he sentido jugando a F1 Manager 24, y es maravilloso. Claro que intento dirigir a mi personal hacia el buen camino y busco tomar las mejores decisiones en la fábrica y en pista, pero la realidad es que ese factor de sorpresa da mucha vida. Como siempre dice Fernando Alonso, en una temporada de F1 tienes momentos de mala y buena suerte, y al final, más o menos está compensado.
Mi equipo, por ejemplo, no estaba al principio de la temporada para estar en Q3. Las manos de Piastri y un buen trabajo previo hacían que se pudiera pelear por acceder a la última fase de la clasificación, pero si todo salía como se esperaba, era una meta difícil de alcanzar. Por suerte, esto no es así. En uno de los primeros Gran Premios, Verstappen se salió en Q1 dando una vuelta adicional que no necesitaba y se quedó fuera de toda la sesión. ¡Aire para mi equipo y un puesto más al que optar en Q3!
Frontier Developments va en la dirección correcta: la inmersión ha crecido muchísimo en esta entrega y he sentido (y estoy sintiendo, porque sigo jugando todos los días) de verdad lo que es la F1. Hay momentos duros, pero también hay otros de júbilo. La Fórmula 1 puede ser una montaña rusa, como estamos viendo en las últimas carreras reales de lo que llevamos de campeonato. Un día puedes estar arriba y sentirte el rey del mundo, pero al día siguiente algo puede fallar y estar en lo más bajo.
Las anteriores entregas de esta saga no me habían hecho sentir así. Los dos juegos previos parecían una skin de Motorsport Manager, pero este año las cosas son distintas. Quizá a algunos jugadores les mate que un juego de estrategia tenga ese punto de descontrol, pero en este caso, simula lo que debe. De hecho, me alegra ver el avance porque era necesario; viene competencia al género. Son proyectos más humildes, pero tengo ganas de ver qué proponen GT Manager y Golden Lap.
Un trabajo estresante, pero muy divertido
Hace unos meses vi que se formó un debate en X (Twitter) en el que muchos jugadores defendían que un juego cozy de los que están tan de moda no podía tener como mecánica principal el trabajo. Me resultó un debate curioso, aunque no comparta esa opinión, pero la consecuencia de leer los diferentes comentarios fue que me puse a pensar en la cantidad de juegos que me gustan (y han gustado) en los que trabajar es la base jugable. Ahora mismo me vienen a la mente Cooking Simulator, Moonlighter o Euro Truck Simulator 2.
Fíjate en lo distintos que son esos videojuegos, pero en todos ellos he podido disfrutar de una actividad de la que no tengo ni idea (incluso una con mucho de fantasía, como Moonlighter). En todos ellos he disfrutado mucho de "emular" (salvando las distancias) otros trabajos que, por una cosa u otra, me llaman la atención. Con F1 Manager 24 he vuelto a sentir esa diversión y presión de lo que supone tener una labor tan concreta (y de un deporte que me apasiona). Puede parecer raro, pero es lo que realmente me engancha a títulos así.
Tener el control absoluto de la escudería es algo muy chulo, y también muy desafiante. Contratos, negociaciones, patrocinios, diseño y fabricación de piezas... Y eso sólo es una parte de lo que se hace en la fábrica. En las carreras, me convierto en ingeniero de pista y en el Toni Cuquerella de turno. Cada undercut de manual lo celebro como si me fueran a dar un premio y cada fallo del equipo de boxes me cabrea como si fuera mi trabajo de verdad. Y eso, aunque F1 Manager 24 tenga algunos problemas y aún no sea perfecto, no tiene precio.