A un genocida condenado le permitieron pasar Navidad con su familia
Juan Armando Giovarruscio fue sentenciado a perpetua en San Rafael por delitos ocurridos en la última dictadura. Pudo pasar las Fiestas en la casa de un sobrino.
Un sargento, condenado por cometer delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar, fue autorizado a pasar Navidad con su familia en Luján de Cuyo, Mendoza.
Excarcelaron al integrante de "Los Trovadores de Cuyo" acusado de delitos de lesa humanidad
Se trata de Juan Armando Giovarruscio quien fue uno de los 12 militares enjuiciados en San Rafael durante dos años por el Tribunal Oral Federal 2 por distintos crímenes contra 72 personas, de las cuales 14 continúan desaparecidas.
Giovarruscio fue uno de los miembros de la Sección de Inteligencia 144 de San Rafael, el organismo castrense de espionaje en la zona. Junto a los otros 26 imputados, fueron acusados de homicidio doblemente agravado por alevosía y por mediar concurso premeditado de dos o más personas; privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas y por haber durado más de un mes; tormentos agravados por la condición de perseguido político de la víctima; robo agravado por el uso de armas de fuego; amenazas coactivas, y un caso de violación, todos cometidos en el marco de una asociación ilícita.
En el mega juicio además solicitaron un oficio al Jefe del Estado Ciudad del Vaticano por la intervención de sacerdotes de la diócesis de San Rafael, en crímenes de lesa humanidad. Este pedido fue por la declaración de cinco víctimas de centros clandestinos de detención que identificaron al sacerdote Franco Reverberi, quien permanece prófugo.
En cuanto a Giovarruscio tras su condena a perpetua hizo pública una carta enviada al presidente Alberto Fernández en 2020. En la misma afirma que "en treinta y siete años ininterrumpidos de democracia hemos sido bombardeados por sistemas ideológicos que han atentado contra todos los principios básicos de la sana convivencia. Fundamentalmente trataron de destruir todo lo que significara "ORDEN", "RESPETO", "APEGO A LA LEY" como así también la "EDUCACIÓN, SEGURIDAD y DEFENSA de la NACION". Hoy se señala con el "dedito" y se dice que aquella argentina debe ¡¡quedar atrás!!!".
Luego en la misiva, que no obtuvo respuesta oficial, agrega: "Cuando ingresé a la carrera militar no era para ganar plata, sino para servir a la patria. Dicho concepto me acompañó dentro de la institución durante mis años en servicio. Y, aunque después, por coyunturas políticas me dio vuelta la cara, al punto tal de padecer, hoy, una injusta prisión, (denominada por el Estado," lesa humanidad"), aún sostengo que la patria somos todos".
Ahora el sargento y genocida solicitó, por medio de su abogada defensora, y a pesar de tener la pena máxima, que la Justicia lo autorice a pasar la Navidad con su familia.
La jueza Maria Marisi autorizó el pedido que le permite al condenado ir por sus propios medios a la casa de su sobrino ubicada en Luján de Cuyo, el 24 y 25 de diciembre. Asimismo, solicitó que la Dirección de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica tome las medidas para el adecuado funcionamiento del dispositivo de monitoreo del sargento.