Echaron a una policía que atendía el 911 y amenazó a un denunciante
La auxiliar trabajaba en el 911 cuando ingresó una denuncia por maltrato infantil que la involucraba. Los hechos que siguieron provocaron que sea cesanteada.
Una policía fue cesanteada luego de que un vecino denunciara un caso de maltrato infantil contra la hija de la efectivo que trabajaba en el 911. Fue su accionar lo que generó su expulsión, ya que luego de recibir la denuncia decidió amenazar al denunciante. La echaron, apeló y el caso está en la Corte.
Si bien el todo comenzó a finales del 2016, aún se sigue investigando, en este caso, en el máximo tribunal. De acuerdo con el expediente, un hombre llamó en diciembre de ese año al 911 para denunciar una situación de maltrato hacia una niña.
En su denuncia indicó que en una propiedad cercana, en Junín, escuchaba el llanto continuo de una niña que sería víctima de maltrato y que no sería la primera vez. La pequeña, de entonces 3 años, es hija de JZ, un empleado judicial, y de la auxiliar de la Policía, Jésica Sosa Gauna.
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Una semana después, el hombre recibió en su teléfono un mensaje de voz en el que se escuchaba la misma denuncia que había realizado y tras ella, una amenaza.
Intimidado, denunció el hecho y los investigadores determinaron que la amenaza había sido enviada desde el celular de la policía. Asimismo, ese día Sosa Gauna prestaba servicios en el CEO del Este, y se retiró antes de que finalizara su horario, debido a que presuntamente se encontraba descompuesta.
Los pesquisas creen que ella habría escuchado la denuncia en el momento en el que se produjo y la grabó para llevar adelante la amenaza.
A pesar de que efectivos concurrieron el día de la denuncia a la vivienda en cuestión, aseguraron que encontraron a la abuela de la niña y no lograron confirmar hechos de violencia hacia la pequeña. El denunciante, por el contrario, asegura que ningún móvil fue al lugar.
La causa por las amenazas se siguió investigando y desde la Inspección General de Seguridad impusieron una sanción a Sosa Gauna que constaba de 15 de días de suspensión. Luego y con las pruebas en sus manos, sugirieron su cesantía debido a que incurrió en faltas graves del reglamento policial, decisión ratificada por el Ministerio de Seguridad.
Posteriormente, Sosa Gauna recurrió a la Suprema Corte donde pide que se anule la resolución de la IGS por algunas arbitrariedades en el expediente.
En el hecho ya se pronunció el Ministerio Público Fiscal desestimando la demanda de la policía echada, por lo que en los próximos días podría conocerse la sentencia del máximo tribunal.