¿Cuánto vale tu libertad?: las cifras que surgirán durante el juicio a Bento

El juez federal está siendo juzgado como sospechoso de pedir coimas a cambio de favores judiciales. Qué montos debían pagar los detenidos para ser excarcelados.

Gabriela Guilló

La semana pasada comenzó el juicio contra una banda sospechada de pedir coimas a detenidos y procesados a cambio de favores judiciales. La investigación sostiene que el líder de esta asociación era Walter Bento y los montos que pedían variaban de acuerdo a las causas.

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En la cima de la pirámide de poder de la asociación se encontraría Bento, el encargado de decidir si los detenidos recuperaban su libertad y si cambiaba las calificaciones de las causas. Justo debajo de él se encontraba Diego Aliaga y luego los abogados Luciano Ortego y Jaime Alba.

Aliaga fue uno de los primeros beneficiados por Bento. El despachante de aduanas, que fue asesinado, tenía una importante causa de la que logró zafar junto a su padre con el sobreseimiento dictado por el juez federal.

Gracias a esto, Aliaga se habría convertido en la "mano derecha" de Bento y solía caminar los pasillos de los tribunales donde se encontraba a los procesados a quienes les ofrecía tratos para mejorar su situación en la justicia.

Uno de los casos fue el de los policías Ángel Arias y Nelson Bravo, imputados en el expediente del prostíbulo Vip, por el cual condenaron a Sebastián Solé.

Ambos efectivos fueron abordados por Aliaga en el pasillo del edificio judicial y les pidió 200 mil dólares a cada uno para que la carátula de la causa cambiara y salieran en libertad. Bravo en ese momento le dijo que no tenía dinero, siguió su camino y en 2015 fueron condenados a 2 años de prisión en suspenso.

En la misma causa Solé aseguró mantener conversaciones no con "el rey de reyes", como lo llamarían a Bento, sino con alguien más abajo y admitió que sus ganancias se reducían cada vez más, pero había llegado a un acuerdo.

Rosa Isabel Fernández estaba acusada de contrabando a Chile y fue detenida en ese país y extraditada. Su defensor, Jorge Miranda, le pidió dinero para que saliera en libertad.

Pagó 40 mil dólares y tras ampliar su indagatoria, Bento le cambió la calificación y fue excarcelada. Días después, la mujer le confesaría a sus amigos que el dinero lo había juntado durante toda su vida para comprarse una casa, pero tenía miedo de ir a prisión, por lo que optó por pagar todo el monto solicitado.

En la misma causa que Fernández se encontraban Riquelme, y Marcelo Escudero, quienes se negaron a pagar la coima y siguen detenidos.

El modus operandi era el siguiente: la banda contaba con algunos abogados que por lo general tomaban las causas de contrabando y les sugerían a sus clientes pagar para salir en libertad. Cuando los acusados accedían, los letrados le solicitaban a Bento ampliar la indagatoria y en ese momento si bien no agregaban información que les permitiera mejorar su situación procesal, Bento habría cambiado las calificaciones por delitos menos graves que les permitía quedar libres.

Otro caso emblemático es el de Enrique de la Cruz. El hombre está acusado de ser miembro de una banda dedicada al contrabando de divisas extranjeras. Sería dueño de cuevas en la galería Tonsa y durante la investigación habla abiertamente de Bento.

Al juez lo nombra y asegura que es el que lo deja trabajar tranquilo. Para esto, debían pagarle coimas, algunas de dinero en efectivo -aseguran que entregaron 20 mil dólares- y en otras ocasiones dice que se queda con el dinero incautado en los allanamientos.

"Lo de los allanamientos lo doy por perdido, pero con eso me dejan trabajar tranquilo", dice por chat De la Cruz.

Asimismo, en otra charla indica que Bento le pidió el 50% para que la causa siga planchada, es decir, no se tomen acciones, y ellos sigan trabajando.

Eugenio Nasi, detenido por contrabando, le pagó 400 mil dólares a Ortego por su libertad. Mientras que el líder de la banda de Nasi, Cheng Zheng, dio un millón y medio de dólares para no quedar detenido y hasta hoy permanece prófugo.

Omar Rodríguez, transportista también detenido por contrabando, debía pagar 200 mil dólares por su libertad, al igual que Gonzalo Ramírez Madrid a quien le pidieron la casa, el auto y 200 mil dólares.

Quienes no aceptaron pagar siguen detenidos, entre ellos se encontrarían Fabián Pizarro y hasta Daniel El Rengo Aguilera. quienes aceptaron, algunos están libre y otros imputados en la megacausa.

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