Por qué el fiscal Giaroli no puede avanzar contra Ganancias Deportivas
Al estallar los casos de los afectados por Generación Zoe en Buenos Aires, recrudece la afectación producida por Ganancias Deportivas. Pero prosigue el conflicto jurisdiccional en la justicia.
El fiscal de San Rafael Javier Giaroli fue el primero en investigar a la organización Ganancias Deportivas. Lo hizo cuando gran parte de quienes lo rodeaban, vecinos, parientes y hasta compañeros de trabajo en el Poder Judicial, defendían la posibilidad de ganar dinero invirtiendo allí, fascinados por el esquema.
Pero fue Giaroli quien aseguró - a pesar del rechazo de los ilusionados inversores- que tanto Ganancias Deportivas como Qubitech y Intense Live se trataban de estafas piramidales denominadas Ponzi.
Ahora el caso estalló en Buenos Aires, luego de que estallara el caso Generación Zoe y bastante más tarde de que la empresa que fue un boom en San Rafael fuera objeto de sospechas en Costa Rica y España, y que desde ambos países se observara con interés lo sucedido al sur de Mendoza con miles de personas.
"El año pasado, la Justicia provincial declaró que yo era incompetente para continuar con la investigación y que debía enviarla a la Justicia Federal. Pero la Justicia Federal rechazó la competencia y ese conflicto ahora debe resolverlo la Corte de la Nación, que todavía no se expidió", explicó el fiscal en diálogo con el portal porteño Infobae.
Por ello, al crearse un conflicto de competencia, lo único que puede hacer Giaroli por el momento es recibir denuncias pero no investigar.
"La semana pasada la Procelac pidió un informe a la Fiscalía de San Rafael por esa investigación de oficio. Al ser un organismo del Ministerio Público Fiscal Federal tal vez la Justicia Federal esté por cambiar de postura", afirmó Giaroli.
Afectados alertan a porteños sobre esta y otras estafas
Con el país mirando el caso de Zoe y su principal referente, Leonardo Cositorto, ya que estalló en Buenos Aires y es la gran vidriera nacional, los afectados por Ganancias Deportivas empezaron a conseguir colar sus testimonios allí.
Fernando Galli es de Buenos Aires y trabaja en una empresa de colectivos. Para ingresar a Ganancias Deportivas se endeudó pidiendo dos créditos bancarios por 250 y 250 mil pesos.
A un año de lo que considera "el gran error de su vida", solo pudo hacer tres extracciones: dos de 100 euros y otra de 200 euros. Este último pago se concretó en julio del año pasado. "No cobré nunca más y tampoco pude retirar mi capital. Me estafaron", dijo a la prensa porteña.
En el mismo sentido, Franco Luna, de Luján de Cuyo, aseguró que invirtió 4 mil euros y hoy está "quebrado". Este trabajador viñatero ingresó por recomendación de un amigo y solo pudo retirar 300 euros, una parte ínfima de lo que había depositado.
"Cuando en las reuniones empecé a preguntar por qué no me pagaban lo que me habían prometido, empezaron a censurarme y descalificarme delante de todos. Era como una secta, donde todos teníamos que razonar como ellos y obedecer las órdenes. La orden era reinvertir el dinero", dijo indignado.
Por su parte, el diario La Nación publicó que "en San Rafael, el único que aún defiende a la empresa es Martín Guerrero, su abogado. Sostiene que no es una estafa piramidal y que ya ha cerrado unos 20 acuerdos con inversores que se consideran engañados. Dice que Ganancias Deportivas les pagó entre 850 y 1000 euros a cada uno".
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