Borbones S.A.: cuando la monarquía también es negocio

Una investigación de El Periódico realizada por Alejandro Torrus en el que se detalla la fortuna adquirida por la familia de los Borbones. Hoy el rey emérito Juan Carlos se fue de España y anunció que no vivirá más en el Palacio de la Zarzuela en donde sí quedó su esposa, Sofía.

"Los españoles han echado al último de los Borbones, no por rey, sino por ladrón", dijo Valle Inclán después de que el abuelo de Juan Carlos I, Alfonso XIII, saliera del país tras el resultado de las municipales de 1931. No se fue desnudo. El monarca tenía una parte importante de su patrimonio en cuentas bancarias fuera de España, tal y como aparece en obras como El Patrimonio de los borbones. El hijo de Alfonso XIII y padre del rey Juan Carlos, Juan de Borbón, nunca llegó a reinar, pero no le tendría que ir mal del todo en lo económico porque dejó una fortuna de 1.100 millones de pesetas, que incluía 728,75 millones en fondos depositados en cuentas en el extranjero. ¿Dónde? En Suiza.

La multimillonaria herencia de Don Juan a sus hijos, que obviamente incluía al rey Juan Carlos fue publicada por El Mundo veinte años después del fallecimiento del rey que nunca reinó y se desconoce qué ocurrió con ese dinero depositado en el paraíso fiscal. Ahora, tras las revelaciones vinculadas al caso Corinna y el contundente comunicado de Casa Real, existen indicios suficientes para pensar que Juan Carlos I, como su padre, también puede tener cuentas en el paraíso fiscal suizo.

En las últimas semanas diferentes medios, como The Telegraph y El País, han publicado que el Rey emérito figura como tercer beneficiario de una fundación en Liechtenstein que le pagó durante 11 años varios millones en vuelos en aviones privados y que el rey Felipe VI es el segundo beneficiario de otra fundación panameña que recibió 100 millones de dólares en 2008 de la casa real saudí. Las dos fundaciones también tendrían cuentas en bancos suizos. 

100 millones, dinero saudí y comisiones de investigación

Sin embargo, sigue habiendo muchos silencios y muchos vacíos. Muchos de ellos fueron apuntados por la investigadora Rebeca Quintans en su libro Juan Carlos I, biografía sin silencios (Akal, 2015) también denuncia que Juan Carlos I recibió 100 millones de dólares en plena Transición del Rey de Arabia Saudí Fahd bin Abdelaziz al-Saud que, en teoría, iban destinados a fortalecer el liderazgo de Adolfo Suárez. Las especulaciones, sin embargo, siempre han apuntado a que una parte importante de ese dinero no terminó en la campaña del que fuera presidente del Gobierno.

Otras informaciones, como esta publicada en El Confidencial, también apuntaban la posibilidad de que Juan Carlos I hubiera comprado, ya en el nuevo siglo, "varios inmuebles, en España y fuera de nuestro país, y valiosas obras de arte, además de haber invertido en bolsa importantes cantidades". Las fuentes mencionadas en el señalado artículo, además, aseguraban "que tanto esas propiedades inmobiliarias como las cotizadas pinturas e inversiones financieras de Don Juan Carlos no figuran a su nombre".

Así las cosas, resulta imposible conocer qué tiene y qué no tiene Juan Carlos I. En 2018, hace ya dos años, la Mesa del Congreso de los Diputados vetaba una batería de preguntas de Unidas Podemos sobre las finanzas de la monarquía. La Cámara se amparó en el artículo 56.3 de la Constitución, donde se establece que "la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad".

Asimismo, a principios de este mes de marzo, la Mesa del Congreso, siguiendo el criterio de los letrados de la Cámara, rechazó tramitar las dos peticiones para crear una comisión de investigación sobre las supuestas cuentas y donaciones atribuidas al rey Juan Carlos I. Una de las peticiones era de ERC y del Grupo Plural. La otra estaba promovida por Unidas Podemos que también señalaba que no resultaba "descartable" que la "presunta comisión de posibles delitos de blanqueos de capitales" se hubiese producido "con posterioridad" a la abdicación de Juan Carlos I. Dio igual. Fue rechazada.

Una cultura política que bebe del franquismo

Ante esta situación, de momento, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez únicamente ha señalado que "lo único" que puede hacer "es apoyar la decisión tomada por Felipe VI" en relación a su intención de renunciar a la herencia de su padre y de retirarle la asignación presupuestaria.

Los riesgos, sin embargo, siguen encima de la mesa. De momento, no hay ningún mecanismo creado para evitar que el nuevo monarca, Felipe VI, pueda repetir los errores que han llevado a Juan Carlos I a ser repudiado por el actual monarca.

El periodista Antonio Maestre denuncia que hasta el momento, y a la luz del comunicado la Casa Real del pasado domingo, "ya está quedando claro que los comportamientos de Felipe VI no están siendo muy limpios". "Primero, porque ya conocía esta situación desde tiempo atrás y no había actuado para que se diera a conocer o se investigara. Segundo, por el momento que eligió para emitir el comunicado, en medio de una grave crisis sanitaria, que ha hurtado a la ciudadanía del debate público necesario sobre la actitud y los comportamientos de la monarquía y del rey Juan Carlos", prosigue.

Lo más preocupante, no obstante, según señala el autor de Franquismo S.A., es la pervivencia en las cercanías y satélites de la actual Casa Real "de una manera de operar y funcionar, una cultura política" que tiene "la corrupción, el cobro de comisiones y mordidas como parte fundamental del mantenimiento de sus privilegios" y que está muy vinculada a cómo se desarrollaron las élites en la dictadura franquista.

"El comportamiento que ha demostrado hasta ahora Felipe VI en esta crisis demuestra que no sólo no piensa en la ciudadanía sino que lo que centra su acción es la supervivencia de su propia institución", sentencia Maestre. 

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