Fernández Sagasti desplazó a un histórico peronista de Enargas
Víctor Sosa estaba al frente de la delegación cuyana desde 2004, cuando el actual presidente Alberto Fernández firmó su nombramiento. En su lugar, Fernández Sagasti propuso a la titular de una ONG, que entrará en funciones en los próximos días.
Por si quedaban dudas sobre el poder de Anabel Fernández Sagasti, esta semana quedaron despejadas: después de 16 años en el cargo, el delegado de la Regional Cuyo del Enargas (Ente Nacional Regulador del Gas) deberá abandonar el cargo para que asuma una joven que propuso la senadora nacional del Frente de Todos.
Víctor Sosa, un dirigente peronista del este que había pasado a integrar las filas de los "cuadros técnicos" del partido, estaba a cargo del Enargas en Mendoza desde 2004, hasta ahora. Pedido mediante de Fernández Sagasti, será reemplazado por Gisela Lamberti, después de un fugaz paso por la delegación local del PAMI.
Lamberti, junto con el titular del PAMI en Mendoza, Martín Sevilla, comenzaron a ganar notoriedad años atrás desde una ONG, "Consumidores Mendocinos". Desde allí, el abogado impulsó su campaña a intendente de Capital para después ser promovido, también por Fernández Sagasti, a su actual cargo en el Estado.
Desde esta asociación civil, Lamberti acudió en diversas ocasiones al Enargas y adquirió notoriedad en los medios de comunicación, al igual que Sevilla, a partir del incremento de las tarifas de gas durante la presidencia de Mauricio Macri. En cierto punto, ambos responden al esquema "Ramón-Vadillo": catapultarse a la política desde una ONG.
Nombrado por Alberto Fernández
Víctor Sosa se hizo cargo de la delegación del Enargas en Mendoza en 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner. Un dato curioso es que aquella decisión administrativa que lo autorizaba a "tomar posesión" en el ente regulador llevó la firma del entonces jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández.
Oriundo de San Martín, donde fue presidente del Colegio de Abogados, y referente de UPCN, entabló vínculos con dirigentes peronistas de todos los colores, además de ser un hombre de confianza de Juan Carlos Mazzón. También, por procedencia y profesión, tiene afinidad con dos ministros de la Corte: Omar Palermo y Mario Adaro.
De hecho, supo "jugar a la política" con el Poder Judicial: siendo presidente del Colegio de Abogados de San Martín, en plena guerra en Tribunales, se jactó de haber "eliminado la grieta" reuniendo en una misma cena a referentes de ambos sectores en pugna: el ministro de la Corte Palermo y el procurador Alejandro Gullé.
"Primero la Patria, luego el movimiento y por último los hombres", comentan que respondió Sosa a su entorno, antes de renunciar al cargo en el que permaneció durante las presidencias de Néstor, Cristina y Macri. "Es más fácil darle pelea al macrismo que al cristinismo", agrega otro peronista, atento a la salida de su compañero.