Sin ánimo para salir al balcón, se realizó la primera reunión de Gabinete después del criptogate
El Presidente informó a sus ministros que Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla serán designados por decreto. Asistencia perfecta, después de mucho tiempo, buscando mostrar un Gobierno que salió del tembladeral.
Terminó una importante reunión de Gabinete en la Casa Rosada, donde el Presidente no mostró ánimos de salir al balcón de la Rosada como suele hacerlo, cuando está eufórico, para saludar a quienes se acercan a la reja. El objetivo de este encuentro era otro: mostrar un Gobierno que ya salió del tembladeral del criptogate, y sigue gestionando, instalando nuevos temas en la agenda, no importa cuán polémicos sean. Lo que en una nota que escribimos la semana pasada se denomina "inundar la zona" de anuncios para marear a la oposición e impedir el chequeo de parte de los medios.
Si hay una manera de medir el impacto interno por la crisis desatada se puede ver en que, después de mucho tiempo, hoy hubo asistencia perfecta. Estuvieron todos los ministros, hasta Sandra Pettovello, de Capital Humano, y Gerardo Werthein, de Relaciones Exteriores, quienes no estuvieron presentes en ninguna de las reuniones que se hicieron este año. Era cuestión de mostrar un Gobierno unido y trabajando, proactivo.
Porque pocos estudios de opinión pública lo dicen, pero todo indicaría que las repercusiones negativas en la imagen de Javier Milei se hicieron notar. Uno de los que mejor refleja ese cambio de humor con respecto a la figura presidencial es Manuel Zunino, director de Proyección Consultores, quien realizó una muestra con reclutamiento on line mediante puntos de muestra geolocalizados a escala nacional.
Allí, sobresalió la pregunta acerca de "¿quiénes son los principales responsables de los problemas económicos del país?". El 34.2% expresó que "Alberto Fernández". Pero un altísimo 33.1% dijo "Javier Milei". También fue muy alto el porcentaje que evaluó negativamente la gestión libertaria. Llegó a 49.5% contra 45.5% que la sigue evaluando positivamente.
Y cuando los encuestados fueron consultados acerca de si el criptogate cambió su confianza en Milei, 45.5% dijo que "nunca confié", en tanto 31.5% aseguró que "continúa igual". Un 14.3% expresó que "confío menos".
Igual que otros estudios, donde menos perdió Milei fue en su núcleo duro. Un 64.9% de los que vienen votando por él desde la primera vuelta siguen teniendo la misma confianza en él, quienes votaron en la segunda vuelta 58.7%. La gran diferencia está entre quienes votaron por Sergio Massa: el 79,3% "nunca confió" y el 9,4% "confía menos".
El ranking de imagen positiva lo lidera, ahora, Patricia Bullrich, seguido por Milei y tiene tercera a Victoria Villarruel. Bullrich y Milei tienen también la más alta imagen negativa, varios puntos menos de negativa tiene la Vicepresidenta.
¿Qué pasó en Gabinete?
Por lo que se trascendió, se informó que Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla serán designados por decreto y en comisión en la Corte Suprema, rompiendo una tradición constitucional desde 1994, donde la designación se realiza por una atribución que le corresponde al Presidente con acuerdo del Senado por dos tercios de los miembros presentes, en una sesión pública convocada de conformidad con el artículo 99 de la Constitución Nacional.
El constitucionalista Martín Casares aseguró en el diario La Nación que "el Presidente puede llenar las vacantes de los empleos que requieran acuerdo del Senado y que ocurran durante su receso", pero se trata de "un nombramiento interino, provisorio, hasta que el Senado preste acuerdo o no". Sucede que "dado el rol de los magistrados y su obligación de decidir con imparcialidad, es esencial garantizar su independencia judicial mediante la estabilidad en el cargo. La designación en comisión por parte del Poder Ejecutivo compromete esa independencia, lo que afecta su capacidad para dictar sentencias con plena independencia y erosiona el principio de división de poderes".
En definitiva, "la designación de jueces por decreto impacta negativamente en la seguridad jurídica y la confianza pública en las decisiones judiciales agravando la falta de confianza en el Poder Judicial y daña el Estado de derecho al cuestionarse tanto la independencia como la imparcialidad que debe caracterizar a la justicia".
La pregunta es cómo, o por qué, el juez federal Lijo aceptará renunciar al cargo, lo que sería una exigencia legal según acordadas previas. "Aceptó el nombramiento en comisión a cambio de tener respaldo para pedir solo licencia, no puede quedarse sin el pan y sin la torta si no lo ratifican en el Senado", dijo a Memo una fuente experta. Y agregó: "es extraño que Ariel, que conoce la política tanto como las leyes, se anime a aceptar en estas condiciones. Nadie entiende muy bien por qué lo hace, y todo indicaría que su compromiso con el cortesano Ricardo Lorenzetti es el que lo lleva a seguirle la corriente al Gobierno".
Como sea, esta misma madrugada aparecería en el Boletín Oficial el decreto firmado por el Presidente.