Competencia de monedas, inflación a la baja y el desafío de sostener la confianza

El economista Iván Carrino habló sobre los datos económicos de este primer año de gestión de Javier Milei, analizó el sendero en baja de la inflación y señaló la importancia de eliminar el déficit fiscal para poder sostener la valorización financiera.

Conte, Argüello y Bitar
Conductores del programa "Tenés que saberlo", de lunes a viernes a las 7 por Radio Post 92.1.

Los análisis económicos tras un año de gestión de Javier Milei tienen como constante la importancia de eliminar el déficit fiscal. El economista Iván Carrino habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y analizó los primeros 12 meses de gestión económica del gobierno nacional.

"Uno de los grandes daños que hizo el señor Moreno fue quitarle la credibilidad al Indec para la eternidad. Cada vez que hay un dato que a alguien no le gusta dice ‘bueno, deben estar mintiendo, deben estar dibujando los números'. Si usás siempre la misma balanza y tiene algún error, por lo menos es siempre el mismo error. Acá habrá alguna discusión metodológica posible, pero el dato del descenso de la inflación es medio incuestionable. Hay resultados de una política fiscal austera, de una política monetaria controlada. Cuando se hacen las cosas que dicen los libros de economía que hay que hacer para resolver estos problemas, los problemas tarde o temprano se resuelven. Eso es lo que estamos viendo", señaló Carrino.

En referencia a la sostenibilidad de este programa, Carrino marcó que en Argentina estamos acostumbrados a pensar que la baja de inflación se debe a una tarifa regulada o un precio pisado: "Ese es el resultado de atacar las consecuencias de la inflación con precios máximos, regulaciones y demás. La novedad de este año es que se ha atacado la causa fundamental de la inflación, se han atacado las causas de fondo. El problema de la inflación en Argentina era un gasto público que estaba por encima de los impuestos y un Banco Central que emitía. Eso se cortó".

Además, señaló que más allá de que suba un poco en diciembre, la tendencia a mediano plazo es que la inflación baje: "Vamos a ir a una inflación de un país normal, tal vez veamos eso en la segunda parte del 2025, una inflación ya convergiendo a países normales. Vamos a empezar a preocuparnos de otras cuestiones y no de la inflación, obviamente en la medida en que estas políticas se sostengan y no se reviertan: orden macroeconómico, orden fiscal, superávit. Y también la creencia de que en el futuro eso se sostiene, porque la verdad es que las expectativas también juegan un rol muy importante".

El economista marcó que es fundamental la confianza de que las cuestiones de fondo se sostengan: "Múltiples causas: las expectativas, el dólar, etcétera. Pero de fondo está el déficit fiscal financiado con emisión monetaria. ¿Creemos que el déficit fiscal va a ser financiado con emisión monetaria? No. Perfecto, entonces la inflación va a bajar. Si creemos que el déficit fiscal va a ser financiado con emisión monetaria, vas a tener un problema: va a caer la demanda de dinero, va a subir el dólar, nadie va a financiar al gobierno y finalmente el Banco Central va a terminar sí o sí emitiendo. Es un escenario que yo veo poco probable ahora, pero así es el mecanismo".

En referencia a la competencia de monedas, Carrino señaló que es interesante que se pueda habilitar el pago de productos tanto en dólares como en pesos: "Si el individuo en la verdulería tiene la opción de gastar una cosa o la otra, de repente ahí aparece en el día a día, en todos los agentes económicos, desde el tipo de las finanzas más sofisticado hasta la persona menos entrenada en términos de economía, van a poder elegir día a día si usan pesos o dólares".

Frente a esto, señaló que el resultado es que le imponés disciplina a quien emite los pesos: "En el momento que se empieza a dudar, a fuerza de un clic, toda la gente se dolariza. Toda la gente se pasa a dólares y el de la verdulería te dice 'no acepto pesos, dame dólares'. Entonces, para evitar que eso pase, lo único que te queda como gobierno emisor de pesos, es portarte bien, es tener las cuentas públicas ordenadas, tener al Banco Central duro, por lo menos tan duro como la Reserva Federal".

En relación al atraso cambiario, Carrino señaló que es una cuestión de mercado: "Si vos me decís ‘el tipo de cambio real cayó en el mercado paralelo', yo te voy a decir por supuesto. Si tenemos un tipo de cambio paralelo que vale mil pesos, que es lo mismo que valía en diciembre del año pasado, y la inflación acumulada es de 112%. Obvio que, en términos reales, el valor del dólar cayó. Cuando hablamos de atraso cambiario, eso tiene una connotación de que estamos retrasados respecto de algún valor supuestamente más deseable. Y la verdad, eso no lo sabemos, son decisiones de mercado. Es como que yo te diga ‘me parece que el litro de fernet está muy alto' ¿muy alto respecto de qué? ¿Muy bajo respecto de qué? Son precios que se establecen en el mercado".

Además, señaló que si la devaluación nos hiciera competitivos "deberíamos ser el país más competitivo del planeta": "La verdad es que si vos devaluás, devaluás, devaluás ¿qué pasa? Eso quiere decir que tu moneda no vale nada. Eso quiere decir que los bienes valen carísimos en términos de peso, esa devaluación se va a traducir en el mercado interno de la misma forma. Acá hay una especie de sueño de ‘vamos a llevar el dólar 4.000 pesos y los precios en Argentina no van a variar'. Pero no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra. Si el dólar pasa de 1.000 a 4.000, eventualmente la inflación va a seguir y se va a achicar esa diferencia".

Sobre los dichos de Cristina Fernández, que señaló que estamos yendo a un modelo de valorización financiera y que eso aleja a las inversiones, Carrino señaló: "Nadie va a venir a invertir a Argentina si hay posibilidades de que Cristina vuelva a ser presidente, porque en definitiva eso fue lo que alejó la inversión de este país. Un gobierno que estatizó empresas, puso un cepo cambiario, emitía dinero como si no hubiera mañana y encima decía que eso estaba bien, que era lo correcto y que estaba todo el mundo equivocado. Así terminó Argentina: se han ido todas las empresas, cayó el PBI per cápita, lo tenemos a niveles más bajos de los últimos diez años. Gobiernos populistas de izquierda alejan la inversión, desordenan la macroeconomía y sufrimos los ciudadanos de a pie, porque se fueron las empresas, pierden todos. No es ‘me peleo con las empresas, pero están bien los trabajadores'. Al fin de la película pierden todos. Por eso se votó a Macri en 2015 y por eso se vota a Milei en el 2023, porque el modelo de redistribuímos, emitimos, gastamos, etcétera, termina mal. Y la gente también se da cuenta de eso".

Sobre este modelo de valorización financiera, el economista señaló que impacta en la economía real porque son expectativas de futuro: "Si las expectativas sobre el futuro son buenas, eventualmente se facilita la inversión, cuando baja el riesgo país, la tasa de interés es más baja y las empresas pueden tomar crédito e invertir más. Esta valorización financiera, esta mejora de las expectativas, viene con algo que es distinto a lo que pasó en el pasado. Porque la Tablita, el menemismo, Macri, todos tuvieron tal vez una mejora financiera que terminó mal. ¿Pero por qué terminó mal? Porque había déficit fiscal. Este gobierno como primera medida dijo ‘vamos a atacar el déficit fiscal y vamos a equilibrar las cuentas públicas'. Eso es lo que hace la diferencia con episodios del pasado. Entonces, ahí se está jugando el partido", concluyó. 

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