El Gobierno festeja que aprendió a legislar

Si logra la aprobación en el Senado, se iniciará una nueva etapa en la política argentina post-Milei. El objetivo de la oposición "dialoguista" es darle al Presidente las herramientas que todos tienen al iniciar su gestión. Lo que sigue, está por verse.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

Javier Milei se apuró en postear en las redes que había logrado media sanción a la ley "Bases". Minutos después, la oficina del Presidente sorprendió con un comunicado donde reconoció "la labor patriótica de los Sres. Diputados Nacionales que colaboraron en su elaboración, defendieron la norma en el recinto, apoyaron con su voto las reformas que nuestro país necesitaba". Y se mencionó especialmente a los titulares de los bloques "dialoguistas", a saber, Cristian Ritondo, Miguel Angel Pichetto y Rodrigo De Loredo, quienes "han dejado de lado toda diferencia partidaria en favor de la Nación".

Incluso hubo todo un párrafo más a favor de quienes trabajaron y colaboraron. Por supuesto que nada dice el comunicado de otros diputados y diputadas que trabajaron mucho y colaboraron, aún desde la oposición al proyecto en general, como fue el caso de Juan Manuel López (CC). Pero pasar de llamarlos "ratas" a elogiarlos, es un salto cuántico (un adjetivo amado por los libertarios) que demuestra que aprendieron nuevas "leyes" en la vida democrática, las que exigen reconocer la existencia de los otros para obtener lo que se quiere.

Tres meses después del pase a comisión de la primera versión de la ley, cuando el Gobierno se desesperó ante los votos en negativo de varios diputados y cometió el error de creer que si volvía para atrás seguía valiendo lo que se había hecho hasta ese momento, en estos tres meses entonóces, corrió mucha agua bajo el puente. Son los tiempos que pasaron del "todo o nada" pronunciado por Santiago Caputo en el despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem, ante los ahora elogiados legisladores.

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Guillermo Francos estuvo por renunciar varias veces. Pero cuando Milei entró en razones y aceptó que era necesaria otra actitud para lograr aprobar el proyecto, no bajó los brazos. Viajó a cada punto cardinal del país, habló con cada uno de los gobernadores, se sentó a discutir con cada diputado, incluso con varios senadores, escuchó consejos, fue y vino, subió y bajó, y no se cansó de tender puentes.

Aquí habría que hacer un agradecimiento especial al Fondo Monetario. Se sabe que varios directivos viajaron a Buenos Aires para reunirse con referentes de la oposición. Después, se ocuparon de llevarle sus inquietudes al Gobierno: no habría más plata si no obtenían respaldo parlamentario. De otro modo, el FMI teme que sea un gobierno que pueda derribarse con un acuerdo parlamentario amplio en pocas semanas. Así de sencillo y dramático como suena.

Ahora falta el Senado. Mucho trabajo ya está hecho. Lo hizo Francos, logrando transferencias discrecionales aquí y allá, acordando abstenciones, garantizando impunidad -en la medida de lo posible- para los que tienen problemas judiciales.

En Casa Rosada no lo confirman, pero basta hablar con dirigentes de Misiones, de La Rioja, de Santa Cruz, de Catamarca, para saber que la herramienta discrecional sigue viva a la hora de concretar acuerdos.

¿Los libertarios se quejan? Nadie abre la boca. El duro trabajo está hecho. No es seguro, pero sí probable que en dos semanas se vote con modificaciones en el Senado y vuelva a Diputados, lo que demorará cuanto menos otras dos semanas. Así, en un mes, o sea seis meses después de asumir, Javier Milei tendría su primera ley. Es la base para arrancar.

Después vendrá una segunda etapa para el Gobierno. Los partidos de oposición dialoguista querrán ver los resultados de la gestión y, sobre todo, de la opinión pública, para resolver cómo siguen el vínculo con La Libertad Avanza.

Algunos, pocos, se unirán más. Otros, los que integraron Juntos por el Cambio, se alejarán. En ese juego, LLA apuesta a hacer un partido conducido desde Casa Rosada, con referentes nacionales claros, y ganar la mayoría de las elecciones legislativas del año próximo. El objetivo es lograr la mayoría o la primera minoría en la Cámara de Diputados.

¿El PRO, la UCR, la CC se quedarán viendo cómo LLA se queda con sus representados? La escena política cambiará apenas Milei tenga su ley. Difícil hoy hacer pronósticos.

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