Resultados: No habría sido productivo el rol asignado a De Marchi
Básicamente, el lujanino nombrado como funcionario para negociar las leyes que le interesaban a Javier Milei con la oposición habían gastado un cargo en alguien que no se habla con nadie.
El exdiputado nacional mendocino y varias veces candidato a la gobernación, Omar De Marchi, quedó desnudo y a la vista de todos cuando el oficialismo de La Libertad Avanza retiró la Ley Bases y Puntos de Partida o Ley Ómnibus de la Cámara de Diputados, ante divergencias con los gobernadores y la oposición.
Hace poco menos de un mes el portal iProfesional había advertido que no estaría funcionando la misión encomendada al lujanino.
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En aquel momento sostuvo, básicamente, que el nombrado como funcionario para negociar las leyes que le interesaban a Javier Milei con la oposición habían gastado un cargo en alguien que no se habla con nadie.
La publicación habló directamente de la inutilidad de su permanencia en el cargo. Indicó: "Otro funcionario que llegó y ya está al borde del abismo es Omar De Marchi, secretario de Relaciones Parlamentarias, dependiente del jefe de Gabinete de Ministros. Su rol es articular con el Congreso, y el presidente lo colocó allí, para 'pagarle' el modo en que consiguió romper Juntos por el Cambio en Mendoza y como complicó la elección de Alfredo Cornejo para gobernador. Pero ahora se da cuenta Milei, que mejor hubiese sido darle otro lugar".
Agrega más adelante que "De Marchi es el único funcionario de todo el gabinete que tuvo en cargo legislativo electivo antes, justamente fue diputado nacional. Pero eso, pese a la errónea suposición del titular del Ejecutivo, no lo hace idóneo para el cargo. 'Si fue un diputado que quedó de culo con todos los demás, no puede negociar nada', alertan dentro del propio gobierno. Contra el mendocino tiene una vendetta pendiente el radicalismo por como le apuntó a Cornejo en Mendoza. Dentro del bloque PRO, tiene también resistencias. Su jugada en la provincia cuyana implicó traicionar a Horacio Rodríguez Larreta y que además Patricia Bullrich debiese intervenir el partido en el distrito durante la campaña electoral, para que no le fuese a las PASO contra Cornejo, es decir, no hay área del PRO dispuesta a dialogar con De Marchi, y además tiene cuentas pendientes con Emilio Monzó, líder 'espiritual' del bloque que conduce Miguel Pichetto".
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Para iProfesional, "en resumen, De Marchi no tiene diálogo con ninguno de los tres bloques que Milei necesita para activar las leyes requeridas para no sufrir un golpe de impacto inmediato en su credibilidad pública. 'Paga mal, porque paga con cualquier cosa y no tiene quien lo advierta, porque nadie de los que tiene cerca, sabe la historia de nadie, como son las relaciones previas, no entiendan nada de este mundo', explica uno de los pocos políticos avezados en el esquema mileista".