La nueva voz opositora en el Senado: "Tenemos que dejar de discutir boludeces"
El senador por el Frente Elegí Félix González habló en el programa "Tenés que saberlo" de lo que se viene en Mendoza y se mostró interesado en modificar temas de agenda: "Tenemos que hablar de salud mental".
La Legislatura mendocina se configura para lo que serán los próximos cuatro años y una de las voces más importantes de la oposición será la de Félix González, senador electo por el Frente Elegí: "Hay una legitimidad democrática y hay que asegurar gobernabilidad en base a los cambios que han elegido los mendocinos. Después de este resultado electoral, quedando el último paso electoral a nivel nacional por delante, acompañar el presupuesto provincial estaba a tono con el discurso construido por Sergio Massa de diálogo".
Analizando la situación actual del peronismo en la provincia, González explicó: "Se constituyó una mesa con los intendentes y otras figuras, como Anabel Fernández Sagasti. Si ven la composición legislativa, somos dos de cada lado. Hay que generar espacios para articular el diálogo. Ayer tuvimos nuestra primera sesión formal con la elección de autoridades y creo que vamos a tener un buen clima de trabajo. Hay consenso de que la etapa que comienza nos pide estar más cerca de los temas de la gente y alejarnos de los temas endogámicos de la política. Hay que dejar de discutir boludeces".
El nuevo vicepresidente del Senado provincial anunció que el peronismo intentará llevar su agenda a la Legislatura: "Vimos que nuestra agenda tenía impacto y consenso y esa será nuestra línea de acción: vivienda, salud mental y todos los temas que parece que no tienen que ver con la salud, pero que impactan directamente. Lo que se acerque a esta línea, lo acompañaremos sin lugar a dudas. También hay que plantearse cómo va a hacer Mendoza para generar riquezas. Queremos ser 'Chetoslovaquia' y tenemos la caja de 'Peronia'. La 7722 para mi no hay que tocarla ni avanzar, se formó un Boca-River innecesario. La reforma de la Constitución es una cuestión latente y hay que analizar cuál es el modelo sobre el cual se quiere avanzar: si es ir rumbo a un modelo como Córdoba, de poder concentrado con una sola cámara, conmigo no cuenten. Eso no le cambia la vida a nadie y es esconder tras un pequeño ahorro una importante concentración de poder político. El gran dilema de la reforma constitucional está en el tema de la reelección del gobernador".
González enfatizó la necesidad de modificar la agenda que se está discutiendo: "Las ideas del peronismo están cada vez más vivas, hace 50 años dijo que el centro es la felicidad del pueblo y hoy somos profundamente infelices. Hay que recuperar la agenda de la salud mental, hay que cambiar la agenda, se ha desvirtuado. El fondo de la cuestión es que hoy tenemos graves problemas de salud mental que cruzan toda la sociedad. Por ejemplo, el consumo problemático, ¿cómo está dividida la política? Los mano dura, que dicen que hay que ir a buscar a los narcos, se ponen borcegos y se disfrazan de militares; y los que soltamos presos, que seríamos nosotros. Ese es el debate y hay chorros de tinta corriendo sobre eso. Hoy se decomisan 50 kg de cocaína, es una risa. Le pasan guita a seguridad y a salud mental nada, no es un problema de oferta, es de demanda: la demanda es inelástica, si el precio sube, se va a seguir consumiendo".
Ante esto, el senador peronista argumentó: "Se administra el problema pero no se resuelve el tema de fondo, hay que poner sobre la mesa el tema de la salud mental y el consumo problemático. Cuando alguien entra en ese circuito, estás solo, el Estado mira para otro lado. Se hace política para resolver esas cosas, si no entendemos eso, terminamos discutiendo estas películas de cowboys" a lo que cerró: "El peronismo no sólo está vivo, sino que sus consignas están en el centro de la construcción de la sociedad. La justicia social y la soberanía política son centrales. Hay una romantización de la libertad, que el mercado controla todo y es mentira. Hay tiburones que se comen tiburones más chicos y van hacia una construcción de poder muy fuerte en donde el estado se debilita. La sociedad necesita una política que discuta en serio".