Los templarios se alzan contra el Papa y piden restituir la orden
Exigen rehabilitar la orden, suspendida hace siete siglos, así como una compensación económica
La fatídica noche del 13 de octubre de 1307 -también era viernes como hoy- el Vaticano y los principales países europeos lanzaron una de las mayores operaciones policiales de la Edad Media: la detención y posterior ejecución de cientos de caballeros templarios. Ahora, la Asociación Orden Soberana del Temple de Cristo, cuyos miembros afirman ser los templarios actuales, ha interpuesto una demanda de conciliación contra el papa Francisco para exigir la rehabilitación de la orden. Reclaman, además, una compensación económica por la incautación de sus bienes, que fueron entregados en su mayor parte a la Orden de Malta.
En el escrito de demanda, al que accedió la agencia de noticias Europa Press, explican que la orden fue disuelta en un "infame proceso, sin aportación de pruebas". En el momento del arresto había 15.300 templarios, de los cuales 650 fueron asesinados; el resto, escaparon. Su gran maestre Jacques de Molay acabó quemado en la hoguera el 18 de marzo de 1314.
La lista de peticiones de los nuevos templarios es extensa. Quieren que se reconozca el sacerdocio templario según el rito de Melquisedec; que se les autorice a levantar oratorios y capillas; que la colecta del día de San Bernardo en todas las parroquias sea para ellos; que les entreguen los archivos del Vaticano sobre la Orden; y que se les devuelva la Iglesia de la Vera Cruz de Segovia.
No es la primera vez que los templarios solicitan su rehabilitación ante el Vaticano; la última fue una demanda de conciliación, el 11 de enero, ante un Juzgado de Primera Instancia. Previamente, presentaron demandas de conciliación en 2005, 2006 y 2007, una demanda de juicio ordinario ese mismo año y un recurso de apelación en 2008. Los templarios actuales no son célibes y admiten mujeres entre sus miembros. No están sometidos a los votos de castidad, pobreza y obediencia.
Los templarios tenían censadas, cuando la orden fue prohibida, 9.000 propiedades en toda Europa, sin contar los derechos sobre tierras, pastos, molinos y derechos portuarios, incluidos barcos de transporte y de guerra. Esas riquezas y las deudas que con ellos tenían monarcas como el rey de Francia fueron su perdición.
Los interrogatorios papales a los templarios en este castillo de Chinon, a los que se les acusaba de adorar al diablo y de practicar la sodomía, dieron como resultado la absolución de Clemente V, según consta en un documento hallado en 2002 en los archivos secretos vaticanos. El pergamino papal, fechado en Chinon en 1308, acogía nuevamente a los templarios bajo el manto de la Iglesia. Sin embargo, la absolución papal no convenció a Felipe el Hermoso, que consiguió en 1312 que el Concilio de Viena decretara en la práctica la disolución de la orden, fundada en 1118 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns, con el propósito de proteger la vida los cristianos que peregrinaban a Jerusalén. Con el beneplácito de la Iglesia Católica, inmediatamente creció tanto en tamaño como poder y riqueza, teniendo como distintivo un manto blanco con una cruz roja sobre él. A lo largo de sus casi 200 años de existencia crearon poderosas fortificaciones.
El oro de los romanos
Las Médulas es otro de los enclaves vinculados con los templarios. Se especula con la posibilidad que la orden del Temple explotara las minas de oro romanas, al quedar bajo su jurisdicción, lo que explicaría, en parte, el origen de su riqueza. Los caballeros templarios también tomaron la posesión de Ulver, actual castillo de Cornatel, tal como acredita una escritura del Cartulario de San Pedro de Montes del año 1228. Actualmente, Caballeros de Ulver es una asociación cultural de recreación histórica vinculada al castillo de Cornatel.
Todo el Camino de Santiago está plagado de simbología templaria, incluido San Marcos. La flor de lis -que representa al lirio- y de la que se apropian los monarcas franceses (los Borbones), es un símbolo ancestral de María Magdalena. Los templarios la reivindicaron. Para la orden, la cabeza piramidal del movimiento cristiano naciente, desde los esenios a los primeros gnósticos, era María Magdalena. La fachada de la iglesia de San Marcos está dedicada a la Magdalena como la gran maestra del gnosticismo. También se puede encontrar la flor de lis grabada en la piedra de la joya del Plateresco.
Los templaron recibieron el castillo de Santa Colomba de Curueño para sus operaciones de vigilancia y protección de pueblos y peregrinos del Camino de Santiago. Otros enclaves templarios en la provincia de León son: la iglesia de Santa Marina -cuyo origen es defensivo- en Acisa de las Arrimadas; la iglesia de Rabanal del Camino; la de San Miguel, en Corullón; la de San Juan o San Fiz, en Villafranca del Bierzo; y los castillos de Sarracín, Corullón y Balboa, entre otros.
Los primos Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla -que con el tiempo se convertirían en yerno y suegro, respectivamente, al casarse el emperador leonés con Berenguela- acuerdan, en el tratado de Tordehumos de 1194, para zanjar la guerra entre ambos reinos, intercambiar los castillos ocupados en el territorio del otro. La custodia de las fortalezas ubicadas en tierras de Castilla que quedaban bajo soberanía leonesa fue encargada a los templarios por el rey que convocó las primeras Cortes parlamentarias de Europa.