La tercera no fue la vencida para De Marchi
Era el tercer intento de Omar De Marchi para acceder a la gobernación de Mendoza, y volvió a perder. ¿Y La Unión Mendocina?
Exitoso en su territorio, Luján de Cuyo, Omar De Marchi soñó (y quizás seguirá haciéndolo) con ser gobernador de Mendoza, pero una vez más terminó chocando con las urnas. Le pasó en 2007, cuando fue tercero detrás de Celso Jaque y César Biffi; en 2019, cuando no alcanzó a superar las PASO al perder la interna con Rodolfo Suarez; y volvió a perder este domingo frente a su otrora aliado, Alfredo Cornejo.
Cornejo es el segundo gobernador en volver al poder
Este domingo no hubo dos sin tres para De Marchi, quien desde enero de este año ya tenía decidido competir por fuera de Cambia Mendoza, a partir de una encuesta de Poliarquía que lo envalentonó: si iba por fuera, supuestamente tenía chances de ganarle a Cornejo. Con esa idea en mente, armó La Unión Mendocina y adentro metió de todo: peronistas, radicales, gansos, macristas, libertarios, sindicalistas, etc.
Si bien intentó pegarse a la imagen de Javier Milei, De Marchi en la campaña terminó replicando la estrategia de Horacio Rodríguez Larreta: sumar a la mayor cantidad de socios detrás de su candidatura, sin importar partido político ni antecedentes, como si los votantes fuesen un rebaño fácilmente arreable por su pastor.
En términos generales, durante la campaña, De Marchi hizo todo lo contrario a lo que sugiere el "gurú" que llevó a Mauricio Macri a la presidencia, Jaime Durán Barba, en su libro "El arte de ganar": actuó como si los dirigentes fuesen dueño de los votos y se mostró muy confrontativo con sus rivales, lo que resultó poco creíble para los votantes que hasta 2022 habían visto a De Marchi y Cornejo formando parte del mismo espacio.
Por otra parte, esa heterogeneidad excesiva, ante la derrota de la cabeza visible, deja prácticamente sin sustento a La Unión Mendocina, análisis que surgió por parte uno de los principales laderos de De Marchi: no hay punto de unión entre los candidatos que lograron algún cargo (legisladores, intendente o concejales), sólo la figura del lujanino.
¿Qué harán entonces los que ganaron alguna banca bajo el sello de La Unión Mendocina? ¿Resurgirá el liderazgo de Carlos Balter sobre los gansos que ingresen a la Legislatura? ¿Volverán al lado de Cornejo los y las que lo negaron tres veces? ¿Qué harán los Pringles de la vida, acostumbrados a dar saltos de un lugar a otro? ¿Alguien cree que seguirán respondiendo a un De Marchi que desde diciembre no tendrá cargo alguno?