Murió Raúl Silanes: adiós a uno de los máximos escritores de Mendoza
Ha muerto uno de los escritores más grandes que vivió en Mendoza. Reconocido en España y Estados Unidos, centralmente, disfrutó con cada palabra que escribió, se le reconociera en las calles de Mendoza o no, y vio traducirse a por lo menos 15 idiomas su obra.
Aunque nacido en Chile, Raúl Silanes era un mendocino de ley, con todo lo que eso significa como, por ejemplo, la escasez de reconocimiento en su tierra. Murió hoy, pero venía despidiéndose desde hace tiempo, debido a que intentaba apoderarse de él -hasta que lo logró- la peor de las enfermedades, la que prevalece invicta casi siempre, la innombrable, y se le aparecía en cuotas.
Suarez destacó la relevante figura de Silanes, al despedirlo
No dejó nunca de luchar. Tampoco, de escribir. Esta última fue hasta el final su principal tarea, porfiado como pocos en ejercer la literatura.
Raúl Silanes nació en 1958 y no se miente cada vez que se dice que fue uno de los escritores mendocinos más premiados, tanto a nivel local como internacional. ¿Sabe la gente, además, que su obra ha sido traducida a unos 15 idiomas?
Perspicaz, inteligente, calculador, buena persona, supo ejercer una mirada sobre sus interlocutores con la que parecía escanearlos, para saber si entablar un diálogo serio con ellos o solo "huevearlos".
Algo personal: "Te voy a ir llamando para que vayás sabiendo que sigo vivo", me dijo después de una intervención complicada que, creo, sucedió en Chile. Fue por demás generoso al aceptar presentar mi libro "13 cuentitos profanos" junto a Raúl Lilloy, aun cuando se trataba de un experimento de alguien que solo tecleaba. Enorme orgullo tenerlo de soporte y crítico:
Algunos de sus trabajos fueron "No dejarse llevar" (1982), "Soles subterráneos" (1982), "Nidos y Redes" (1995), "Sitiados" (1997), "El Cielo" (1999), "La iluminada" (2001), "Dumb" (2004), "Dumb II" (2006), "Primer límite roto" (1983), "La sombra del hielo también se derrite" (1993), "El bebedor de jugo de pomelo" (1995), "Mujeres" (2005), "Devolución de Babel" (1986), "Envidia el viento a los difuntos" (2012), y más, lejos del alcance de una referencia rápida para dar cuenta de su adiós.
Fue periodista, asesoró en marketing político a grandes dirigentes y su puesto salarial -aunque no solo eso, ya que el del agua era uno de sus temas primordiales- estuvo en el Departamento General de Irrigación.
El 7 de junio de 2019, Día del Periodista, pasó a saludar. En la foto, con el beso sincero de Ulises Naranjo: