Recorrimos la mejor biblioteca del mundo: por qué lo es

Así es la Biblioteca Gabriel García Márquez, ubicada en Sant Martí, Barcelona. Un lugar excepcional que reivindica no solo el rol del libro y la lectura en la sociedad, sino las formas simples y concretas de gestionar estos espacios, lejos del acartonamiento y a favor de la inclusión de todos.

Gabriel Conte en Barcelona
Notas para Memo preparadas especialmente en Barcelona, España

Tener libros a mano, cuando niño, y por supuesto, leerlos, cambia vidas. Sin entrar en metáforas ni recursos cursis, es cierto: ofrece más repertorio de palabras para expresarse, abrirse caminos y hasta defenderse (sin necesidad de irse a las manos, ese recurso que llega cuando se acaban las palabras). Pero además, educa, enseña, forma, invita a saber más, despierta ilusiones y sueños. Leer libros, también, muchas veces genera ganas de escribir, de contar historias, de recuperar las que se van perdiendo.

Junto a ello, tener de dónde sacar esos libros representa una revolución, un cambio para el barrio o la zona en donde está inmersa.

Cómo Medellín pasó del miedo a la esperanza

Ya lo vimos en reiterados viajes a Medellín, en donde los "parques bibliotecas", de múltiples servicios, pero sobre todo, con el eje en los libros, permitió nada menos que erradicar la violencia.

Una biblioteca bien puesta, sin burocracia, de puertas abiertas y con comodidades, levanta la autoestima de sus vecinos, cambia vidas y es una revolución.

Esto último es el caso de la que recibió el nombre del Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez en Sant Martí, Barcelona. El barrio de La Verneda no entra en su ropa, de agrandados que están por tenerla. Más aun ahora, luego de que el 88° Congreso Mundial de Bibliotecas e Información que se hizo en Róterdam, la eligió como la mejor biblioteca del mundo.

Recorrimos la mejor biblioteca del mundo: por qué lo es

Por las arboladas calles de una zona habitada por trabajadores, la gente anda alardeando con ello. Y no es para menos: representa un orgullo y hay razones muy concretas para que el título obtenido lo valga. Primero, la admiraci´n por el edificio, una estructura de vidrio y madera, cuya complejidad está disfrazada de sencillez. No espanta, sino que invita a entrar. No genera "ajenidad", sino que abraza e incorpora.

Una de las claves de la mejor biblioteca pública del mundo es que nadie pregunta nada a quien entra, porque seguramente va a buscar lo que ofrece y que hallará en sus diversas plantas: escaparates abiertos con libros (de movida, pueden verse títulos de argentinos como Jorge Luis Borges o Martín Caparrós, entre otros) permiten que uno los tome y se siente en donde quiera a leerlos. Hay sillas, sillones, bancos, almohadones y hasta hamacas paraguayas, para desparramarse. Hay luz, de la natural y de la otra, justo la necesaria. Hay un silencio que no es histérico, porque también hay niños buscando textos para sus tareas o solo por diversión. Hay tecnología a mano y, en la entrada, todos los diarios y las revistas impresos disponibles, decenas, para que quien quiera empezar por ahí, gratuitamente, lo haga.

Así es la mejor biblioteca del mundo

Hay computadoras y tablets, pero eso ya requiere un trámite. Lo otro no: nadie preguntará por qué si es que se entra a leer.

En el lugar funciona un sistema de devolución de libros tipo "cajero automático", para aquellos que prefieran (o necesiten) llevarlos a su casa.

El "cajero automático" de libros.

El "cajero automático" de libros.

Recorrimos la mejor biblioteca del mundo: por qué lo es

Todo eso ha cambiado el ánimo del sector y ya podría decirse, de toda Barcelona y por qué no, de Cataluña y España. Más allá de los temas en discusión de la agenda cotidiana, han construido un servicio público que no es un barniz cultural, sino un servicio concreto, simple y sobre todo, contundente: algo tan viejo como vanguardista, la mejor biblioteca del mundo.

Lo de García Márquez no es una ocurrencia, ya que el Nobel residió en Barcelona entre 1967 y 1975.

Y el premio decidido en Róterdam, también tiene sus razones: "La Gabriel García Márquez es un gran ejemplo de cómo una biblioteca puede servir como un vínculo crucial entre las personas y las comunidades. Todo el proceso de construcción, incluida la selección de materiales, se ha caracterizado por elecciones sostenibles rigurosas y soluciones audaces y ambiciosas. Se erige como un verdadero modelo a seguir para los futuros edificios bibliotecarios en los años venideros", dijo el presidente del jurado, Jakob Guillois Lærkes.

El jurado valoró la sostenibilidad (obtuvo la certificación Gold LEED) y la diversidad de proyectos y programas de apoyo al aprendizaje para todas las edades. 

Vamos a recorrerla:

 

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