Inflación sin freno: por qué sí y por qué no el Banco Central debería subir la tasa
Este viernes se conocerá el índice de inflación de marzo, que se ubicaría por encima del 7% mensual. Las miradas apuntan al Banco Central.
Este viernes se conocerá el índice de inflación de marzo que los privados estiman en un 7% mensual y una interanual aún por encima del 100%. En este contexto, la incertidumbre pasa por lo que hará el Banco Central con la tasa de interés.
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La última vez que el BCRA subió la tasa fue el 16 de marzo, cuando elevó la de la Leliq a 28 días 3 puntos porcentuales, para llevarla del 75% anual (TNA) al 78%, con lo que la tasa efectiva anual (TEA) se ubicó en 113,2%; el plazo fijo tradicional a 30 días quedó en 6,41% mensual.
Ahora, con una inflación del 7% mensual y proyecciones de que el costo de vida en abril tendría un piso en torno al 6,5%, el plazo fijo quedaría nuevamente en terreno negativo. Entonces, para desalentar un ahorro en dólares, podría volver a incrementarse.
Sin embargo, los analistas consultados por el portal iProfesional indicaron que en un año electoral no es una decisión fácil aumentar las tasas debido al costo que implica en términos de actividad económica, deterioro del déficit cuasifiscal y el encarecimiento del crédito.
Por qué no subir las tasas
De todas maneras, hay quienes advierten que si bien el BCRA debería subir la tasa en el segundo trimestre, la potencial desaceleración de la inflación núcleo le da argumentos a la autoridad monetaria para mantener, por el momento, la tasa en los niveles actuales.
Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra, destacó que "el punto es la inflación núcleo y si hay chances que en abril la inflación baje; es decir, que haya hecho un pico en marzo y luego descienda por cuestiones estacionales".
Por su parte, la economista Natalia Motyl destacó que "es una decisión difícil la de este mes, porque tanto los datos de construcción como de producción manufacturera están dando mal, sumado a la falta de divisas, el panorama se complica para la actividad económica".
"Entonces, ya subir la tasa de interés es un problema porque el costo sobre la actividad económica es mayor", advirtió.
Por qué sí subir las tasas
Quienes adhieren al aumento de tasas plantean que después del dato de inflación, hay un impacto sobre expectativas: los inversores buscan cubrirse con mayor fuerza, por lo que exigirán tasas más altas para seguir quedándose en instrumentos en pesos. Por lo tanto, si el BCRA mantiene la tasa de interés sin cambios, podría acelerar la dolarización, con un impacto posterior sobre precios.
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De igual mirada, señalaron a iProfesional que "estimamos que la inflación de marzo rondará el 7,6%, y un número bastante similar para abril; con este escenario, sumado a las emisiones que deberá hacer el BCRA por el dólar soja 3 y la caída de recaudación, es altamente probable que se plantee una nueva suba de tasas".
"Con el dólar soja 3, si bien se acumulan reservas, hay que tener en cuenta la fuerte emisión que supondrá. En plena crisis y con elecciones a pocos meses, es probable que esos pesos busquen dolarizarse. Para hacer menos atractiva la idea de dolarizar los activos, la suba de tasas parece cercana", plantearon.