Una Vendimia acorde a los nuevos tiempos
Contra los estereotipos, el concejal de Guaymallén Ignacio Conte propone un debate para la evolución de la Vendimia, sin que pierda su esencia que, dice, no lo es la corona.
Mendoza, Marzo de 2020 y aún continuamos eligiendo reinas como si viviéramos eternamente en la popular serie de Netflix, The Crown.
Reconociendo que la tradición ha heredado una fiesta de prestigio internacional, la Vendimia no sería la celebración más grande del país si no surgiera de la motorización que se le da desde cada distrito de Mendoza. La idea de eliminar la elección de la reina de la Vendimia no es una propuesta abolicionista o de extremismo feminista, sino una necesidad de ajustarla a los tiempos que corren, renovando sus valores y adaptándola para evitar la indiferencia de una sociedad que camina por otros carriles.
La Fiesta Nacional de la Vendimia debe ser preservada y adaptada a las nuevas demandas, poniendo en un plano de igualdad las cuestiones sociales, las percepciones comunitarias, la identidad cultural, el aporte económico que genera desde el turismo y el comercio, alrededor de cada evento.
La elección de la Reina de la Vendimia comenzó como una tradición entre las hileras donde los viñateros elegían, al finalizar la cosecha, a la cosechadora "más linda, más laboriosa y más solidaria" del grupo; luego, en 1936, al popularizarse la elección, fueron los Departamentos los que empezaron a presentar sus candidatas y así Godoy Cruz, coronó a su Reina; más cercano en el tiempo la coronación se redujo a un concurso en donde la belleza adquirió un papel central y la reina perdió todo tipo de funcionalidad.
Hoy con el avance de la sociedad, consideramos que es momento de que la Fiesta de la Vendimia continúe adaptándose a los tiempos modernos y dejemos de elegir reinas estereotipadas, destacándolas por sobre el resto de las mujeres, para darle a la fiesta el lugar que se merece.