De Marchi le abre la puerta a un frente con peronistas y radicales en Mendoza
El líder del PRO profundizó sus críticas hacia adentro de Cambia Mendoza. Dijo que para armar un frente electoral no hay que restringirse a "pertenencias antiguas". Suarez, Cornejo, Rodríguez Larreta y Milei, entre otros nombres propios mencionados.
A partir de las encuestas (esas en las que confía), Omar De Marchi y su equipo saben que si Alfredo Cornejo ratifica que "bajará" a Mendoza en 2023, la candidatura a gobernador del líder del PRO no tendrá sentido, al menos dentro de Cambia Mendoza. Y, ante eso, miran afuera del frente para competirle al senador radical.
Al estilo "De Marchi", el actual diputado nacional no termina de definir claramente cómo sería y quiénes integrarían el frente electoral ideal, pero sí deja frases que apuntan a la creación de un espacio con dirigentes del PRO, del radicalismo e incluso del peronismo. Y, a la vez, profundiza sus crítica contra el gobierno mendocino.
"Hay que salir del esquema de definir candidaturas en torno a personas y ceñirse a programas de gobierno. Por eso, desde hace años, los resultados en Mendoza no han sido del todo positivos", dice De Marchi desde su oficina en Luján de Cuyo, en diálogo con Memo.
Ping-pong a Suarez: "Llorente debería dar lugar a la renovación en la Corte"
Y le abre la puerta a una alianza con algunos radicales y peronistas, sosteniendo que "la Mendoza que viene tiene que estar pensada en función del futuro y no apretada o asfixiada en función del pasado. Si nos restringimos en función de pertenencias antiguas, seguramente nunca nos pondremos de acuerdo".
"Este Gobierno ha querido hacer una reforma de la Constitución y no ha podido, ha querido meterse en el tema minero y no ha podido, ha querido hacer reformas estructurales en la Corte y no pudo si no generábamos consenso", remarcó el exintendente de Luján hacia la gestión Suarez, y le bajó el precio a "la medida" que tomó Cornejo en 2016: "El ítem aula es una medida terciaria".
- Dato manija: los gobernadores, desde el '83 a la fecha, lo han sido al primer intento. Usted ya fue candidato, ya se ha presentado. ¿Importa?
- Yo fui candidato en 2007, una candidatura casi testimonial. Yo era bastante joven y presidía el Partido Demócrata. Y era una tradición que quien presidía debía ocupar la candidatura más difícil. Luego fui precandidato en la interna de 2019, pero no fue una candidatura. Muchos hablan de hasta cuatro candidaturas mías a gobernador, pero sólo fui candidato en 2007.
- En 2020, en una entrevista que hizo con Memo en plena cuarentena (ver aparte) usted sugirió que podría ser candidato a gobernador por fuera de Cambia Mendoza. Dijo que quería ser candidato "bajo un plan y no detrás de estructuras políticas retorcidas".
-La coherencia garpa, porque he dicho eso y lo sostengo. Hay que salir del esquema de definir candidaturas en torno a personas y ceñirse a programas de gobierno. Por eso, desde hace años, los resultados en Mendoza no han sido del todo positivos. Ha faltado una hoja de ruta porque todo el mundo se centra en definir candidaturas en base a personas y no programas.
- ¿Cuál es su límite al momento de armar un frente para ser candidato a gobernador?
- Las alianzas empiezan previo al proceso electoral y terminan la noche de las elecciones. Hoy no hay frentes electorales vigentes. Lo que quiero dejar en claro es que quiero participar o liderar un proceso de transformación positiva de Mendoza. Los frentes que se articulen deben ser en función de ideas, líneas de acción, y no sobre la pertenencia. Eso no me seduce.
- ¿Ve a dirigentes del PJ que compartan su programa, sus ideas?
- La Mendoza que viene tiene que estar pensada en función del futuro y no apretada o asfixiada en función del pasado. Si nos restringimos en función de pertenencias antiguas, seguramente nunca nos pondremos de acuerdo. Hay que salir de ese formato para construir transformaciones que se sostengan, y no que cada cuatro años vengan gobiernos que quieran cambiar todo lo que hizo el anterior.
- Si se rompe Cambia Mendoza, repercutiría negativamente en Juntos por el Cambio a nivel nacional.
- No estamos hablando de romper, sino de articular frentes dentro de los cuales nos unan principios y programas. Y hay una ventaja enorme de Mendoza: que están desdobladas las elecciones provinciales, a juzgar por la multipromesa que ha hecho el gobernador por todos lados. Van a ser elecciones separadas, lo que permitirá discutir en dos momentos: Mendoza en primer lugar y luego el país.
- Suarez dijo en una entrevista la semana pasada que le molestaban más sus críticas que las del peronista Lucas Ilardo.
Después de Hinojosa, ¿anunciarán a un Perón en la boleta del Frente de Todos?
- Valoro su sinceridad. Lamento que le duela, lo que hay que hacer con las opiniones disidentes es incorporarlas, nutrirse de ideas distintas. Lo otro es el discurso único que a Mendoza no le hace bien. Si le ha dolido, debe transformarlo en fortaleza. Yo no estoy de acuerdo con las descalificaciones personales de ningún tipo; si me preguntás por Ilardo o Suarez, no voy a opinar de ellos en lo personal, pero sí sobre la tarea que cada uno hace. Yo puedo decir que tengo disidencias con el gobernador, pero en lo personal jamás me vas a escuchar descalificar a un adversario, a pesar de que a mí me descalifican todo el tiempo.
- ¿Qué le parece la gestión de Suarez?
- Le ha tocado un momento complicado, el tema de la pandemia fue complejo, aunque también es algo que habilita oportunidades y quizás no las estamos aprovechando del todo.
- ¿Qué tan probable es que usted sea candidato a gobernador, dentro de Cambia Mendoza?
- Es que primero hay que articular los frentes. ¿Va a existir Cambia Mendoza? Hoy tiene dos socios con mayor actividad, que son el radicalismo y el PRO.
- ¿A usted le satisface que dentro de Cambia Mendoza esté el Partido Socialista o Libres del Sur, entre otros?
- A eso me refiero con los programas. Tiene que haber coincidencias porque lo otro es amontonamiento, que no sirve, acá ni en ningún lado. Yo tengo una muy buena relación personal con (el senador de Libres del Sur, Ernesto) Mancinelli. Tengo además la mejor opinión como persona. Pero Libres del Sur es Victoria Donda, Libres del Sur toma supermercados en Buenos Aires, Libres del Sur usurpa calles, barrios o terrenos en Buenos Aires. Qué sé yo hasta donde hay coincidencias. Por eso separo lo personal de la gestión.
- Más allá de su participación en el equipo de campaña de Horacio Rodríguez Larreta, ¿a usted le gustaría ser candidato a gobernador con el respaldo de Javier Milei?
- Yo quiero ser el candidato de los mendocinos, si lo fuera, porque aún no está resuelto. Tenemos una buena relación inclusive con muchos sectores del radicalismo y del peronismo. Trabajo en los equipos de Horacio Rodríguez Larreta, pero tengo una excelente relación personal con Javier Milei. Hay que salir de la historia de enemigos y amigos, tiene que haber un diálogo personal que permita construir políticas de Estado en común. Obviamente, luego en Mendoza habrá que evaluar si hay coincidencias. Ojalá podamos tener una base de acción mucho más amplia.
- Además de las diferencias en Cambia Mendoza, las hay en el PRO.
- Eso ayuda a mantenerte despierto. De todos modos, debo decir que hace cuatro años teníamos un solo legislador provincial y hoy tenemos nueve. Hace cuatro años no había diputados nacionales, y hoy dos son del PRO. Tenemos concejales en varios departamentos. Creo que hemos tenido un crecimiento notable. Esto hace que haya debate interno, bienvenido eso.
- ¿Qué tanto tuvo que ver Cornejo en ese "debate interno" del PRO en Mendoza?
De Marchi llama a la rebeldía en medio de la interna con la UCR
- No quiero personalizar. De todos modos, creo que la manera de fortalecer el sistema son los partidos políticos fuertes. Si tengo una atomización de partidos, no está bueno. Esto hacía Cristina Kirchner. El kirchnerismo ha sido especialista en meterse en la interna de todos los partidos para debilitarlos. Mendoza necesita partidos fuertes para que haya una interlocución válida. Y aquellos que se obsesionan por meterse en las internas de todos los partidos, en el fondo, es por una picardía de corto aliento y, así, Mendoza no puede hacer cambios. Este Gobierno ha querido hacer una reforma de la Constitución y no ha podido, ha querido meterse en el tema minero y no ha podido, ha querido hacer reformas estructurales en la Corte y no pudo si no generábamos consenso. En fin, creo que el camino es siempre el del respeto por el resto de los partidos y el fortalecimiento institucional.
- En ese armado de un programa, ¿ha pensado quién sería el mejor candidato a vicegobernador?
- No. Primero hay que resolver si voy a ser candidato. Estamos trabajando un programa de gobierno que presentamos hace 10 días, con cuatro ejes: vivienda, empleo, educación y transformación digital. No hablo desde la mesa de café, sino desde la experiencia que hemos hecho en Luján. Recibimos un departamento hecho pelota y en muy poquito tiempo empezamos a transformarlo en equipo y hoy Sebastián Bragagnolo continúa al frente de esta transformación.
- Hace foco en educación desde hace años.
- Para mí es una obsesión. Es un tema que va más allá del ítem aula del gobierno anterior. Claro que fue una medida importante, pero es algo que apunta al presentismo, con prejuicios de antemano contra los docentes que no comparto, pero apuntaba a eso, al presentismo. La transformación nunca puede ser eso, es una medida terciaria en importancia. Lo importante es rediscutir los contenidos, el formato de la infraestructura, incorporación de tecnología, meternos al mundo, y eso lo podemos hacer, pero son cosas que no pasan en Mendoza. Y hay que hacerlo de la mano de los docentes, no enfrentándonos a ellos. Es con los docentes que hay que discutir el próximo sistema educativo de Mendoza.
- Recién dijo que hay que resolver si va a ser candidato, ¿lo duda aún?
- Es que no quiero personalizar, estamos trabajando con un plan que vamos a empezar a enriquecer y poder sumar a muchos más mendocinos y mendocinas, inclusive de otros partidos políticos, con quienes compartamos la visión de desarrollo para que en Mendoza empiecen a pasar cosas.