La familia Al Thani: dueños de la pelota
El editorial del Sunday Times sobre Qatar y el Mundial de Fútbol 2022. Quiénes son los dueños del país.
Qatar es la tercera reserva de gas del mundo y la decimotercera de petróleo. En una superficie de 11.500 kilómetros cuadrados (similar al departamento de Durazno) viven 250 mil cataríes y 2.750.000 trabajadores inmigrantes. El PBI per cápita roza los 70 mil dólares. Fue protectorado británico hasta 1971 y desde ese momento es una monarquía absoluta gobernada por la familia Al Thani: Jalifa bin Hamad Al Thani gobernó hasta 1995, cuando su hijo, el jeque Hamad bin Jalifa, se convirtió en emir al dar un golpe de Estado contra su padre. En 2013, Tamim bin Hamad se convirtió en emir al abdicar su padre.
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En junio de 2017, Arabia Saudita, Baréin, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos impusieron un bloqueo a Qatar y rompieron relaciones al acusar al emirato de financiar el terrorismo, así como de intervenir en los asuntos internos de los países vecinos (véase «Qatar entre cuatro paredes», Brecha, 9-VI-17). En 2021, Estados Unidos consiguió que finalizara el bloqueo y las partes se reconciliaron.
La familia Al Thani, cuyo patrimonio superaría los 350.000 millones de dólares, se empeña en aumentar su influencia en el mundo. La expansión de la televisión estatal Al Jazeera forma parte de ese proyecto. Ha invertido miles de millones de dólares en infraestructuras para organizar los Juegos Asiáticos de 2006 y será sede de los Juegos Asiáticos de 2030. En 2005 Tamim fundó Qatar Sport Investments, que en 2011 compró el club de fútbol francés Paris Saint-Germain y el Málaga.
Se dice que la familia compró también un mundial de fútbol, en 2010, cuando presidía la FIFA Joseph Blatter, quien fue condenado en 2015 por corrupción con ocho años de suspensión de toda actividad relacionada con el fútbol por el comité de ética de la institución. En 2019, el británico The Sunday Times publicó informaciones que afirman que Qatar pagó en secreto a la FIFA 880 millones de dólares a cambio de la adjudicación del mundial en dos partidas presupuestarias diferentes: la primera, a cargo de Al Jazeera, 21 días antes de que se votara la sede del mundial 2022 y la segunda tres años más tarde, poco antes de que la FIFA diera abruptamente por terminada su investigación interna sobre corrupción en el proceso de adjudicación de sedes y decidiera nunca publicar sus hallazgos (Sunday Times, 19-III-19).