Conflicto social y la "Argentina potencia"
Quiénes y por qué protestan. Un análisis de Pablo Llensa sobre la conflictividad social en la Argentina.
En 1913 nace en Alemania Lewis A. Coser, quien se dedicó a estudiar Sociología. Emigró a Estados Unidos en 1941 y dicto clases en las Universidades de Chicago y California. Si bien es uno de muchos investigadores nos viene a la memoria por un interesante tema de actualidad. Es que Lewis se dedicó a estudiar el Conflicto Social. Específicamente las funciones del conflicto social.
Según Coser, el conflicto podría contribuir a solidificar grupos pobremente estructurados. En una sociedad que parece estarse desintegrando, un conflicto puede lograr cohesión entre sus miembros.
Los conflictos al interior de una sociedad (conflicto intragrupo) los que nos interesan debido a la coyuntura actual de nuestro país, pueden ocasionar que algunos individuos aislados adopten un rol activo. Pone como ejemplo la protesta contra la Guerra de Vietnam motivó a muchos jóvenes a adquirir vigorosos roles en la política estadounidense por primera vez.
Así mismo, plantea que los conflictos cumplen una función comunicacional, esa cohesión planteada genera especialmente un aumento de la prosperidad de la clase media, en el sector público y el mundo empresarial. Es decir, cohesión que genera prosperidad y por ende podría traducirse como una forma de progreso. En sus palabras, "progreso social". Pero progreso al fin.
Veamos que interesante este párrafo: ?Los grupos militantes rígidamente estructurados pueden buscar enemigos reales con el propósito deliberado o el resultado inconsciente de mantener la unidad y la cohesión interna del grupo'. También aclara en la siguiente página: ?las amenazas imaginarias cumplen la misma función integradora del grupo que las reales'.
La invención de tal enemigo fortalece la cohesión social que se ve amenazada dentro del grupo. En este punto ya nos empieza a parecer familiar la cuestión. La oligarquía, el campo, los turistas, los medios y por que no los Runner también.
Se plantea en los teóricos del conflicto que el mismo produce nuevas normas, nuevas instituciones y un especial estimulo en la esfera económica y tecnológica, e incluso van mas allá, la constante presión de los sindicatos en busca de mejores salarios mantiene dinámica la economía de un país. Se pone como ejemplo las minas de carbón de Estados Unidos donde los reclamos de los gremios terminaron produciendo una mejora en la productividad elevando el nivel de vida y por consiguiente un notable progreso.
Entonces pasando en claro, ante la pregunta de que genera la cohesión social derivada del conflicto social establecen: ?Cuanto más unida, solidaria y cohesionada esté esa sociedad, la convivencia entre sus miembros será mucho más armónica y la democracia funcionará mejor'.
La cohesión social y el progreso económico dentro de la organización social dan suma positiva, plantean los teóricos del conflicto.
Veamos entonces cuál es el nivel de nuestros conflictos vernáculos.
Según la consultora Diagnostico Político a principios de junio de 2022 hubo 3448 piquetes en todo el país, una suba de alrededor del 80% en comparación con el mismo período del año pasado. 2021 concluyó con un total de 6658 cortes, una cifra solamente superada por la de 2014, año en que se anotaron 6805 protestas.
En los últimos nueve años hubo se registraron 44.797 piquetes en la Argentina.
Ahora bien, estamos acostumbrados a ver en los medios nacionales la cobertura de distintas marchas, piquetes, protestas, etc. Siempre relacionadas a movimientos sociales que piden o solicitan mas planes asistenciales o una ampliación de la cobertura.
Es muy interesante el trabajo que realizo la mencionada consultora indagando hacia adentro de la protesta social cual el componente de la misma. Veamos los resultados:
- 22 % trabajadores estatales,
- 20 % piqueteros y organizaciones sociales,
- 15 % vecinos,
- 13 % fuerzas político partidarias,
- 12 % trabajadores privados,
- 11 % desocupados y cesanteados,
- 7% otros.
Incluye todas las provincias no solo Ciudad de Buenos Aires.
Se puede observar que existe una diversidad marcada en la protesta social la cual no estaría siendo percibida por la comunidad en virtud de que los medios de comunicación masivos estarían seleccionando o priorizando unas protestas sobre otras. Cual sería el sentido de esta selección amañada, quien escribe en esta nota lo desconoce, sería una interesantísima pregunta a realizar a los directores de los medios. Claro, si tuviéramos esa posibilidad.
Entonces hemos llegado al punto de inflexión. Si el conflicto social produce cohesión, progreso y desarrollo, ¿porque entonces Argentina no es una súper potencia desarrollada?
Solo quedan dos opciones, o bien los teóricos del conflicto estan equivocados o los Argentinos decidimos arbitrariamente arrancar en contramano. Queda a criterio del lector elegir la opción correspondiente.
De izquierdas y derechas, el escenario actual:
Hace unos días, el inefable Aldo Rico lanzo una consigna en las redes sociales. realizó una polémica convocatoria a las Fuerzas Armadas en la que llamó a los militares a "organizarse" porque "cuando la Patria está en peligro todo es lícito".
Como si fuera poco agregó: "Hemos luchado contra el inglés y contra la subversión, en defensa de los valores más importantes de nuestra Patria". ¿Una especie de revolución de derecha plantea el ex carapintada?
Sería muy interesante que nos explicara cuales son los mencionados valores y que entiende por patria en virtud de que la ex presidenta Cristina Fernández también habla de la Patria y se asesora en un instituto homónimo. ¿Cuántas patrias habría?
Por otro lado, el amigo papal Juan Grabois planteó en un discurso: "Hay algunos gauchos y gauchas acá que están dispuestos a dejar nuestra sangre en las calles para que no siga habiendo este hambre en la Argentina", una suerte de revolución socialista.
Nuestros jóvenes no conocieron el proceso militar, etapa oscura y criminal si las hay, de la cual Aldo Rico fue participe, además de atentar contra gobiernos democráticos. Una reminiscencia del pasado para recuperar los privilegios perdidos.
En cuanto a Juan Grabois su postura parece sacada del libro ?Mi amigo el Che', ese socialismo romántico que iba a liberar a Latinoamérica. La huerta comunitaria para dar de comer a los compatriotas. Ya sabemos cómo terminó. En dictaduras espantosas.
Algunos hablan de similitudes con el 2001 pero todo indica que nos quieren llevar a una discusión de la década del 70. Obviamente y por suerte la coyuntura y las relaciones de poder no son las mismas, pero sí algo queda claro: para determinados sectores la discusión política atrasa por lo menos 50 años.
Mientras en los países centrales sus respectivos congresos emplazan a sus legisladores a discutir por ejemplo de qué forma se va a regular el crecimiento de la inteligencia artificial y cuáles deberían ser sus límites nosotros estamos discutiendo si la impresión de billetes sin respaldo produce inflación o no, o si declaramos de interés cultural alguna fiesta del zapallo coreano.
EL AUTOR. Pablo Llensa. Licenciado en Ciencias Sociales y Humanidades. Especialidad en Teoría Social. Universidad Nacional de Quilmes. Posgrado en Auditoría y Control del Sector Público. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Cuyo. Se desempeña como Coordinador del Área Sanitaria San Martín del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.